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Imanol Arias: "Cuéntame es un bien cultural, un fondo de inversión muy grande"
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Imanol Arias: "Cuéntame es un bien cultural, un fondo de inversión muy grande"

Tras haberse convertido en uno de los protagonistas de la última noche del año debido al peinado que lució durante la retransmisión de las Campanadas en

Tras haberse convertido en uno de los protagonistas de la última noche del año debido al peinado que lució durante la retransmisión de las Campanadas en La 1, Imanol Arias vuelve al terreno donde mejor sabe moverse: el de la interpretación. Y lo hace estrenando por todo lo alto la decimocuarta temporada de Cuéntame, que vendrá cargada de más comedia y menos drama, según explicaron los responsables de la serie este jueves en rueda de prensa.

Con motivo de ello, Vanitatis ha charlado con el actor, quien ha recordado donde se encontraba el 23-F -el primer episodio de la nueva temporada tiene como marco el intento de Golpe de Estado-, ha dado su opinión sobre la actual situación del país y ha valorado el año que acaba de terminar, entre otras cuestiones.

Por fin Cuéntame. ¿Había ganas?

Teníamos muchas ganas. Es el primer año que rodamos sin referencia. Antes la teníamos en septiembre y creíamos que nos ayudaba. Pero rodar así te hace sentir libre, tener tensión y estar encima. Teniendo referencias, ves la lectura del espectador, e incluso cambiamos cosas o se rodaban de nuevo escenas.

¿Habéis sufrido tanto la espera como otras series?

No, porque estábamos trabajando. Ahí el esfuerzo lo hace la financiación. Presentarte en un banco y pedir financiación es lo difícil. Pero esto está afectando a otras cadenas, que están esperando mejores momentos publicitarios para lanzar nuevas series. En los periódicos también se esperan al domingo para vender más ofreciendo películas gratis.

El productor de la serie ha dicho que esta serie debe ser de TVE. ¿Por qué?

La pública no tiene que competir pero tiene una obligación, un deber. Esta serie se nutre de todo el material histórico de TVE y no se podría hacer en otra cadena. Se podría hacer un spin-off, pero no Cuéntame.

También os estáis convirtiendo en un bien cultural de nuestra televisión…

Siempre que digo eso me dan muchos palos… Creo que tanto la ficción como la novela generan un bien cultural, sin darle a la palabra más sentido. Lógicamente el Museo Reina Sofía es el Museo Reina Sofía y la ley de educación es la ley de educación. Pero teniendo en cuenta que es un material de 200 horas que se exhibe por el mundo, creo que es un fondo de inversión muy grande.

¿Qué cambios tendrá tu personaje?

Siempre tengo la sensación de proteger a Antonio Alcántara porque es mi padre, el padre de todos. Este año tiene que aceptar la vuelta al barrio ya que no ha aprendido a aceptar que la gente que le quiere a pesar de ser un poco estirado. También se encontrará con que el pasado le paga y le cobra facturas.

El primer episodio va sobre el 23-F. ¿Cómo lo viviste?

Fuera de España. No me enteré de nada. Estaba rodando mi primera película en La Habana. Me enteré al día siguiente. Cuando vi las imágenes, me parecía dantesco. Pero, además, yo hice el servicio militar con Merry Gordon. Creo él tenía la idea de una dictadura militar, pero no franquista, sino consensuada y con el rey.

¿Cómo viviría Antonio esta crisis?

Sería muy temeroso, ahorraría, y pensaría que la política podía cambiar todo esto. Pero personalmente creo que no mandamos. Ahora manda el mercado, el dinero, y los políticos solo atienden a los mercados. Nos despiden más fácilmente, cobramos menos. Cuando el mercado quería que compráramos casas, las comprábamos.

Ha dicho que el primer capítulo es un homenaje al periodismo. ¿Cómo ve el periodismo actual?

Hay muchos periodistas que son políticos. Veo pocos pensadores. Hay gente muy aferrada a quien le paga. Es muy vergonzoso el seguidismo que hay. Hay derecho a que la gente se manifieste en Twitter sin nadie que le pague publicidad, que le oriente o le subvencione el papel. Y sin nadie que le pague 130.000 euros a los periódicos catalanes para que saquen un kiosko virtual.  Si la gente no habla, viviríamos en un país de fábula.

¿Haréis un homenaje a Tony Leblanc?

Sí, claro. Pero tenemos que hacer muchos: Fernando Fernán Gómez, José Luis López Vázquez, Agustín González…  Quizá ese si sea un documento que se quede ahí.

¿Qué balance haces de 2012?

Ha sido un año de trabajar mucho. El resumen es que tengo ganas de descansar. Estoy muy contento, pero quiero tomarme un respiro durante unos meses.

¿No te ha sorprendido lo que se ha montado en Twitter por tu tupé en Nochevieja?

Las redes sociales son un elemento muy dinamizado. En Nochevieja no se escucha muy bien lo que uno dice y ese día no supe bien hilvanar las cosas. Es muy difícil hacerlo porque es un momento rápido, es un sitio pequeño, hay mucho ruido. Las redes sociales hacen humor y la información hace caso a eso. Hubo tweets muy brillantes como que yo parecía el reloj de La bella y la bestia.

¿Vio la entrevista al Rey?

No, no la he visto. No me interesó para nada.

¿Qué le pides a 2013?

 Hay que empezar dando antes que pidiendo. No creo en la democracia actual ni en la sociedad tal y como está. Hay algo de la vuelta al trueque, de mirar al de lado. La reacción social no sólo se hace protestando, sino reaccionando, ayudando. Ahora en época de crisis nos van a meter muchos miedos: tienes que estar preocupado del que tiene otro color o más dinero que tú. El mercado crea enemigos para que uno piense en uno mismo nada más y entonces generar dinero para los mercados. Ya lo decía Vicente Ferrer: nada queda indemne. Es un año de mirarnos y pensar como vivir en estas circunstancias. Esta no es una guerra que se gane, es una batalla que se libra y que en medio vas aprendiendo como va a ser lo que viene.

Tras haberse convertido en uno de los protagonistas de la última noche del año debido al peinado que lució durante la retransmisión de las Campanadas en La 1, Imanol Arias vuelve al terreno donde mejor sabe moverse: el de la interpretación. Y lo hace estrenando por todo lo alto la decimocuarta temporada de Cuéntame, que vendrá cargada de más comedia y menos drama, según explicaron los responsables de la serie este jueves en rueda de prensa.