La tele del futuro será cosa de mujeres
Dos hombres con ganas de marcha luchan durante hora y media porque un harén de sensuales señoritas les laven los bajos (del coche) en paños menores.
Dos hombres con ganas de marcha luchan durante hora y media porque un harén de sensuales señoritas les laven los bajos (del coche) en paños menores. Una patrulla de diez descendientes de Afrodita especialistas en la cosa del seso intenta animar a señores aburridos de sus respectivos trabajos. Seis hombres solteros y enteros, o que llevan al menos veinte años sin rizar el rizo, se ponen en manos de una trotaconventos que les busca pieles donde desahogar las ganas.
Bienvenidos a la televisión del futuro, que en realidad no dista tanto de la del presente. Aun así, ha sido necesario organizar una feria televisiva en Cannes para llegar a la conclusión de que el universo catódico avanza por un sendero repleto de curvas, y que debe seguir haciéndolo si quiere torear la crisis. El sexo y sus sucedáneos han triunfado en el Mip TV de este año, que terminó ayer. En los anteriores, lo hizo el reality.
El Mip TV funciona como un supermercado para los popes del sector. Allí se compra y se vende tele. Los magnates de la cosa recorren el reciento con su carrito, prestos a seleccionar los mejores productos y al mejor precio. A pesar de la crisis, el Mip sigue funcionado bien. 11.500 personas (algo menos que el año pasado) han abarrotado Cannes estos días con motivo de la cuadragésima sexta edición de la feria.
Dos hombres con ganas de marcha luchan durante hora y media porque un harén de sensuales señoritas les laven los bajos (del coche) en paños menores. Una patrulla de diez descendientes de Afrodita especialistas en la cosa del seso intenta animar a señores aburridos de sus respectivos trabajos. Seis hombres solteros y enteros, o que llevan al menos veinte años sin rizar el rizo, se ponen en manos de una trotaconventos que les busca pieles donde desahogar las ganas.