Es noticia
Menú
"Mis novias se salen de la norma": hablamos con la nueva (y más perseguida) marca del momento
  1. Novias
ENTREVISTA

"Mis novias se salen de la norma": hablamos con la nueva (y más perseguida) marca del momento

La joven Paloma Reguillo, el alma de Reguillo, solo ha necesitado un año y medio para hacerse un hueco en el sector nupcial y sentar cátedra con sus vestidos de novia

Foto: Violeta, una novia con vestido de Reguillo. (Instagram/ @plata.forma_)
Violeta, una novia con vestido de Reguillo. (Instagram/ @plata.forma_)

Pocas firmas de novias emergentes pueden jactarse de conseguir todo lo que Paloma Reguillo ha logrado en tiempo récord. Hacerse un hueco y un nombre entre el abarrotado plantel de marcas nupciales, enamorar a novias de todos los rincones del país y expandir sus vestidos por las redes sociales, tres hitos en algo más de un año y medio. La joven diseñadora fundó su propia enseña en 2021: "Sentí que necesitaba un cambio, cursé un máster de técnicas de confección de alta costura y finalmente me lance a la piscina con Reguillo, pensé que era el momento de atreverme con algo así". Acertó. Hoy sus trajes cotizan al alza y sus vestidos, auténticos lookazos que saltan de boda en boda.

Acudimos a ella para que nos cuente cuál cree que es el secreto de su éxito, qué esconden sus especiales diseños, dónde encuentra la inspiración y cómo prevé que será esta nueva temporada nupcial. Merece la pena leer sus palabras, Paloma Reguillo apunta maneras.

placeholder Un vestido de novia de Reguillo. (Cortesía)
Un vestido de novia de Reguillo. (Cortesía)

"Cuando diseño para cada novia, intento que el vestido hable de ellas y que sus seres queridos las reconozcan en esa pieza nada más entrar a la ceremonia", dice Reguillo. Novias diferentes, con personalidad, la suya propia, y que han ayudado al crecimiento de su marca. "La gran mayoría de novias que hacemos nos conocen por Instagram", confiesa. El nuevo boca a boca, un escaparate digital sin límites ni fronteras en el que los vestidos de Paloma se mueven como peces en el agua.

De todos los estilos, no se cierra ni encasilla, pero con un particular rasgo de estilo que los identifica con la marca: el efecto sorpresa. "Es importante crear piezas que generen un impacto. Intento que, los mires por donde los mires, haya un detalle que haga especiales a mis trajes. En pocas palabras, escaparme de los estereotipos, pero siempre manteniendo ese punto elegante y ceremonioso que debe tener un vestido de novia", explica la joven diseñadora.

placeholder Paloma Reguillo, con una de sus novias. (Cortesía)
Paloma Reguillo, con una de sus novias. (Cortesía)

La sorpresa (y grande) es comprobar que la fundadora de Reguillo solo tiene 28 años. "Ser dueña de mi propia marca ha sido un sueño desde pequeña. La moda siempre ha despertado mi interés, de niña pintaba y dibujaba vestidos a todas horas. Mientras estaba en el colegio aprendí a coser y me iba haciendo ropa para mí. Cuando tuve que decidir qué carrera estudiar, pensé en diseño de moda, pero a la vez sentía miedo, así que empecé por ADE y en 2016, diseño. Durante la carrera hice prácticas en Redondo Brand y posteriormente estuve trabajando allí como diseñadora. Aprendí muchísimo. Hasta 2021, cuando me lancé con Reguillo".

Se inspira en las películas del Hollywood clásico, en los desfiles de moda de los años 70, la estética del romanticismo y los colores del impresionismo. "Soy una enamorada de tiempos pasados, pero a la vez curiosa con todo lo que pasa en la actualidad. Intento llevar la moda de alfombra roja y las películas a algo más terrenal. Mi objetivo es que ese día las novias se sientan como en esa escena icónica que les encanta".

placeholder Una novia con un vestido de Reguillo. (Instagram/ @crissightstudio)
Una novia con un vestido de Reguillo. (Instagram/ @crissightstudio)

El trabajo de Paloma y su equipo de confección arranca con un primer encuentro en el estudio. La diseñadora recopila toda la información necesaria (dónde y cuándo será la boda, qué estilo tiene la novia, cómo se imagina en su día...) y con ella realiza varios bocetos que después, en otra cita, presenta y explica a la protagonista. Si deciden seguir adelante y escogen a Reguillo como marca nupcial, toman medidas para el patrón y fabrican un 'toile'. "Los vestidos se hacen de forma artesanal en nuestro taller y el trabajo es 100% personalizado. Cada pieza se diseña, patrona y confecciona en especial para cada una de las chicas que vestimos", detalla.

Prueba a prueba, Paloma va encajando ese puzzle, "vamos construyendo y montando poco a poco el vestido, ahí está la magia y la diferencia de un traje hecho únicamente para ti"; al tiempo, asesora a la clienta sobre cuáles serían los complementos ideales para cerrar el look. ¿El extra? "El día de la entrega practicamos cómo debemos movernos con cada tipo de vestido, manejarse con una cola no es tan fácil como parece (risas)".

placeholder El vestido de novia de Irene. (Instagram/ @aortizphoto)
El vestido de novia de Irene. (Instagram/ @aortizphoto)

Momento para sacar conclusiones. A la pregunta '¿qué crees que buscan las novias hoy en día?', Reguillo no vacila: "Por un lado, comodidad. Todas quieren disfrutar al máximo y esperan que el traje no sea un impedimento. Y, por otro lado, un toque especial que haga el vestido diferente".

Un año y medio de bodas con novias vestidas por Paloma y, a pesar de las particularidades, con ese 'algo común'. "Comparten la visión de la moda como un lenguaje y quieren transmitir y hablar a través de su traje. Desean que su vestido destaque y quede para el recuerdo. Todas suelen salirse un poco de la norma de la novia más clásica". En su imaginario, el vestido de Giambattista Valli que Margherita Missoni llevó para su enlace en 2012 capitanea el top de atuendos nupciales. "Me impactó cuando lo vi por lo diferente y original, ojalá se me hubiera ocurrido a mí".

placeholder El vestido de novia de Paloma. (Instagram/ @velvethush)
El vestido de novia de Paloma. (Instagram/ @velvethush)

Del vestido de una novia icónica, a los trajes más especiales que ha ideado hasta el momento. "Los dos primeros que diseñé para dos grandes amigas. Di el pistoletazo de salida a Reguillo con el vestido de mi amiga Carlota, la primera de mi círculo en casarse. Un fin de semana después, le tocó el turno a mi amiga Paloma de la Hoz, hice su traje y el de muchas de sus familiares, fue todo un regalo para mí", recuerda Paloma.

Su carrera no ha hecho nada más que empezar y si no nos equivocamos, le espera un futuro tan largo como brillante en un sector que, desde su punta de vista, "es uno de los motores de la moda española". Apuesta por la capa como imprescindible de tendencia para novias y dicta sentencia: "Las novias quieren hacer de sus looks toda una declaración de su personalidad y a mí esto me encanta".

Pocas firmas de novias emergentes pueden jactarse de conseguir todo lo que Paloma Reguillo ha logrado en tiempo récord. Hacerse un hueco y un nombre entre el abarrotado plantel de marcas nupciales, enamorar a novias de todos los rincones del país y expandir sus vestidos por las redes sociales, tres hitos en algo más de un año y medio. La joven diseñadora fundó su propia enseña en 2021: "Sentí que necesitaba un cambio, cursé un máster de técnicas de confección de alta costura y finalmente me lance a la piscina con Reguillo, pensé que era el momento de atreverme con algo así". Acertó. Hoy sus trajes cotizan al alza y sus vestidos, auténticos lookazos que saltan de boda en boda.

Tendencias Bodas
El redactor recomienda