El día de Rocío: boda multitudinaria, vestido de novia bordado con flores y enclave al aire libre

Son muchas las parejas que, antes de su noviazgo, sentaron las bases de su relación siendo buenos amigos. Rocío y Pepe son una de esas. "Nos conocimos en la universidad. Ambos estudiamos Derecho y Administración y Dirección de Empresas en ICADE, pero no empezamos a salir hasta los últimos años de la carrera, aunque antes siempre fuimos buenos amigos". Una promoción y una clase que, en lo que a romances se refiere, fue de lo más fructífera. "Este 2023 ya somos tres parejas que nos casamos entre gente de la misma clase", señala la novia.

Recién licenciados, la historia de Rocío y Pepe continuó su curso en lo personal y en lo profesional. "Tras la carrera, ambos opositamos, aunque a ramas muy diferentes. Pepe se centró en el derecho y actualmente es notario de Fabero, un pueblo en el Bierzo, y yo aprobé la oposición de técnico del Banco de España", detalla.

La pedida de mano fue una sorpresa total. "Las navidades del año pasado, mi familia y yo nos fuimos de viaje a Tenerife, y Pepe vino a pasar unos días con nosotros. Tenía muchas ganas de conocer la isla porque allí fue donde Pepe pasó su infancia. Es verdad que pensé que podía pasar en ese viaje, pero nunca me iba a imaginar que sería el día de los Inocentes y con toda mi familia delante. Pepe es muy familiar y sabía que quería hacer partícipe a los míos, y confieso que fue una sorpresa espectacular", cuenta Rocío.

Con su compromiso matrimonial oficial, llegó el momento de elegir una fecha y un lugar para celebrar la boda. "Teníamos claro que queríamos montar un enlace de día y en un enclave familiar".

Rocío soñaba con pronunciar el 'sí, quiero' en el mismo lugar en el que, décadas atrás, lo hicieron sus padres, sus tíos y sus primas. "Quería celebrar mi boda en la finca familiar donde he vivido toda mi vida: en la finca Saudade. Desde hace unos años, la parcela de mi abuela se alquiló y el Mentidero de la Villa gestiona y ha hecho un trabajo espectacular adecuando la casa. Casarme ahí era una tradición que sí o sí quería cumplir".

Ubicada en la localidad madrileña de Galapagar y rebautizada como Villa Saudade, fue el sitio elegido por Rocío y Pepe para cambiar de estado, de civil a casados, en compañía de sus familiares y amigos.

Por suerte, además del banquete, la pareja pudo organizar en la capilla de la finca la ceremonia religiosa. ¿El día? El 12 de octubre de 2023. "La verdad es que la fecha nos vino un poco dada por las circunstancias, teníamos claro que queríamos una boda de día y era la única fecha que quedaba libre, pero la verdad es que nos encantó que fuera una fecha con tanto significado".

Fecha y enclave marcados, wedding planners elegidas, Eva y María de Bodas Colorín, y Rocío podía dedicar todos los esfuerzos a encontrar el vestido de novia de sus sueños. "No tenía ni una idea clara. De hecho, la idea inicial no se parece en nada a lo que terminó resultando, esa es una de las cosas especiales de trabajar con Sole Alonso".

Con una larga trayectoria como modista nupcial a sus espaldas y un estilo tan definido como particular, Sole Alonso resultó ser la persona idónea para idear y armar el traje de novia de la abogada. "Hace un trabajo espectacular y la recomiendo muchísimo. Crear desde cero un vestido con Sole y todo su equipo es, en sí mismo, una experiencia. Poco a poco, vas viendo opciones y probándotelo. Siempre están abiertas a ideas que se te ocurran, pero también saben aconsejarte con mucho criterio, y ya si tienes en cuenta la experiencia y el gusto, nada puede ir mal", explica la novia.

Un proceso de creación lento y seguro en el que el traje fue tomando cuerpo y forma, y que Rocío pasó en compañía de su familia.

"Tuve la suerte de contar con mi equipo de consejeras que me acompañó a las pruebas: mi abuela, mi madre y mis hermanas, y la verdad gracias a ellas, y a Sole, obviamente, el vestido fue tomando la forma que tomó", explica Rocío. Nada más entrar al estudio de la diseñadora, la abuela de la novia se fijó en un tejido que terminaría por ser el protagonista. "Ahí, apoyado en una esquina, estaba el rollo de la tela con la que hicimos la falda. Al verlo, todas nos enamoramos".

Hablamos del material de tul con flores bordadas a contraste con el que el equipo de Sole Alonso construyó la falda. De escote en pico, hombros marcados y manga al codo, de la cintura ajustada brotaba esa pieza tan especial que convirtió al look de Rocío en un look nupcial diferente. "Me sentí muy arropada al tener a mi familia durante todo el proceso, ya que al final, varias cabezas piensan más que una, y siempre se nos ocurrían juntas posibles cambios. Me ayudaron a salirme un poco de lo normal, pero siempre manteniendo mi personalidad".

Un vestido de novia que Rocío accesorizó con un velo de tul voluminoso que, para la ceremonia religiosa al aire libre, luciría cubriendo su rostro. En cuanto a las joyas, además del anillo de compromiso, "llevé los pendientes que me regaló su familia en la pedida, ambas joyas son de Carbal Joyeros".

Para el calzado, confió en Ceibo Concept: "Buscaba unos zapatos cómodos y de un color que no fuera ni blanco nuclear, ni que llamaran mucho la atención. Quería que fueran femeninos y algo diferentes, ya que el vestido en sí mismo ya era bastante distinto".

El equipo de Elena Suárez ideó toda la decoración floral de la boda, empezando por el ramo. "Lo elegí en coordinación con el vestido. Quería un ramo de flores blancas, pero no demasiado, puesto que el chaleco que llevaba integrado el traje estaba confeccionado con un tejido de lino que no era blanco impoluto y buscaba unas flores que no contrastasen en exceso".

El día había llegado y Rocío debía ponerse a punto. "Me arreglé en casa de mis padres. Del maquillaje y el peinado, tanto mío como el de mi madre y mis hermanas, se encargaron Patrizia Sanchez, Fini Rico y Ángela Blanco". Un amigo de la infancia de la abogada condujo el coche que la llevaría a la ceremonia: "Aunque el viaje fue muy corto, fui con mi padre en un coche antiguo de Lindaraja Clásicos, la empresa familiar de mi amigo".

"El tiempo estuvo de nuestra parte y conseguimos montar la ceremonia al aire libre con el altar en el porche y todos los invitados bajo los pinos. Nos acompañó la música del Grupo Alborada, que consiguieron hacer la ceremonia aún más especial. La ofició un amigo de la infancia de mi padre, al cual conozco de toda la vida", cuenta Rocío sobre la ceremonia religiosa.

Más momentos musicales que marcaron la boda de Pepe y Rocío. "Tras convertirnos en marido y mujer, sorprendí a Pepe con dos gaiteros gallegos, él es medio gallego, medio toledano. Su cara al verles... ¡No se me olvidará nunca! El cóctel estuvo amenizado por el violinista Pablo Navarro, y después, la fiesta con el grupo The Ducksons y el DJ Diego Gilca, todos hicieron que fuera una boda especial y superdivertida", rememora.

Rocío admite que sin la ayuda de Eva y María de Bodas Colorín, su enlace no hubiera sido igual: "Fueron esenciales, gracias a ellas estuve tranquila durante todo el proceso. La verdad es que la boda fue espectacular y lo que siempre me gusta destacar es el trabajo de toda la gente que estuvo detrás".

Elena Suárez logró que "el salón del comedor se convirtiera en un bosque encantado, quedó espectacular". Eso, sumado a la papelería de El Tintero o las láminas de María Núñez-Robres, ayudó a que el día de su boda saliera incluso mejor de lo previsto.

Echando la mirada atrás, Rocío dice que "creo que nos pasa a todas las novias, que el día de nuestra boda se nos pasa volando, y así fue. Aun así, pienso que conseguimos disfrutar cada instante, nos hizo un día espectacular, el último día de verano. Es muy difícil de explicar cómo fue, pero conseguimos tener una boda multitudinaria, muy divertida y a la vez muy familiar, y quienes nos conocen saben que nos representa bastante. Además, como ambos somos de buen comer, nos alegró mucho que nuestros invitados nos comentaran que la comida fuera un éxito total".

Tocaba abrir el baile en el jardín y Rocío y Pepe mantuvieron a raya la tradición. "Tenía bastante respeto al momento del baile, entre otros motivos, porque ni mi padre ni yo tenemos mucho ritmo. Al final optamos por un vals clásico y sencillo, en concreto, la canción 'Gramofon' de la Symphony Orchestra of the National State Teleradiocompany of the Republic of Belarus, que descubrí gracias a una de mis mejores amigas", explica la abogada.

Concluimos con el consejo de Rocío para futuras novias. "Es el que me dieron a mí: no pasa nada si algo sale diferente a como lo tenías planeado porque nadie sabe cómo debería ser. En mi opinión, lo importante es recordar que estás rodeado de gente que te quiere, que es una celebración y que lo más relevante es el matrimonio, todo lo demás son detalles".