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Lola Herrera: "Los viejos no existen en la interpretación"
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NUEVA 'CHICA DE ORO'

Lola Herrera: "Los viejos no existen en la interpretación"

A su edad, uno ya no se mueve por nada. Sólo por gratificación personal. Sin embargo, esa misma edad que le ha hecho convertirse en una

A su edad, uno ya no se mueve por nada. Sólo por gratificación personal. Sin embargo, esa misma edad que le ha hecho convertirse en una de las figuras más importantes de la interpretación de nuestro país, también puede convertirse en un inconveniente a la hora de recibir ofertas de trabajo.

La actriz Lola Herrera, cuyo nombre siempre irá ligado a la obra Cinco horas con Mario, vuelve a la televisión después de algunos años apartada de ella. Su último trabajo, Fuera de lugar, una comedia junto a su hija Natalia Dicenta, no fue muy bien recibido por la crítica. Por eso ahora sólo se ha atrevido a dar el paso de reaparecer en la pequeña pantalla con la nueva versión de Las Chicas de Oro.

Arropada por Carmen Maura, Concha Velasco y Alicia Hermida, Herrera se muestra contenta por este nuevo reto de interpretar a un personaje tan alejado de su personalidad.

Hacía tiempo que no trabajaba en televisión, ¿tenía ganas?

-Ganas, ganas, no. Dependiendo del proyecto. A estas alturas uno ya no se mueve por nada, sino por las cosas puntuales que te van interesando. Cuando me hablaron de esto, me pareció la bomba, me pareció un trabajo muy gratificante porque se partía de unos textos buenos y luego trabajar con gente como la que estoy trabajando. Me parece estupendo que nos den un sitio a la gente de nuestra edad, que podamos expresarnos, porque actualmente hay un bache enorme de trabajo desde los 30 hasta los 50. Pasa en Hollywood y en todas partes. Es estupendo haber pasado ese bache y que hayamos trabajado. Ahora solo se puede ser joven o viejo. La cosa intermedia es inexistente y los viejos prácticamente no existen.

Dice que nunca había interpretado a un personaje así...

-No. Tan sumamente descocado, no. Está completamente obsesionada por los hombres. Se hace muchas ilusiones, piensa que enloquece a los hombres, que levanta pasiones.

¿Tiene algo en común con Blanca?

Sí, soy una mujer coqueta pero mi coquetería es reducida. Es muy atractivo hacer un personaje que está tan lejos de ti y que te produce un cierto pudor. Quizá voy a averiguar cosas que no sabía de mí a través de Blanca.

¿Qué tal es la convivencia con las demás actrices dentro y fuera del plató?

-Dentro del plató está inventado porque los guiones mandan. Fuera somos mujeres muy independientes, muy mayores que sabemos lo que queremos. Hemos aprendido mucho por el camino y que hay que respetar al de al lado. Está siendo y va a ser una convivencia muy buena. Al principio hablamos que si había algo que molestaba a alguien, que se dijera. Tiene que haber buen rollo en el trabajo.

¿Qué destacaría de cada una de ellas?

Son mujeres muy distintas. Todas muy trabajadoras, muy profesionales. La vida de las actrices es complicada porque te roba mucho tiempo la profesión (…) De Alicia me enamora su generosidad, su sabiduría, su calidad, que ya me moría de gusto trabajan con ella de joven. De Concha su tesón, su despliegue, que sigue batallando. Y de Carmen su frescura, su diferencia, es una actriz para mi rompedora. Tiene una manera de expresar no usual, todo me suena a nuevo.

¿Le preocupa la audiencia?

A mí, si te digo la verdad, me preocupan muy pocas cosas de este tipo. Esto hay que hacerlo con toda la ilusión y profesionalidad del mundo porque a mí no me cabe trabajar de otra manera. Luego, si los resultados no son favorables, pues hay una audiencia que manda y lo aceptas sin grandes dramas. Me encantaría que gustase, que permaneciéramos en pantalla.

O sea que puede haber segunda temporada…

Eso ya no lo sé y hablar de eso es desbordante. Desde luego aspiras a hacer cosas que gusten porque estamos para eso.

¿Le queda algún personaje por hacer?

Nunca he deseado hacer un personaje, porque han ido llegando. Lo que quiero hacer ya lo he visto hecho. Yo creo que me ha tocado lo mejor que me podía tocar.

A su edad, uno ya no se mueve por nada. Sólo por gratificación personal. Sin embargo, esa misma edad que le ha hecho convertirse en una de las figuras más importantes de la interpretación de nuestro país, también puede convertirse en un inconveniente a la hora de recibir ofertas de trabajo.

Concha Velasco TVE