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Alba Flores, el relevo generacional de una saga: "Todo lo que hago es con vistas a honrar a mi familia"
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Alba Flores, el relevo generacional de una saga: "Todo lo que hago es con vistas a honrar a mi familia"

Por sus venas corre sangre de la saga de artistas más conocida de España: los Flores. Sin embargo, a pesar de que muchos le dicen que

Por sus venas corre sangre de la saga de artistas más conocida de España: los Flores. Sin embargo, a pesar de que muchos le dicen que tiene esa fuerza propia de su padre Antonio y su abuela Lola, hubo un momento en el que Alba Flores (Madrid, 1986) no quiso continuar con el legado de su familia. “De muy pequeña no quería ser artista. Hace poco vi una entrevista que hacía Nieves Herrero a mi padre, en la que estaba yo, y me preguntaba si quería ser artista. Y digo: ‘No’. ¿Por qué? Porque sobran”, confiesa a Vanitatis durante un descanso del rodaje de la serie El tiempo entre costuras, que Antena 3 rueda en Tánger. “Mi madre me dice que soy igual de payasa que mi padre”.

Sin embargo, aquella idea cambió con el tiempo. “Cuando fui más mayor, a los doce o trece, a través de la lectura me di cuenta que quería seguir haciendo arte (…) Me gusta mucho el arte. Me he comprado un bajo, me apasiona leer, la música. De momento no compongo. Me parece un don que ojalá me aparezca”, explica la actriz, consciente de que la fama tiene también su parte negativa. “Como lo he visto toda la vida en mi casa, no es algo que me preocupe mucho. Soy bastante discreta y no me he encontrado con situaciones desagradables”.

Y poco a poco va consiguiendo aumentar ese legado. “Todo lo que hago en mi vida lo hago con vistas a honrar a mi familia”. De momento, ya ha participado en dos musicales –Enamorados Anónimos y El Sueño de una noche de verano-, ha dirigido la obra teatral Distopías en Venus, ha realizado algún cameo en series como El Comisario o El Síndrome de Ulises, y ahora interpretará a Jamelia en la adaptación de El tiempo entre costuras, un personaje con el que además de rasgos raciales, comparte humildad.

“Mi personaje es como la gente de aquí. Es muy humana, muy humilde, muy servicial. Tienen todos un poco este carácter, el gusto a cuidar de las cosas y las gentes”, comenta. “Todo el mundo me habla en árabe. De hecho, se sorprenden cuando voy por las calles de Tánger vestida de occidental y aún así me hablan en árabe”, añade.

Respecto al hecho de rodar en Marruecos, Flores confiesa que a pesar de no rodar con todas las comodidades, estar allí resulta inspirador. “Estar aquí es muy rico, muy inspirador. La inspiración viene a mí. Después, el acento lo he trabajado con una chica marroquí que trabaja cuidando los hijos de una amiga pero que no habla español”, explica. “También tenemos la ayuda de que la mitad del equipo es marroquí e interactuamos con ellos todo el rato. En Tetuán hemos conocido a gente muy interesante como marroquíes que hablan español con un acento del Madrid más castizo”, comenta la actriz, añadiendo que es la primera vez que pisa suelo marroquí.

Miscelania de culturas

En cuanto a la cultura árabe, Flores confiesa que “no la entro a juzgar. Lo peor que puedes hacer cuando te enfrentas a un personaje es juzgarlo. Lo veo como otra cultura. Intento entender desde donde le sale a ellos hacer esto (…) Lo curioso es que ahora van mucho más tapadas que antes. Ahora parece que hay que taparse más el cuello que el pelo. En los años 30 iban con el pecho descubierto, eran mucho más permisivos”.

Pero además, el hecho de provenir de una familia muy racial le ayuda a integrar mejor las culturas. “En mi familia, los gitanos están apayados y los payos muy agitanados. Por eso quizá integro mejor esta cultura”. Y aunque le gusta saber de donde viene, conocer sus raíces, Flores confiesa que no es de mantener vivas ciertas costumbres. “Yo no haría una boda gitana”, confiesa.

Tampoco le agrada la idea de que se hagan series sobre su familia. “Supongo que el público lo demanda y que por eso se hace, pero yo no estoy muy cómoda con la idea de que se hagan tv movies sobre nuestra familia. Hay que tener mucho cuidado porque todavía están ahí”, comenta Flores. Lo que sí le gustaría es compartir proyecto con algunos miembros de su familia. “Guille toca la guitarra. Lola tiene catorce años y dice que quiere ser actriz (…) Claro que nos gustaría trabajar entre nosotros pero tendría que ser un proyecto muy especial”.

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