Ana Obregón se piensa que está rodando una peli y no un 'reality'

Ana Obregón revolucionó Vitoria en su gran aparición en el FesTVal. Estaba completamente entregada a la promoción de su último trabajo, un 'docu-reality' sobre su vida basado en el día a día. El primer capítulo del formato se estrenó en el Teatro Grande de la ciudad y allí estuvimos gran parte de la crítica televisiva y algunos afortunados… Ana llegó radiante por dentro y por fuera con una gran sonrisa y aseguraba estar un poco nerviosa. Horas antes había dejado claro que “el primer capítulo era el más parado y que en los siguientes había mucha más acción”.  Efectivamente lo es… quizás demasiado.

Episodio 1,’mi familia y otros sofocos’

El programa cuenta la colaboración de Ana y su hijo en una asociación benéfica que busca ayudar a los afectados por ictus y a sus familias sin recursos. Es el eje principal que une a la familia, su hijo Álex y su ex Lecquio con María Palacios. Y se grabó en un acto real, reflejando las apariciones de la protagonista en los 'photocalls'. Es quizás la parte más real y más atractiva del capítulo.

Cuentan la historia de una de las protagonistas afectadas, algo que a ella le toca mucho porque ha vivido algo similar con su madre. Es la parte emotiva que contrasta con la locura y casi parodia del resto de las tramas, pero la edición tiene cortes demasiado bruscos. Pasas de estar al borde de la lágrima en una residencia que ayuda a personas enfermas al personaje de Alex Gijaba, quizás uno de los más surrealistas del momento y queda raro.

En general parece que Ana está supervitaminada y que sobreactúa. Ella asegura que se ha olvidado de las cámaras pero parece que estuviera rodando ‘Ana y los 7’. El capítulo es divertido en general aunque tiene algunas pegas y falta verla ‘en su salsa’. Toca partes emotivas pero muy por encima y la parte profesional con su gira de teatro. Sin duda son los temas que ella ha elegido vender.

En algunos momentos parece Mario Vaquerizo

En todo momento el 'reality' está impregnado de una rollo cómico y es que no podría ser de otra manera porque la protagonista es una máquina de la carcajada fácil, pero es que en ocasiones parecía que su personalidad había sido suplantada por la de Mario Vaquerizo. Chistes fáciles, gestualidad, momentos 'no me entero de nada', como confundir las repeticiones de un partido de fútbol con el verdadero partido…  Aparece gateando por los suelos porque se ha mareado, que no ve, que no escucha… Es verdad que ella es así y es un gran personaje, pero es que eso ya lo hemos visto.

Histriónica en su relación con Lecquio

Durante toda su vida desde el nacimiento de su hijo Álex ha luchado por mantener una buena relación con el padre, Alessandro Lecquio, y entiendo que presuma de ello, pero en el 'reality' queda tan excesivo que parece que lo esté forzando y sea mentira. Cuando le llama por teléfono ella sobreactúa y el conde parece que pasa de ella. Hasta le dice que llame a Antonia Dell’ Atte, que por supuesto en ningún momento aparece. Queda muy de cara a la galería…

Dado, como ella le llama, le sigue el juego y dice cosas como “la familia es lo primero” y “mi único propósito en la vida eres tú y la pequeñina que está a punto de nacer”, refiriéndose a la hija que tiene con María Palacios.

Su hijo Álex, el verdadero descubrimiento

El capítulo podría ser un publirreportaje de su hijo. Él es el protagonista de este primer capítulo y se ve que es alguien auténtico y con el que comparte un poco ‘esa vena payasa que busca la carcajada’ y que también tiene en ocasiones Alessandro Lecquio. El hijo muestra sin duda lo mejor de cada uno de sus padres. Mantiene un juego con el inglés gracioso y absurdo a la vez. Para Obregón todo es “lo bueno que es su hijo”, “lo mucho que trabaja”, “lo independiente que ha sido”… y es que no cabe duda de que una madre es una madre.

Algunas frases para el recuerdo

Ana lleva demasiados años en esto del espectáculo y sabe qué es lo que funciona y lo que no. En 35 años siendo el foco de las cámaras ella conoce cuáles son los momentos que el gran público sigue recordando cuando pasa el tiempo y aquí ha querido plasmar algunos de ellos. Hay algunos comentarios que no tienen desperdicio y abre con una frase cómica: “La felicidad en la vida es la distancia entre una putadita y la siguiente”. Se confunde con la edad de Álex y afirma “que le quita años a él para quitárselos también ella misma”. Son salidas buenas que se ve que no son guionizadas. Estos aspectos son lo mejor del programa porque es donde verdaderamente se refleja el carácter de Ana Obregón. Hay muchos momentos en los que dice expresiones en inglés y queda muy cómico ese juego.

Dorina, la chica filipina del servicio, causó gran expectación

Igual que le pasó a María Teresa Campos con María, Dorina tiene también un papel breve pero que impacta. Podría llegar también a robarle cierto protagonismo. Al público le gusta ver a los famosos interactuando con las asistentas que trabajan en sus casas. 

 

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