La pasarela manda: el negro vuelve a colarse en los vestidos de novia

Por chocante que resulte a priori, la relación del negro con las novias viene de largo. Bueno, con las novias en general no, solo con unas decididas y atrevidas que, aliándose con el color clásico por excelencia, transformaron su vestido de novia de común y corriente a increíblemente cool.

De un tiempo a esta parte, el uso del negro en la moda nupcial parecía haberse diluido a favor del minimalismo y la atemporalidad, dos máximas impuestas en la moda nupcial tras la pandemia, pero ahora, bajo la doble premisa de irradiar personalidad y altas dosis de estilo el día de la boda, el negro ha vuelto. Lo vemos en las novias anónimas y también sobre las pasarelas.

Para su última colección presentada durante la Semana de la Moda de Londres, Richard Quinn jugó con el blanco y el negro en sus trajes. Amante de lo bucólico y lo romántico, el británico es asiduo a probar formas y patrones diferentes para crear así nuevas y favorecedoras siluetas de mujer. La línea a la que nos referimos desató la locura en las redes sociales. Bella, preciosista y muy elaborada, en ella se esconden los vestidos de novia más increíbles que hemos visto en los últimos tiempos y algunos de ellos contaban con detalles en negro.

Adornados con flores en 3D, lazos, pedrería y cristales, insistimos, los modelos de silueta clásica sumaban toques de color negro. Y si Quinn, toda una institución en la industria de la moda que llegó incluso a contar con el beneplácito de la reina Isabel II (recordemos que la monarca asistió a su desfile de otoño 2018 en la London Fashion Week para entregarle The Queen Elizabeth II Award for British Design), apostó por este contraste, es porque de verdad se lleva.

Aunque el blanco inmaculado, el blanco roto o el beis muy muy claro siguen dominando los vestidos de novia, en 2024 convivirán con el negro, que se cuela en pequeñas dosis, muy cool, como detalle destacado y creando contraste. Lo cierto es que si estudiamos los looks vistos en los desfiles, encontramos que para lucir el negro en tu boda hay un sinfín de elementos: lazos, botones, paneles, broches, bordados, guantes, fajines o zapatos. La clave está en no abusar y que sea un simple detalle.

Como señalábamos al principio, el negro sobre el vestido blanco de la novia no es un adorno novedoso y su flechazo con el universo nupcial viene de largo.

Ya en 2016 Karl Lagerfeld, como director creativo de Chanel, incluyó varios vestidos de novia en su desfile salpicados de negro. En los puños, drapeando el cuerpo del traje o a modo de adorno mediante lazadas, el gran káiser vaticinó una de las tendencias de moda que hoy manda en las colecciones de las firmas.

Donde nunca ha perdido fuelle el negro, siempre como detalle, es en los looks de las conocidas como las novias reales, esas mujeres anónimas que inspiran a otras con sus atuendos. Como ejemplo, el traje de Macarena creado por Helena Mareque. Formado por dos prendas, un abrigo ligero con cola y un vestido de corte minimalista, el negro estaba presente tanto en los puños del abrigo como en el traje base.

Si estás en el arduo proceso de crear tu vestido de novia y la idea de inyectar algún elemento negro se te ha pasado por la cabeza, recuerda la máxima: siempre en pequeñas dosis y como accesorio, nunca protagonista.