Es noticia
Menú
Abrimos el álbum de Ana: un vestido de novia clásico de Alberto Palatchi con mantilla y una boda a orillas del mar Cantábrico
  1. Novias
NOVIAS REALES

Abrimos el álbum de Ana: un vestido de novia clásico de Alberto Palatchi con mantilla y una boda a orillas del mar Cantábrico

Llanes, Asturias, fue el punto de encuentro de Ana y Santi, una mexicana y un español, y Llanes también fue el lugar elegido para celebrar su boda

Foto: La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)
La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)

Verano tras verano, Ana viajaba de México a Llanes, Asturias, para visitar a su familia materna. "Yo soy mexicana y siempre viví en México, pero la familia de mi mamá es de Llanes. Solíamos ir todos los veranos un mes o así a Llanes para pasar tiempo con la familia", comienza el relato. Uno de esos veranos, el destino cruzó su camino con el de Santi. "Tenía un grupo grande de amigos y, coincidencias de la vida, algunos de ellos estudiaron la carrera con Santi y lo invitaban a veces a Llanes, pero nunca habíamos coincidido. Un verano que él fue en fechas que no solía ir, nos presentaron en una verbena. Fuimos un par de años amigos y un verano decidimos intentarlo", confiesa la novia.

Un tiempo a distancia y después, mudanza a la capital. "Me fui a hacer un máster a Londres y por fin había menos distancia. Tras eso, nos mudamos juntos a Madrid", cuenta. Cinco años más tarde, Santi pidió su mano.

placeholder La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)
La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)

"Santi me pidió la mano en el Cabo Peñas, el punto más al norte de Asturias. Fue en abril de 2023. Como parte de los invitados vendrían de México, no nos quedó más remedio que planear la boda con más de un año de anticipación", apunta la directora de comunicación de una ONG internacional.

El consultor financiero y ella fijaron la fecha para 22 de junio de 2024 en Llanes, la ciudad donde comenzó todo. "Fue boda de tarde. La misa se celebró en la Basílica de Santa María del Concejo y la recepción fue en la Finca de las Nieves".

placeholder
placeholder La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)
La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)

Más de un año de planificación minuciosa, y Ana y Santi fueron ayudados en el gran día por un equipo de profesionales. "Sin ellas el día no habría salido tan bien. Contratamos a las wedding planners de Mil Luciérnagas. Ainara, junto con su equipo, nos hicieron la vida mucho más fácil. Solo contratamos la coordinación del día de la boda, ya que los proveedores ya estaban elegidos, pero ellas nos ayudaron con todo y más: desde consejos y la búsqueda de decoración, hasta darnos la tranquilidad de que todo lo que imaginábamos era posible y que ese día todo iba a salir bien. Al ser mexicana y no haber asistido a tantas bodas en España, tenía muchas dudas sobre cómo se hacían las cosas aquí, qué era típico y qué no podía faltar. Ellas nos ayudaron a definir todos esos detalles y a que todo estuviera perfectamente organizado"

"Queríamos que nuestros invitados (un total de 230) lo pasaran genial y fuera una boda divertida, y creo que lo conseguimos", recuerda.

placeholder La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)
La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)

"Organizamos todo durante el mes después de definir la finca y la verdad que tuvimos muchísima suerte con los proveedores: todos los que queríamos estaban disponibles. Teníamos clarísimo que queríamos casarnos en Llanes, el lugar donde nos conocimos. Yo sabía que quería al fotógrafo Pelayo Lacazette, que es amigo de la familia de toda la vida y soy fan de su trabajo. También queríamos una banda divertida para la fiesta y terminamos eligiendo a Villaboy Band", habla así de algunos de sus aliados.

¿La última elección? El vestido de novia de Ana. "Nunca me imaginé con un vestido hecho a medida porque soy muy visual, y la idea de no poder verlo hasta que estuviera terminado me ponía nerviosa. Además, mi madre tiene una tienda de vestidos de novia en México, se llama Ceremonia y tiene varias marcas, así que tenía que ser de allí. Crecí entre vestidos de novia y siempre me encantó probármelos, así que supe que tenía que ir a México para celebrarlo con mi familia y probarme toda la tienda. Finalmente, elegí un vestido de Alberto Palatchi".

placeholder La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)
La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)

Una vez en la tienda familiar, Ana cambió su idea de traje inicial por un modelo clásico de líneas depuradas. "En realidad, tenía en mente algo completamente diferente a lo que elegí. Me imaginaba un vestido completamente de encaje, pero al probármelos me veía como una niña de Primera Comunión. El vestido que escogí fue el tercero que me probé, y solo me lo puse porque todas las chicas de la tienda de mi madre querían verme con él. Fue amor a primera vista; me lo puse y pude imaginarme el look completo".

Con el vestido confeccionado ya como parte de la colección de Alberto Palatchi, el empresario e hijo del fundador de Pronovias, no hubo un proceso de creación, pero sí un plan para definir el look completo. "Tenía varias ideas de peinados, tocados y velos, pero sabía que primero tenía que elegir el vestido para ver qué encajaba mejor. Como el vestido era muy sencillo, sabía que una mantilla le daría un toque especial, y decidí llevar una con bordados de siemprevivas, una flor típica de una de las fiestas de Llanes. También quería un tocado original, algo más parecido a una joya, y cuando vi unas flores metálicas doradas, me encantó la idea. Opté por unos zapatos color vino de la marca española Raquel, a juego con mis uñas y el lazo del ramo".

placeholder
placeholder La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)
La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)

"El ramo lo hizo una floristería de Llanes llamada El Navariego. Era un ramo grande, con mucho verde y flores blancas, y como he apuntado, cerrado con un lazo color vino. Quedó espectacular".

Santi fue igual de clásico y sencillo al elegir su look. "Optó por un traje de tres piezas con chaleco y camisa a medida, todo hecho en Sastrería Plácido en Oviedo. Llevaba unos gemelos Montblanc y una corbata que también compró en la misma sastrería. El traje era precioso, con un chaleco que destacaba especialmente", señala la experta en comunicación.

placeholder La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)
La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)

El día señalado había llegado. "Me maquilló Lorena Carbajal y me peinó Bárbara de una peluquería llamada Barbareando. Ambas fueron increíbles, no solo por lo bien que lo hicieron, sino por lo cómodas que nos hicieron sentir a todas las mujeres de mi familia. Me arreglé en la casa de mis padres en Pancar, un pueblo cercano a Llanes. Había muchísima gente en la casa (la casa de veraneo de mi abuela, donde estaba toda mi familia mexicana, está enfrente). Estábamos mi madre, mis tres tías, mi abuela y tres amigas, todas arreglándonos juntas. Además, estaban todos mis primos, mi padre y mi hermano entrando y saliendo de la sala. La verdad fue muy divertido y especial tenerlos a todos cerca".

Cumpliendo la tradición, Ana fue a la ceremonia religiosa junto a su padre y padrino. "Uno de mis primos conducía el coche, un coche antiguo que tenía su truco. Se nos caló varias veces en el camino, pero fue todo risas", recuerda.

placeholder
placeholder La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)
La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)

"Entrar a la iglesia fue un momento muy especial. Una amiga me dijo: 'Sabes que vas lo suficientemente lento cuando puedes ver la cara de tus invitados', y realmente fue mágico ver las caras de todas las personas que quiero. Luego, al ver a Santi, fue increíble; yo no sabía nada de su traje y estaba guapísimo. Lo más especial de la ceremonia fue la salida. Santi quería salir con el himno del Real Oviedo, y yo siempre dije que no, pero al final se lo pedí como sorpresa a los músicos. Santi se sorprendió mucho y, como ya no había nadie dentro de la iglesia, pudimos reírnos bastante de la sorpresa. Al salir, todos los invitados estaban esperándonos fuera, y un grupo de gaitas tocaba 'Asturias, patria querida'. Ese momento de celebración saliendo de la iglesia lo recuerdo como uno de los más felices de mi vida".

La boda superó todas sus expectativas. "En la luna de miel comentamos que no habríamos cambiado nada. Fue un día relajado, lleno de personas queridas, y sentimos el cariño de todos los presentes. Todo salió bien: logramos evitar la lluvia, que había sido muy intensa toda la semana, y disfrutamos cada momento", rememora.

placeholder La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)
La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)

Una vez convertidos en marido y mujer, dieron comienzo los festejos. "El cóctel fue divertidísimo, ya que todo lo importante había pasado y era momento de disfrutar. Durante el cóctel, tocó un grupo de jazz que encontramos en las calles de Oviedo, y nos encantó porque dio un ambiente muy especial. Recuerdo la atmósfera, era acogedora y la gente se sentía relajada y feliz".

En cuanto a la decoración, "no había una temática específica, solo quería que la boda encajara con el ambiente de una finca asturiana, algo sencillo pero bonito. Había ramos de hortensias en varios lugares y los centros de mesa eran velas con hortensias y hojas verdes. Lo más especial fue la carpa, que era transparente y estaba decorada con microbombillas y una guirnalda de plantas en el centro. Para la pista de baile quería poner bolas disco, pero no las encontré por ninguna parte, así que compré unas bolas plateadas que al inflarlas hacían efecto espejo. La floristería las colgó del techo junto con un arreglo verde, y brillaban muchísimo con las luces de la fiesta".

placeholder
placeholder La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)
La boda de Ana y Santi. (Fotos Pelayo Lacazette)

En la mesa aguardaba un menú 100% asturiano: crema de andaricas sobre lajas de pixín y langostinos, pitu caleya con patatinas y nido de pimientos, y tatín de manzana con oblea y almendra caramelizada.

Para abrir el baile, Ana y Santi escogieron 'Un año' de Sebastián Yatra, "ya que nos recuerda mucho a nuestra propia historia". Como consejo para futuras novias, "que no se estresen por querer que todo salga perfecto. Lo que tus invitados realmente quieren es comer bien, divertirse y, sobre todo, celebrarte a ti y a tu pareja. Recuerda que las personas que están allí son quienes más te quieren, así que disfruta", sentencia.

Verano tras verano, Ana viajaba de México a Llanes, Asturias, para visitar a su familia materna. "Yo soy mexicana y siempre viví en México, pero la familia de mi mamá es de Llanes. Solíamos ir todos los veranos un mes o así a Llanes para pasar tiempo con la familia", comienza el relato. Uno de esos veranos, el destino cruzó su camino con el de Santi. "Tenía un grupo grande de amigos y, coincidencias de la vida, algunos de ellos estudiaron la carrera con Santi y lo invitaban a veces a Llanes, pero nunca habíamos coincidido. Un verano que él fue en fechas que no solía ir, nos presentaron en una verbena. Fuimos un par de años amigos y un verano decidimos intentarlo", confiesa la novia.

Vestido novia Bodas
El redactor recomienda