Juan Diego Sandoval, el encargado de montar las bodas más exclusivas de Madrid: "Nuestros enlaces son como un traje a medida"

Sobra decir que el apellido Sandoval está ligado a la 'Champions League' de la gastronomía. Con Mario (Sandoval) a la cabeza, el trío lo cierran Rafael y Juan Diego. Con dos estrellas Michelin, tres soles Repsol, el Premio Nacional de Gastronomía​ de 2013 y dos buques insignia, Coque Madrid y la finca Jaral de la Mira, el afamado cocinero siempre se ha apoyado en su familia. Juan Diego Sandoval, además del director de sala del restaurante Coque, es el artífice de los espectaculares montajes nupciales que se levantan en la finca Jaral de la Mira.

"Desde pequeño vi en mí algo que se movía por dentro cuando mi padre hacía catering fuera de casa", cuenta Juan Diego a Vanitatis. Gracias al ejemplo de su padre, "aprendí lo que era el orden, la organización y las pautas definidas para conseguir el objetivo diario. Desde entonces, a mis 52 años, atesoro que por mis manos y mi cabeza han pasado los mejores eventos de la ciudad y cada día mi trabajo me sigue apasionando más", confiesa.

Ubicada en San Lorenzo de El Escorial, en plena sierra de Guadarrama, la finca el Jaral de la Mira se ha convertido en uno de los enclaves más solicitados por los novios de Madrid y sus bodas, las más exclusivas. Encabezando ese equipo de profesionales está Juan Diego Sandoval. De cómo son sus bodas, el servicio tan personal como cuidado que ofrecen a sus parejas y de mucho más hemos hablado con él.

PREGUNTA. ¿Cuál es vuestra filosofía de trabajo?

RESPUESTA. Crear un equipo fuerte en cada espacio y con cada departamento. Es un equipo que está impregnado de tu filosofía y valores: respeto al producto, el orden, la filosofía de trabajo… La puesta en escena y entender que tenemos en nuestras manos el día más importante de la vida de las personas son básicos para nosotros. Tenemos que sacar la mejor versión de cada uno de nosotros.

P. ¿Cómo trabajáis las bodas y el proceso creativo detrás de ellas?

R. Cada pareja es diferente y el proceso creativo depende de la época del año, los novios, de su estilo, su edad… Fluimos con cada pareja y vemos qué es lo que va más con ellos es su día y ese día tiene que hablar solo de ellos, no de nosotros.

P. ¿Qué son las bodas para vosotros? ¿Y cómo son las vuestras?

R. Cada boda es única, pero todas tienen en común nuestra marca, que es el amor por nuestro trabajo, la ilusión que le ponemos a cada una y sobre todo la adaptabilidad a lo que cada pareja necesita. En todas ponemos la misma ilusión, ganas y trabajo, pero hay una energía que hace que cada boda salga como son las parejas. Nuestro trabajo siempre está rozando la excelencia, pero el 10 lo da el día de la boda, tal y como todo transcurre, los invitados… Respondiendo a la segunda pregunta: nuestras bodas tienen un gran compromiso, dedicación y conocimiento. Hay días que llegamos a medir la luz que entra por un salón o la hora del atardecer para que tengan esa sesión de fotos irrepetible. La presencia de la cocina en el cóctel nos encanta, la puesta en escena sorprende y engancha y además el directo no nos da miedo, nos exponemos en cada boda con cocina en el momento y eso es un lujo al alcance de pocas personas. Tenemos agricultura plantada en nuestra huerta por la mañana que cocinamos en los eventos por la tarde con nuestros cocineros. Luego directamente al plato.

P. ¿Qué rasgos os diferencian y os han posicionado como referentes en el mundo nupcial?

R. Sin ninguna duda la pasión que todo el equipo le pone a cada boda. Nos entregamos y en cada boda somos los primeros que lo pasamos en grande porque nos encantan los eventos y cada día trabajamos con emociones. No perdemos de vista que es un día único para la pareja y que cada detalle cuenta, lo damos todo y al día siguiente ponemos de nuevo el contador a cero para la siguiente boda.

P. ¿Qué buscan los novios hoy en día?

R. Cercanía, accesibilidad, personalización, empatía, cada vez queremos humanizarlo todo más y que las bodas sean un traje a medida. Ninguna boda se parece a la anterior, ese es nuestro objetivo.

P. En concreto, ¿cómo son las parejas que acuden a vuestras oficinas?

R. Es una finca con una belleza natural sin ningún escenario, nada impostado, se ha respetado lo que la naturaleza nos ha pedido. Las parejas que vienen a conocernos traen como premisa esos mismos valores, ahí es donde conectamos y ambas partes sabemos que ese día ocurrirá en ese lugar.

P. Desde que unos novios os eligen hasta el día de la boda, ¿cómo se desarrolla vuestro trabajo?

R. Les hacemos seguimiento desde el principio y les explicamos bien cuál sería el proceso. Retomamos para la prueba de menú, meses antes estamos muy cerca de ellos, hacemos seguimiento con reuniones, visitas a la finca, pulimos detalles semanas antes, pero independientemente de todo ello, cuando ellos necesitan algo a lo largo de todo el proceso, siempre saben dónde encontrarnos.

P. Ya el día del enlace, ¿cómo transcurre la boda?

R. Nervios, ilusión, incertidumbre, coordinación, ganas… Transcurre con todo esto y con muchas más emociones. Son emociones comunes a los novios y a nosotros también. No perdemos de vista el control de la situación y por supuesto la sonrisa, pase lo que pase, estamos en un lugar de celebración y felicidad.

P. ¿Cuál es la petición más rara/original que os ha llegado sobre la mesa?

R. Hoy día ya no hay nada raro, en las bodas todo vale.