Jordi González: “Mario Conde es magnético”

El presentador Jordi González, barcelonés de nacimiento y de corazón, lleva desde agosto del pasado año al frente del programa ‘La Noria’, que cada sábado emite Telecinco. Tras más de veinte años dedicado al mundo de la comunicación, el periodista se enfrentará este fin de semana a una de las entrevistas más esperadas de la temporada: Mario Conde. Vanitatis.com ha estado con el presentador catalán para recoger sus impresiones sobre el encuentro con el ex banquero y para conocer al hombre que cada noche de sábado se acerca a nuestras casas desde la pequeña pantalla.

¿Cómo se te ocurrió pedir la entrevista? Mario Conde es uno de los personajes más importantes en los últimos 30 años de la historia de España y su popularidad enorme. Por eso, y por su reciente experiencia personal, creo que puede interesar al espectador una entrevista en televisión con él.

¿Pensabas realmente que te la iba a conceder? Supuse que la carta que le envíe pasaría muchos filtros, pero no perdí la esperanza de que le llegara.

¿Cómo fue tu encuentro con él? Muy bien. Me invitó a acercarme hasta su casa para conocerme personalmente y charlar un poco antes de decidir si darme o no esa entrevista.

¿Te sorprendió que no impusiera condiciones? La verdad es que no. Mario Conde es muy inteligente y sabe que a un periodista no hay que acotarle el trabajo.

¿Qué imagen tenías de él antes de conocerle? La de un hombre listo, frío y distante.

¿Te pareció un hombre arrogante? En absoluto. Me parece un ser tan vulnerable como tú, como yo, como todos.

¿Estabas nervioso? ¿Y él? Yo me sentía inquieto, de ese encuentro dependía la entrevista y de alguna forma me sentía el “delegado de clase” del equipo de La Noria.

¿Habías seguido su trayectoria desde que era ‘Supermarioconde’ hasta ahora? Creo que he leído lo poco que se ha publicado estos últimos años.

¿Cuánto tiempo duró este encuentro? Un par de horas, más o menos.

¿Tiene tanta personalidad como parece? Es magnético.

¿Es cercano o vende su historia? En el sofá de su casa es un hombre muy cercano y creo que nada de lo humano le es ajeno. En un plató ya te lo diré.

Descríbase en dos o tres adjetivos: Impaciente, leal.

Qué no le gustaría que dijeran de usted: Que soy irresponsable.

Un momento literario memorable: Cualquiera en Macondo, el escenario de Cien años de soledad.

Un momento deportivo inolvidable: Los juegos del 92 en mi ciudad.

Y un momento cinematográfico: Los besos cortados por la censura en Cinema Paradiso.

El libro que marcó tu vida: El amor en los tiempos del cólera.

Relee los libros: Sólo los de García Márquez.

Que le gusta hacer cundo no trabaja: Viajar a playas remotas.

Si le tocara la bonoloto qué es lo que nunca haría: Comprarme un yate.

Y lo que sí: Comprarme un piso en Manhattan.

Suele poner excusas cuando no tiene ganas de ir a un sitio: Sí. Digo que se me ha complicado todo.

La bola más increíble –por disparatada- que ha contado: No sé. No caigo.

La película que nunca olvida: Hay tantas… La que he visto más veces ET y la que no me canso de recomendar Ciudadano Kane.

Un pequeño placer en su profesión: Desmaquillarse.

¿Y fuera de él? Los helados italianos.

De no ser lo que es qué le hubiese gustado ser: Maestro de escuela.

¿A quién y qué envidia? A los niños pequeños.

¿A quién y qué detesta? A los intolerantes.

No se quisiera morir sin: Volver a bucear en la barrera del coral australiana.

Sueño recurrente: No recuerdo los sueños, lamentablemente…

El mejor olor: El de las sábanas limpias.

El mejor sabor: El de los labios de quien amas.

El mejor sonido: El mar.

El mejor color: Azul.

¿Qué hacía el día que se casaron los Príncipes de Asturias? Ni idea.

¿Dónde estaba el día que cayeron las Torres Gemelas? En Sydney, allí eran las 9 de la noche y estaba regresando a casa del gimnasio.

La noticia que más ilusión le haría ver en un periódico: ETA anuncia su fin.

Y la que más le ha impresionado últimamente: El criminal atentado de ETA dos días antes de las elecciones.

¿Suele llorar con las películas? No.

¿Cuándo y por qué tuvo un ataque de risa incontrolado? En el plató del programa que estoy haciendo en Barcelona, por contagio.

¿Qué le hace pasar vergüenza? Los humillantes controles de seguridad en los aeropuertos.