Bea se convertirá en cisne en junio

La exitosa serie de Telecinco ya tiene fecha de caducidad. Se había especulado en el sector con que el final de las desventuras de Bea se produciría en torno a abril del año que viene, pero parece que la cadena ha confirmado que finalmente la fecha elegida para el cese de emisiones será junio, y así lo recoge La Razón en una información publicada en su edición de ayer.

Yo soy Bea es una adaptación de la serie original colombiana Yo soy Betty, la fea que emitió Antena 3 entre los años 2001 y 2003 con muy buenos resultados de audiencia (22,2% de cuota media de pantalla). Sin embargo, la adaptación de Telecinco ha batido todos los records habidos y por haber, y eso a pesar de que era un proyecto por el que casi nadie daba un duro en la cadena cuando pasaba por su fase embrionaria. Incluso varios estudios cualitativos encargados desde Fuencarral aconsejaban no sacar adelante el serial.

Finalmente lo hicieron, y dicho espacio se ha convertido en la columna vertebral de la programación vespertina de Telecinco, consiguiendo resultados estratosféricos todos los días de emisión (de lunes a viernes), que le han llevado a lograr una audiencia media del 34,6%, algo a priori incompatible con la progresiva segmentación que está viviendo el sector.

Ese dato beneficia mucho al programa que se emite inmediatamente después, el magazín Está pasando, que en las últimas semanas está perdiendo fuelle y cuyas secciones más seguidas por los espectadores se encuentran situadas al inicio del programa, momento en el que éste se ve beneficiado por el efecto arrastre de la serie.

Con Aquí hay tomate y Está pasando en momentos de vacas flacas y a poco más de seis meses para el final de Yo soy Bea se abre un periodo de incertidumbre. ¿Podrá liderar la tarde Telecinco sin la ayuda de la fea más rentable de la historia de la pequeña pantalla? No está del todo claro. Lo que sí lo está es que dentro de poco acabará el calvario que ha vivido Ruth Núñez, protagonista de la serie, que apenas ha podido salir de casa en dos años para guardar el secreto de su belleza.