El detalle que pasó inadvertido del look nupcial de Bárbara Mirjan: una joya artesanal firmada por su amiga Isabel Abdo

En un enlace en el que todo parecía medido al milímetro —desde la elección del templo hasta el bordado simbólico del vestido—, hubo un detalle del look de Bárbara Mirjan que, aunque discreto, merece una mención especial. La nueva condesa de Salvatierra eligió para su gran día unos stilettos blancos de piel con un significado sentimental y que poco pudieron verse mientras salía del brazo de su actual marido, Cayetano Martínez de Irujo.

Diseñados a medida por Isabel Abdo, íntima amiga de la afortunada, además de completar su estilismo nupcial; también sirvieron para inaugurar la primera Colección de Novias de la firma. Un gesto con significado doble: hermandad y profesionalidad.

Lejos de ser un simple complemento, los zapatos salón modelo Megan, con tacón de 10 centímetros, reflejan la filosofía que Abdo ha defendido desde sus inicios: la búsqueda del stiletto perfecto. Elaborados artesanalmente y con materiales de primera calidad, combinan la elegancia atemporal con la comodidad que toda novia anhela el día de su boda.

“Con unos buenos tacones, una mujer tiene el poder de transformar cualquier look aburrido en sofisticado”, explica la diseñadora en su manifiesto creativo. Una idea que Mirjan encarnó a la perfección al subir los peldaños de la iglesia del Cristo de los Gitanos de Sevilla, luciendo un diseño impecable de Navascués.

Los zapatos, confeccionados expresamente para ella, eran un guiño a esa mezcla de tradición y modernidad que definió toda la estética de la boda. De líneas limpias, sin adornos ni estridencias, y con un acabado en piel blanca pulida, los Megan representaban la sobriedad que caracteriza a las novias más clásicas, pero con la horma precisa que solo una marca artesanal puede lograr.

Isabel Abdo, que ha trabajado durante años perfeccionando el equilibrio entre diseño y confort, ha convertido su pasión por los stilettos en una declaración de intenciones. Su objetivo, según explica en su página web, es que toda mujer pueda acceder a unos buenos tacones “a un precio asequible” sin renunciar a la exclusividad.

Y si el calzado fue el detalle que pasó inadvertido, el vestido de Navascués acaparó todas las miradas. La diseñadora Cristina Martínez-Pardo Cobián, fundadora de la firma, confeccionó para Mirjan un traje que aúna tradición, simbolismo y artesanía, tres pilares sobre los que se sostiene la identidad de la Casa de Alba.

Realizado en crepe con godets de organza bordada con hilos de seda, el diseño incorporaba mangas desmontables, un puño bordado en el brazo derecho y una sobrefalda de organza y tundra que aportaba movimiento y solemnidad al conjunto. La novia, que llegó del brazo de su padre, rindió un doble homenaje con su vestido: a Sevilla, la ciudad que acogió el enlace, y a los Alba, familia a la que se une al contraer matrimonio con Cayetano.

En este contexto de detalles simbólicos y costura emocional, los zapatos de Isabel Abdo se convierten en algo más que un accesorio. Son una prolongación del espíritu del vestido: hechos a medida, con alma y con historia. En un momento en que muchas novias optan por diseños personalizados que hablen de ellas, Bárbara Mirjan apostó por un look coherente de principio a fin, en el que cada elemento —desde el bordado de la falda hasta el brillo discreto de sus stilettos— contaba parte de su relato.

La boda, celebrada ante más de 300 invitados en Sevilla y con una recepción posterior en la finca Las Arroyuelas, ha sido uno de los eventos sociales del año. Entre los asistentes, rostros tan conocidos como Eugenia Martínez de Irujo junto a su hija Tana Rivera, o Carmen Lomana.

Pero mientras todas las miradas se centraban en el enlace y en el vestido, en los pies de la novia comenzaba silenciosamente una historia nueva: la de una diseñadora que convierte su pasión por los stilettos en el zapato con el que una condesa dio su primer paso como esposa.