Nicolás Montenegro, sobre el vestido de novia que llevará Blanca Llandres: "No será de estilo sevillano regio, tiene algo de bucólico"

Sanlúcar de Barrameda se prepara para acoger una de las grandes bodas de la temporada. Este sábado 18 de octubre se casan el locutor Alberto Herrera, hijo de Carlos Herrera y Mariló Montero, y Blanca Llandres, hija de Carlos Llandres y Nieves Parejo. Un enlace que pondrá el broche de oro al momento tan dulce que atraviesa la pareja: en unos meses darán la bienvenida a su primer hijo.

Como manda la tradición, la boda de Alberto y Blanca se dividirá en dos actos. Primero, ceremonia religiosa en la iglesia de Santo Domingo, y después, celebración en la "Finca Marbella", propiedad de la periodista Teresa de la Cierva. Tal y como Vanitatis desveló en exclusiva, el secreto mejor guardado, quien iba a diseñar el look nupcial de la sobrina del cantante José Manuel Soto, recayó en manos de un tándem: Nicolás Montenegro y Rocío Crusset, hermana de Alberto Herrera.

A unos días de darse el 'sí, quiero', el sevillano preferido por la jet set, nos desvela como está siendo el proceso de creación y cómo ha sido trabajar mano a mano con Rocío Crusset, además de hablarnos del estilo de la novia, la gran protagonista del próximo sábado.

"Blanca tiene un estilo sencillo, elegante y con unos cánones clásicos, muy al son con el estilo de la mujer Montenegro. Su vestido de novia será, como ella, muy elegante y muy fino. Confieso que me encanta como está quedando y el resultado final será perfecto para ella", nos avanzan en exclusiva el diseñador. "No será el estilo sevillano regio 100%, tiene algo de bucólico", señala.

Conjugando las dos mentes creativas, por un lado, la de Nicolás Montenegro, y por otro, la de Rocío Crusset, el proceso de creación del traje de Blanca Llandres ha fluido de manera natural. "Trabajar con Rocío Crusset ha sido bastante fácil, ella y yo nos conocemos desde hace un montón de años, de cuando vivía en Milán. Nuestra amistad viene de lejos. Hemos fluido muy bien. Dado el trabajo de Roció y su perfil como diseñadora internacional, muchas de las reuniones las hemos hecho vía videollamada, ella desde Nueva York o Londres, y yo desde Sevilla".

Como hemos contado en otras ocasiones, Montenegro, una vez que terminó sus estudios en la capital hispalense, Historia del Arte, hizo las maletas para trasladarse a Milán y entrar en el Instituto Marangoni, cuna de los genios de la moda italiana. De ahí, Dolce & Gabbana vio su potencial y lo fichó. En esos años en Italia, conoció a Rocío y se forjó su amistad.

Tras cinco años y una parada técnica en París, volvió a España para fundar su firma homónima en 2020, Nicolás Montenegro, una enseña que desde entonces no ha parado de crecer. Empapado de la moda 'made in Italy', Montenegro ha construido una marca con ADN propio y miles de fieles.

"El proceso de creación ha sido muy artesanal, ya que nosotros, en nuestro taller de Sevilla, trabajamos así, con la artesanía como pilar fundamental". Un rasgo que caracteriza el trabajo del equipo Montenegro y que la fundadora de Crusset, la firma de joyas que arrasa en EE. UU., resaltó en sus visitas. "Rocío Crusset ha puesto en valor todo el trabajo que nosotros hacemos desde el atelier, subrayando que los procesos que ponemos en marcha son como los de antes, donde la atención estaba puesta en las manos de las costureras y en la artesanía", explica el sevillano.

Las veces que Blanca Llandres y su cuñada, Rocío Crusset, han puesto un pie en el taller de Montenegro en Sevilla, han ido acompañadas por sus madres respectivas. "En persona nos hemos visto tres veces, una de ellas, con Mariló Montero presente en el estudio. Son una familia estupenda, con unos valores muy determinados, educados y simpáticos, ha sido un placer trabajar juntos", sentencia el andaluz.