La 'boda roja' de Alberto Isla en 'Deluxe'

Alberto Isla estaba encantado con que su nombre apareciera en los titulares de todas las revistas del corazón. Aunque intentara ocultarlo, le entusiasmaba que su historia de amor y desamor con la hija de Isabel Pantoja rellenara horas de programación en las principales cadenas de televisión. Este joven gaditano de 20 años se imaginó una larga y exitosa trayectoria entre los platós de Telecinco y las portadas de la revista ¡Qué me dices! convirtiénodse en un fijo de la prensa del corazón. Sin embargo, Alberto Isla descubrió este fin de semana la cara más amarga de ser un personaje público. Aunque muchos periodistas y colaboradores habían hablado pestes sobre él en muchas ocasiones, este viernes Kiko Hernández dejó al descubierto los trapos más sucios del ex yerno de la tonadillera.

Con el ‘cara a cara’ entre el colaborador y el personaje, el plató de Sálvame Deluxe vivió una situación de traición que desembocó en un auténtico baño de sangre. Una historia al más puro estilo de Juego de Tronos pero con el ‘casposo’ toque de Deluxe. La idílica relación de amistad (e interés) que se había formado entre Isla y Hernández se rompió en mil pedazos cuando el ex de Chabelita decidió abandonar, vía whatsapp, el puesto de trabajo en el bingo Las Vegas que el colaborador le había conseguido once días antes.

Seis horas de trabajo en tres días a la semana a elegir por el contratado, un sueldo de 1.500€ más propinas, hotel, hipoteca, gasolina, viajes y gastos pagados. Estas eran las condiciones del contrato que se apalabraron entre la empresa y el personaje. “¿Era en el bingo o de consejero en Bankia?”, bromeó Jorge Javier Vázquez cuando Hernández reveló las condiciones del acuerdo laboral. Aunque nunca se llegó a firmar, Alberto Isla decidió rechazar estas circunstancias y dejar su puesto como relaciones públicas del conocido local.

Este hecho disgustó enormemente a Kiko Hernández, que se sintió altamente traicionado por el joven, y comenzó a relatar uno a uno los montajes, pactos y engaños que había llevado a cabo con diversos periodistas para sacar beneficio económico de su relación con Isabel Pantoja hija. Aunque su primer instinto fue negarlo todo, ante la presión de los colaboradores, Alberto Isla se veía obligado a reconocer que pactó un robado con un fotógrafo a espaldas de Chabelita. “Antes de que el dinero se lo lleve otro, me lo llevo yo”, reconoció.

Con este ‘pelotón de fusilamiento’, este joven que jugó a ser famoso aprendió que el karma nunca olvida y que las amistades que en un día parecen sólidas, al siguiente pueden volverse en tu contra.