La cúpula de 'Sálvame' riñe a Mila Ximénez por meter la pata y criticar a Toñi Moreno

De siempre es sabido que la lengua de Mila Ximénez es larga y afilada, y esto es lo que la convierte sin duda en una de las colaboradoras de televisión más queridas y admiradas. El problema que tiene la malagueña es que no tiene filtros y esto en ocasiones le trae complicaciones, con invitados, compañeros e incluso jefes. En el programa del lunes 20 de junio, 'Sálvame' debatía sobre temas muy recurrentes, Rosa Benito y su hija Chayo Mohedano, que había hablando durante el fin de semana con Toñi Moreno en 'Viva la vida'.

El programa de Jorge Javier Vázquez emitió los vídeos del paso de Chayo por el espacio de Moreno. La presentadora de Sanlúcar preguntó a la hija de Rosa Benito "a quién de la cadena le daría veneno" y este comentario desató la ira de Mila, que se dio por aludida.

"Me han reñido"

Ximénez entendió que esa pregunta iba dirigida hacia ella y decidió mirar a la cámara y criticar a Toñi Moreno, lanzándole unas palabritas, que rápidamente cortaron desde arriba. "Estas cositas no me gustan, Toñi Moreno. ¿Viniste al pasillo?", dijo la colaboradora. Pero cuando más caliente estaba, de repente y de forma asombrosa, se calló. Tras frenar en seco, Mila se justificó: "Me han reñido".

Tras la tensión inicial, Mila comenzó a arremeter contra Chayo, echándole en cara que son "la cantante y su familia quienes critican a la cadena, 'Sálvame' y a los propios colaboradores".

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Mila lo mismo llama "estafador y jeta" a Edmundo Arrocet o "pandilleros y groseros" a Gloria Camila y su novio Kiko que arremete contra su compañera en los fines de semana de Mediaset. Nadie sabe lo que habría para Toñi Moreno, pero viniendo de la ex de Manolo Santana, que explica con pelos y señales todos sus ataques, no iba a ser poca cosa.

Tras la reprimenda quizás tengamos que esperar a su columna semanal en la revista 'Lecturas' para que la colaboradora pueda despacharse a gusto o, a lo mejor, solo será cuestión de tiempo, porque si hay una cosa clara como el agua, es que Mila Ximénez no está muy acostumbrada a morderse la lengua o a que le digan lo que tiene que hacer.