La boda que reunirá a la jet set andaluza este otoño en Marbella: finca exclusiva, concierto de los hermanos Soto y con Alberto Herrera y Rocío Crusset invitados

Esta temporada Andalucía está acogiendo algunos de los enlaces más mediáticos de 2025. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana Jerez fue testigo del 'sí, quiero' entre Piergiacomo Agostini, hijo del legendario piloto de motociclismo Giacomo Agostini, y Leticia Fernández de Villavicencio, nieta de los marqueses de Genal. Semanas antes hacían lo propio en Sevilla el humorista Juan Amodeo y Claudia Molero, y Patricia Cadaval, hija de César Cadaval de 'Los Morancos', y Pablo Cacace. El próximo sábado le tocará el turno a Claudia Jiménez, hija de Raquel Revuelta, en Zahara de los Atunes (Cádiz), y el 4 de julio, serán Luis Astolfi Flórez, hijo del jinete Luis Astolfi, y Cristina Serrano, quienes se casen en Marbella.

Precisamente, y ya en otoño, la segunda parte de la temporada nupcial volverá a poner el foco en esa ciudad malagueña. Se casan la brasileña Luiza Martins de Melo y el sevillano Pablo Pascual-Terrats, cuñados de Carmen de la Puerta, diseñadora de Vogana, en la que promete ser una de las bodas más potentes del año.

Quiénes son los novios

Que los novios estén asistiendo a la mayoría de enlaces y que los looks de invitada de Luiza estén arrasando, como el que lució en la boda de Patricia Cadaval con un vestido de Nicolás Montenegro, ha puesto a la pareja en el foco. Hagamos las presentaciones oficiales. Padres de una hija, Luiza Martins de Melo es una brasileña que cambió su país natal por amor y Pablo Pascual-Terrats, es el hermano de Nacho Pascual-Terrats, marido de Carmen de la Puerta, fundadora y diseñadora de la marca Vogana. Pablo y Nacho son los herederos de una las empresas líderes en el sector de la construcción.

Los caminos de Luiza y Pablo se cruzaron en Ibiza. "Nuestro encuentro estaba escrito en las estrellas, literalmente, ya que mi astrólogo me había dicho que tenía que pasar mi cumpleaños ahí porque iba a conocer una persona muy especial. Los dos fuimos a una fiesta en el Beach Club 'Destino' de Pacha en la que pinchaba el DJ Solomun, y allí nos conocimos. Desde aquel día supe que algo más grande nos unía, que no era casualidad, era el destino".

Cuando esas vacaciones llegaron a su fin, Luiza volvió a Río de Janeiro y Pablo, a Sevilla. "Después de un mes de aquel primer encuentro en Ibiza, yo tenía un viaje marcado con mi familia a Algarve, Portugal. ¡No tenía idea que su finca estaba a una hora! Pablo vino a recogerme y nunca más volví a Brasil. He cambiado toda mi vida por nosotros", confiesa la novia.

La petición de mano

"Juntos hemos construido más que una historia de amor: hemos formado una familia. Nuestra hija es el reflejo más lindo de lo que sentimos uno por el otro, de lo que soñamos y seguimos construyendo cada día", añade. Eso sí, para comprometerse, volvieron juntos a Río de Janeiro. Allí Pablo pidió su mano en el Cristo del Corcovado, el ícono brasileño más reconocido a nivel internacional. "Fue muy especial, por sorpresa me sacó el anillo y me pidió la mano", recuerda Luiza.

De vuelta en Sevilla, el pasado 4 de abril, celebraron la tradicional pedida de mano arropados por sus familiares y amigos. Todo sucedió en la casa de los padres de Pablo adornada con flores de Ángeles Bauzano. Para ese día tan especial, Luiza llevó dos vestidos: uno mini con estampado floral azul de Valentino y uno joya bordado con flecos de pailettes de Victoria, la marca de Vicky Martín Berrocal. Del maquillaje y el peinado se encargó Juan del Ojo.

No faltó la madre de la novia, que viajó desde Brasil, así como otros nombres propios de la alta sociedad andaluza como Alberto Herrera, hijo de Carlos Herrera y Mariló Montero, la influencer Belén Yñiguez o la artista Alejandra Flores.

Su boda será este otoño en Marbella

El 10 de octubre es el día elegido por Luiza y Pablo para contraer matrimonio y la ciudad, Marbella. "Será un día de mucho amor y emoción con familiares y amigos celebrando nuestra unión", vaticina la novia. Con dos escenarios clave, la iglesia Nuestra Señora de la Encarnación y la Finca La Concepción, su boda será la primera gran cita social de la jet set andaluza tras el verano. Están convocados 450 invitados.

El templo, ubicado en el casco antiguo de la ciudad y de estilo barroco con elementos rococó en su fachada principal, fue el mismo en el que una joven Lolita Flores se casó con el argentino Guillermo Furiase. Una tarde del año 1983 en la que Lola Flores pronunció el inolvidable, 'Si me queréis algo, irse'. La celebración será en una de las fincas más exclusivas de Marbella: la Finca La Concepción, la misma que acogió los enlaces blindados de Feliciano López y Sandra Gago, y Garbiñe Muguruza y Arthur Borges. ¿El catering? Quilicuá, un servicio gastronómico de altura con la cocina de autor del chef madrileño Luca Rodi.

Para que no falte ningún detalle, la pareja está contando con la ayuda del wedding planner Juan Ripor, "me encanta organizar los eventos y las celebraciones de fechas especiales, pero en este caso necesito ayuda y Juan está siendo mi aliado".

Aunque los novios prefieren guardarse las grandes sorpresas del que será el día más importante de sus vidas, Luiza nos adelanta que ella llevará dos vestidos, el primero de Roberto Diz y el segundo, para la fiesta, de Nicolás Montenegro.

Sus 450 invitados podrán disfrutar de momentos únicos para el recuerdo como, "durante el cóctel vamos a tener la actuación de la banda Mi Hermano y Yo, de Jaime y Marco Soto, y otras sorpresas que todavía no podemos contar", dice entre risas. Una lista de invitados que la brasileña nos avanza: el periodista Alberto Herrera, la diseñadora y modelo Rocío Crusset, la creadora de contenido Laura Matamoros, el empresario Antonio Revilla, el torero Pablo Aguado, la recién casada Patricia Cadaval, la periodista Isabel Forner, el director deportivo Carlos Ezpeleta, el empresario Pedro Trapote y su hijo Pablo Trapote, además de muchas influencers.

A unos meses de su enlace, la novia nos confiesa que "están viviendo los preparativos bien, intentando dejar todo organizado antes del verano, es un momento muy único y tentando disfrutad lo máximo que podemos".