El vestido de novia de Cuca inspirado en Kate Moss con corona de flores para su boda en Sevilla

Con su boda, Cuca y Manuel rompieron la tradición de celebrar sus nupcias en la ciudad natal de la novia. Ella, natural de Valencia, y él, de Sevilla, decidieron trasladar hasta la capital andaluza a familiares y amigos para darse el 'sí, quiero'. "Consiguieron convencerme de que Sevilla era un sitio precioso para celebrar la boda y no me arrepiento", confiesa Cuca. Se conocieron justo antes de la pandemia y lo cierto es que ese periodo confinamos los unió definitivamente.

"Me pidió matrimonio en mi casa de Barcelona, ya que llevábamos una relación en aquel momento a distancia Madrid-Barcelona. Mi amiga me distrajo haciendo unas gestiones, mi madre le abrió la puerta y cuando llegué a casa estaba esperándome por sorpresa. No me lo esperaba para nada y fue un momento muy especial". En ese momento, Cuca y Manuel cumplían su cuarto año juntos.

La boda fue el sábado 25 de febrero de 2023 en Sevilla en dos actos: la ceremonia religiosa, en la iglesia de Santa Cruz, y la celebración, en la finca Villa Luisa. "Escogimos esa iglesia de Santa Cruz porque Manuel se crio en ese barrio y su familia sigue viviendo ahí. Además, Manuel siempre quiso casarse en Villa Luisa, una casa palacio situado cerca del famoso Parque de María Luisa. Una localización muy cómoda para los invitados, que no tenían que trasladarse fuera de la ciudad para continuar la celebración", explica la novia.

"Soñábamos con montar una boda con muchos detalles para nuestros invitados. Al ser de distintas ciudades, la boda era muy diversa y quisimos sorprender a nuestros invitados sevillanos y valencianos respectivamente", cuenta Cuca como punto de partida inicial.

Con fecha y lugar elegido, tocaba pasar al otro asunto de vital importancia: el vestido de novia. "Hice un trabajo previo de buscar estilo de novias que me gustaban y visité varios ateliers en Barcelona de acuerdo con eso. Me gustaba mucho el estilo vintage y buscaba algo diferente, pero que no me hiciera sentir disfrazada. Como referente siempre tuve en la mente a Kate Moss".

En esa búsqueda fue cuando Cuca se topó con Teresa Helbig. "Me probó el diseño que creía que era para mí y acertó plenamente. Fue un flechazo. Sabía que era ese. A partir de ahí, empezó el proceso creativo para adaptarlo a mí, pensar en complementos y el estilo que queríamos darle. El proceso fue muy divertido", recuerda.

Recién galardonada con el Premio Nacional de Diseño de Moda 2023, confiar en la catalana era un acierto seguro. "Me acuerdo que estuvimos debatiendo acerca del tocado que podría llevar. Las flores son un distintivo de Helbig y el equipo en el mismo taller me creó la corona de flores personalizada con el tamaño, el color y el estilo de flor que quería. Crearon una corona para mí hecha a mano con seda, porcelana y otros materiales. Eso fue una verdadera joya". La corona de flores llevaba el velo incorporado.

Con ciertas reminiscencias al vestido de novia de Kate Moss, Cuca y Teresa dieron vida a un diseño bohemio y desenfadado fiel al ADN de la marca catalana.

Con el cuello subido, un escote velado, manga larga con puños acampanados, cuerpo ajustado y la falda con varias capas de volantes, abertura lateral y cola, las costuras en relieve pusieron el detalle Helbig.

"Con los zapatos también estuvimos pensando si optar por botas o un zapato más clásico. Al tener una apertura el vestido, era importante elegir bien. Teresa siempre colabora con Serena Whitehaven y finalmente optamos por unos stilettos en rosa empolvado que iban a juego con el tocado y con el blanco roto del vestido", cuenta la novia.

Para las joyas, discreción absoluta. "Al tener una corona de flores llamativa, optamos por unos pendientes sencillos que me prestó mi tía Coqué. Son unos pendientes largos de diamantes de Rabat. Eran los que más pegaban con el estilo vintage que buscábamos y me hizo ilusión poder llevarlos prestados por una personal tan especial para mí".

Faltaba escoger el ramo. "Siempre quise que fuera acorde con el vestido sin que fuera excesivamente floral para no competir con la corona. Me inspiré en el ramo de Carolina de Mónaco, que tenía forma de pequeña cascada. Amparo Soriano y yo lo reinventamos con azahar, la flor del naranjo, y a la vez, una flor muy típica de Valencia y Sevilla. Destacaría también, junto al ramo, el rosario blanco que me prestó la misma Teresa. Tuvimos mucha conexión desde el principio y me propuso llevarlo junto al ramo para la ceremonia religiosa. Un accesorio prestado muy cariñoso por su parte. ¡Me dio tanta pena devolverlo!".

Acompañada de sus íntimos, Cuca se arregló para el gran día en La Casa del Poeta, un hotel boutique en pleno centro del barrio de Santa Cruz. "Me maquilló Macarena Hinojosa. Ella siempre trabaja con el peluquero José Luis de Castro. Me supieron captar lo que buscaba enseguida. Opté por el pelo suelto, aunque no es lo tradicional, porque es como suelo ir en mi día y día y tenía claro que no quería verme rara. Al igual que el maquillaje, busqué seguir mi estilo y Macarena sabe adaptarse a lo que buscas rapidísimo. Ellos también maquillaron y peinaron a mi hermana y a mi madre, que quedaron encantadas".

Su padre fue quien le llevó del brazo al altar mientras sonaba 'Mediterráneo' de Serrat en versión instrumental, "un homenaje a mis orígenes". Al salir de la ceremonia, a los recién casados les esperaba "una gran traca que mis amigos trajeron desde Valencia en coche antes de ir al lugar de celebración". Después fueron a la finca Villa Luisa para disfrutar de un banquete servido por el catering Delfín Delicatessen y una fiesta increíble.

Como consejo para futuras novias: "La época próxima a la boda es muy estresante, así que recomiendo contar siempre que se pueda con ayuda de un profesional. Una, a veces, quiere asumir al principio más de lo que realmente puede abarcar. Hay que, de todos modos, disfrutar del proceso, luego hasta se echa de menos".