La boda de Navidad de Carla: dos vestidos de novia, una finca en la sierra de Madrid y concierto de Henry Méndez

Diciembre era el mes que había marcado su historia y diciembre tenía que ser el mes elegido para celebrar su boda. Carla, periodista de 29 años, y Quini, exfutbolista y empresario de 44 años, querían un día mágico y la Navidad les ayudó a convertir ese sueño en realidad. "Nos conocimos un diciembre de hace 8 años en el cumpleaños de un amigo en común y me lo pidió el diciembre de 2023. Quini me hizo la gran pregunta en un plató de televisión en el que trabajamos junto. Él era futbolista y yo periodista, los dos teníamos una sección de deportes", cuenta la novia.

Así, este 14 de diciembre, Carla y Quini convocaron a sus familiares y amigos íntimos en una boda de Navidad simplemente mágica.

"Siempre habíamos imaginado nuestra boda como un día mágico, pero la realidad superó nuestras expectativas. Fue un día insuperable e incomparable a cualquier otra experiencia, el mejor de nuestra vida con toda nuestra gente alrededor", cuenta.

175 invitados reunidos en una finca ubicada en la sierra de Madrid. Una finca única, la de Prados Moros, que, además de ser testigo del enlace de esta pareja, hace unas semanas acogió la boda de los cantantes Ana Guerra y Víctor Elías. Situada en Guadarrama, a solo 30 minutos del centro de la capital, es un espacio envuelto por la naturaleza y con un precioso paisaje como telón de fondo. Allí se celebró tanto la boda civil como el banquete y la fiesta de Carla y Quini.

En este capítulo de sus vidas, los novios no estuvieron solos y confiaron la organización de la boda en expertos. "Bea Rojo Chinchilla y María Araluce Escalona fueron nuestras wedding planners. Ellas trabajan siempre en la finca Prados Moros y son las hadas madrinas con las que todas soñamos para nuestro gran día: resolutivas, empáticas, supertrabajadoras y encantadoras", confiesa Carla.

Mientras el enlace cogía forma y se planificaba cada detalle, la periodista pudo dedicarse al otro asunto de vital importancia en una boda: encontrar diseñadora para su vestido de novia. En su caso, para sus dos vestidos de novia.

"Con Valenzuela fue un flechazo a primera vista. En la primera visita a su atelier supe que no necesitaba ver más, así que me hicieron el boceto, acepté, no miré más firmas y después, llegaron las cinco pruebas", resume la novia. Carla habla de Cristina Valenzuela y su taller de la calle Serrano, 210, Madrid, ese al que acuden cada temporada las novias más clásicas en busca y captura de un look nupcial a medida, y también, la actriz Belén Rueda.

Tal y como contó Vanitatis en exclusiva, Valenzuela será la encargada de vestir a Belén Ecija, hija de la actriz y del productor Daniel Ecija, en su boda con Jaime Sánchez el próximo 2025. "Valenzuela nace en el año 2000 de la mano de Cristina Valenzuela, su directora creativa. En ese momento, Cristina, arquitecta de interiores, crea su primer showroom en un pueblecito de 100 habitantes, en el que se dedicaba a la decoración de hoteles, posadas, restaurantes y stands. Al año siguiente, movida por su pasión desde pequeña por la moda, abre su primer atelier en Majadahonda que compaginaba con su estudio de arquitectura", reza el manifiesto de su página web.

"Siempre tuve muy claro que quería un vestido minimalista con escote Bardot y un velo con cuerpo y volumen", confiesa la periodista. Una idea muy clara y una inspiración royal, "mi inspiración fue Meghan Markle, que también optó por un velo XXL para su boda y unos zapatos estilo salón parecidos".

Con estas premisas, Valenzuela diseñó el primer vestido de novia que Carla llevaría para dar el 'sí, quiero' a Quini. Escote Bardot con dobladillo en la parte frontal y escote en pico en la espalda, manga larga, cuerpo corsé, minibotones decorando la parte trasera y falda recta con una abertura en la espalda. Sencillo, elegante y minimalista. Un look nupcial perfecto para una boda de Navidad.

Para este primer outfit, Carla sumó un velo de tul voluminoso, unos pendientes largos y una redecilla doble con circonitas y acabado plata y dorado, ambas piezas de La Unike Novias, unos zapatos de salón de Lodi, una estola de piel blanca de Peletería Carlos y su anillo de pedida, una sortija de Suarez.

El ramo de Flores en el Columpio cierra los accesorios. "Era un bouquet con claveles blancos de tallo largo. La cinta, doble de terciopelo y organza, me la hizo una amiga y la bordó con nuestras iniciales".

El novio, Quini, confió su total look en Félix Ramiro: un chaqué clásico fabricado en lana de color gris acompañado de una camisa blanca, tirantes y una corbata con un original print floral.

El día de la boda había llegado. Carla delegó su maquillaje y peinado en María Ávalos y su equipo. "Me arreglé en el hotel Box Art de Collado Mediano con una de mis seis damas de honor y mi madre. La bata que llevé para los preparativos me la hicieron a medida en Melati Concept. Luego salí del hotel con mi padre en un coche antiguo, en un Rolls-Royce verde pastel de Classic Road Trips Toledo, y fue con él con quien hice la entrada a la ceremonia civil en la finca".

Cuando Carla y su padre entraron en el salón, comenzó la ceremonia civil con Rodolfo McCartney como oficiante. "Recuerdo con especial cariño las lágrimas de Quini al verme y la emoción de tener a toda nuestra gente junta". Otro detalle más que la novia destaca de ese momento, "las lecturas de mis amigos de toda vida y dos de mis damas de honor".

Convertidos en marido y mujer y tras el cambio de la tradicional lluvia de arroz por nieve, los novios sorprendieron a sus invitados con "un humo de colores" en los exteriores de la finca. Todavía quedaba una sorpresa más, esta vez para ellos, "el grupo Meler nos cantó después de que nos tiraran la nieve al salir".

En cuanto a la decoración y como no podía ser de otra manera, la Navidad fue protagonista. "Fue una decoración navideña en tonos burdeos y verdes, principalmente. Tuvimos dos árboles de Navidad XXL, uno en el cóctel, donde colgamos el seating plan de las mesas organizadas por ilustraciones y nombres de mascotas de los invitados, y otro en la entrada del salón principal. Además, llenamos todo de flores navideñas y cuidamos cada detalle para que se respirara el espíritu de estas fechas".

La banda sonora del coctel la puso Miss Violina. "Tuvimos cóctel reforzado de dos horas con más de 20 elaboraciones y 4 kioscos fijos: steak tartar bar, bodegón de quesos nacionales, jamón ibérico de bellota 'Dehesa Casablanca' y una tortillería".

Después, para la comida, Carla y Quini escogieron un menú de dos platos. Como principal, carrillera de ternera glaseada en su jugo con manzana y tirabeques, y un postre, tarta árabe con almendra crocanti y frutos rojos. Por último, una tarta de tres pisos de Anel Cakes. "Entramos al salón con 'Será porque te amo' de fondo".

Uno de los momentos más divertidos fue cuando "montamos un bingo y como premio sorteamos una Vespa", cuenta la novia.

Para abrir el baile, Carla y Quini contaron con la ayuda del cantante Henry Méndez. "Recuerdo las caras de mis amigas al ver a Henry Méndez, ¡fue increíble! Entramos directamente con él cantando ‘Noche de estrellas’ sorprendiendo a todos los invitados. Fue el inicio de un show del artista, el último de su gira 2024. No queríamos hacer el típico baile y decidimos que era mejor así".

Fue entonces cuando Carla se cambió de vestido para lucir el segundo traje que Valenzuela había diseñado para ella. Un minivestido de escote asimétrico con una única manga decorado con plumas al que sumó unos pendientes de Aca Cerezo.

Cerramos el álbum de boda de Carla y Quini con las recomendaciones de la periodista para futuras novias. "Que todo pasa por algo. En el camino a nuestro gran día nos fallaron un montón de ideas, sorpresas que se cayeron en el último momento, personas que sufrieron imprevistos horas antes (siempre ocurre)… A lo que tenga solución, buscársela, y a lo que no, mejor olvidarse de ello. Lo que tiene que ser, termina siendo, y si no es que no tenía que ser. También, disfrutar del día a tope y no separarte demasiado tiempo de tu pareja, que es un día de y para los dos".