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La boda rústica de Pauli en Girona: la novia con vestido asimétrico y ramo de algodón
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NOVIAS REALES

La boda rústica de Pauli en Girona: la novia con vestido asimétrico y ramo de algodón

Ella, venezolana, y él, catalán, decidieron trasladar su boda hasta Llafranc y reunir a sus familiares y amigos en una celebración del amor

Foto: La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)
La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)

Las vidas de Pauli, natural de Venezuela, y Toni, catalán, se cruzaron en Panamá en noviembre de 2019. "Vivimos ahí desde hace casi 8 años. Nuestra primera cita fue en el cine, donde vimos una peli que detestamos, pero que hoy sigue siendo motivo de risas porque aunque era malísima, fue una gran cita. Hoy trabajamos y hacemos vida aquí junto a nuestro perro golden retriever, Blau, el tercer integrante de nuestro núcleo familiar".

La pedida de mano fue el 2 de julio de 2022, el mismo día que Pauli cumplía 40 años. Toni decidió llevarle ese fin de semana a Bocas del Toro, uno de los archipiélagos más importantes de Panamá. Por la noche, el economista la invitó a cenar. Toni había preparado un rincón superíntimo solo para ellos. Antes de comenzar a comer, Toni decidió arrodillarse y pedirle matrimonio. Pauli se arrodilló de inmediato y ambos terminaron llorando y riendo en el suelo.

placeholder La boda de Pauli en Girona. (David Griso)
La boda de Pauli en Girona. (David Griso)

"Después de cuatro años juntos, tomamos la decisión de casarnos cerca de Llafranc (Girona), un lugar que es muy importante para nosotros como pareja", cuenta la experta en mercado digital. En Llafranc, Toni aprendió a nadar, a compartir en familia y con sus amigos los veranos de infancia y juventud, y casi 40 años después Pauli conoció este lugar gracias a su pareja y se enamoró, tanto como para organizar ahí su boda.

Fijaron la fecha el 23 de agosto de 2023. La ceremonia religiosa, en la iglesia de Sant Julià i Santa Basilissa, en Corçà (Girona), y la celebración posterior, en el Castell de Caramany. "Queríamos que la boda fuese un reflejo de nosotros, orgánico, natural, cómodo y elegante. Por ello, terminó siendo parte de esa nueva tendencia llamada 'aesthetic', porque nos gusta la belleza natural en todos los sentidos. El escenario escogido, que es rústico, no podía ser más acorde. Buscamos materiales como la madera, las telas y elementos antiguos para la decoración. Y a la vez lo mezclamos con objetos como jarrones modernos para darle una onda ecléctica".

placeholder El ramo de novia de Pauli. (David Griso)
El ramo de novia de Pauli. (David Griso)

Para planificar todo, los novios contaron con la ayuda de Núria Ribes, la wedding planer detrás de Lligabosc. "Siempre imaginamos nuestra boda como un acto de amor. No solo del amor entre nosotros, sino el amor hacia nuestros seres más queridos: nuestra familia y amigos más cercanos. Por eso, desde el momento que la planteamos, estábamos claros que queríamos cuidar muchos detalles y hacer sentir a nuestros invitados como lo más especial".

Con una idea perfilada de cómo quería que fuese su vestido de novia, Pauli se topó con el diseñador Joaquín Pérez Valette. "Sabía todo lo que no quería. No quería velo, ni brillos, ni volumen. Por eso, ir a una tienda de trajes de novia no era una opción. Mi objetivo era tener un traje limpio, pero muy elegante y cómodo. Que al ver cualquier fotografía, aguantara el paso de los años. Por eso, no estaba detrás de lo que se lleva ahora o del último grito de la moda. Yo quería que mi vestido fuese atemporal. Buscando diseñadores en España, encontré el maravilloso trabajo de Joaquín Pérez Valette. Me enamoró lo clásico de sus cortes, pero a la vez con un toque atrevido".

placeholder La boda de Pauli en Girona. (David Griso)
La boda de Pauli en Girona. (David Griso)

Acto seguido, comenzó un proceso de creación que, al menos en los primeros contactos, fue a distancia. "Le escribí y agendé una cita con él para hablar de las ideas que tenía. Yo estaba en Panamá y él en Barcelona, y recuerdo que la entrevista era a las 5 de la mañana (hora Panamá) por diferencia horaria. Le expliqué lo que deseaba y Joaquín primero evaluó mi tipo de cuerpo para ver si todas mis ideas eran viables y favorecedoras. Él tiene muy claro qué te puede quedar bien y qué no. La comunicación fue muy abierta, pero sobre todo honesta".

Con las premisas básicas claras, Pauli se subió a un avión para encontrarse cara a cara con el modisto. "Después viajé a Europa para hacer las pruebas de vestido. Joaquín ya tenía una base pretrabajada con mis medidas. Ahí decidimos el tipo de tela, que fuese fresca y que tomara en cuenta que la boda sería en la Costa Brava en verano. También el blanco específico a usar para realzar la tonalidad de piel y el tejido para hacer el gran lazo, que en la práctica haría las veces de velo. Sobre la cola, al final decidimos ponerle algo no tan pronunciado, rescatando de nuevo la comodidad".

placeholder La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)
La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)

Echando la mirada atrás, Pauli recuerda que "fue un proceso muy agradable, con tres pruebas estuvimos listos. Cada vez que iba, no había que hacerle casi ninguna modificación. Estaré eternamente agradecida a todo el equipo".

A sus pies, la venezolana se calzó unas sandalias de Loeffler Randall con lazada en la pala y tacón en bloque. Al margen de las joyas y el ramo, la novia accesorizó su look nupcial con un abanico de Larca Barcelona.

placeholder La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)
La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)

Originalidad, simbolismo y un poderoso mensaje se fusionaron en el ramo de novia de Pauli creado por Montana Taller: "Tampoco quería nada común. El ramo fue hecho con tres ramas de algodón amarradas con el guante de novia que usó mi madre el día de su boda. La flor de algodón es el símbolo perfecto de un matrimonio que ha resistido la prueba del tiempo durante varios años. El algodón es maleable, suave y, sin embargo, increíblemente fuerte. Se considera un símbolo de lo que debe ser un matrimonio. Al igual que la flor de algodón, los matrimonios deben estar llenos de amor, pero deben poder atravesar toda una serie de cambios. También simboliza el impulso de seguir al otro pase lo que pase. Al final, mi ramo de novia acabó en manos de mi mejor amiga, Ana María Lara, porque ella también se casa este año".

Una amiga que tuvo la misión de maquillar a la novia: "Somos amigas desde los 6 años y me hizo muchísima ilusión que ella me maquillase. Este es uno de los recuerdos más bellos de este día. Tenemos una amistad de más de 30 años". El peinado, en cambio, corrió a cargo de Vicky Brea.

placeholder La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)
La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)

En el joyero de la experta en mercados digitales, unos pendientes de Van Daelen y un anillo vintage que perteneció a la época de la infancia de su madre.

Pauli ya estaba lista y salió junto a su padre al encuentro de Toni. "Antes de llevarme al altar, mi padre me dijo que no viera a mi madre para no llorar. Y luego él iba aguantando el llanto antes de entregarme. Para nosotros, la ceremonia eclesiástica era superespecial. Por eso nos esmeramos en escoger música que representara nuestras dos tierras, Venezuela y Cataluña, y de llevar un mensaje de amistad y reencuentro. Como anécdota, un amigo de la escuela ofició la ceremonia, la unión perfecta con música tradicional venezolana y catalana y nuestros amigos del colegio cantando, tocando las guitarras y haciendo una versión especial de 'Stand By Me' para los novios". Como curiosidad, Pauli y Toni se dirigieron a sus invitados al inicio de la ceremonia para darles la bienvenida.

placeholder La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)
La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)

Ya como marido y mujer, cambiaron de ubicación para comenzar los festejos en el Castell de Caramany, una edificación del siglo XV en el Empordà (Girona). "En cuanto a la comida, que para nosotros era un punto muy importante, buscábamos la mejor calidad para nuestros invitados, eso era algo innegociable. Queríamos hacerles sentir lo mucho que les queremos a través de la buena comida, con sabores de nuestras tierras catalanas y venezolanas. Para resaltar las raíces venezolanas, hicimos un córner con diferentes tipos de rones añejados traídos desde Venezuela. También, el postre del almuerzo llamado Orinoco Flow fue trabajado con diferentes texturas de cacao venezolano. Hicimos la recena con diferentes especialidades venezolanas como arepas, tequeños y cachapas".

Un despliegue gastronómico para el que los novios contrataron los servicios de diferentes caterings: 21 de marzo, Don Ostra, Inta y Sweet Mama.

placeholder La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)
La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)

En cuanto a la decoración, "los verdes y crudos en honor a la naturaleza y a los elementos agua y tierra se fusionaron en el salón. Asimismo, elementos florales sencillos y mínimos, pero llenos de color que conversaban con las frutas como protagonistas. Con un toque vintage, que nos representaba a ambos", explica Pauli.

"En las mesas colocamos servilletas personalizadas, bordadas a mano, con los nombres de cada invitado. Nuestro objetivo era poder dar un obsequio que fuese ecoamigable. Y qué mejor manera de darles una servilleta que pudiera llevar a casa. Para destacar las raíces de Lleida, maridamos el menú con vinos de Tomás Cusiné. El corazón siempre se conquista por el estómago. Y luego, el toque de la buena música. Dos de nuestras grandes pasiones en nuestro día. Este sentimiento de tener a tantos seres queridos en un mismo lugar fue lo que elevó nuestra boda y la llevó a otro nivel".

placeholder La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)
La boda de Pauli y Toni en Girona. (David Griso)

Para Pauli y Toni, lo más destacado de su enlace fue el reencuentro "con nuestros familiares y amigos que están en latitudes tan diferentes. Cruzar océanos y recorrer miles de kilómetros para celebrar este momento tan especial y disfrutarlo a tope. El amor que había entre nuestros amigos y familiares. Fue un momento casi mágico, donde no todas las personas se conocían y a la vez hicieron tanto clic".

El matrimonio abrió el baile con una mezcla de dos canciones. "Ambas tropicales, una escogida por mí y otra por Toni: 'Si tú no bailas conmigo', de Juan Luis Guerra, y 'Just the Two of Us' versionada en salsa por Willy Chirino".

placeholder El segundo vestido de novia de Pauli. (David Griso)
El segundo vestido de novia de Pauli. (David Griso)

Tocó cambiar de atuendo y abandonar el vestido de novia de Joaquín Pérez Valette para enfundarse en su segundo traje, un minivestido de fiesta de No Pise La Grama, una marca venezolana, "para rendir tributo al país". Confeccionado con miles de flecos de paillettes plata, el modelo era el idóneo para no parar de bailar ni un segundo. Como calzado, unas zapatillas de deporte de Vans pintadas por la madrina de la boda y la mejor amiga de la novia con un mensaje: 'Me gusta tanto ir de tu mano'.

Como consejo para futuras novias, Pauli dice que "la boda se vive como en tres segundos. ¡Así que disfrútala! Una vez llegue el día, confía y fluye".

Las vidas de Pauli, natural de Venezuela, y Toni, catalán, se cruzaron en Panamá en noviembre de 2019. "Vivimos ahí desde hace casi 8 años. Nuestra primera cita fue en el cine, donde vimos una peli que detestamos, pero que hoy sigue siendo motivo de risas porque aunque era malísima, fue una gran cita. Hoy trabajamos y hacemos vida aquí junto a nuestro perro golden retriever, Blau, el tercer integrante de nuestro núcleo familiar".

Vestido novia Bodas
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