Frank Cuesta, "traficante de animales" por una buena causa

Frank Cuesta vuelve a la carga, o mejor dicho continúa con su particular cruzada por la defensa de los animales. El famoso herpetólogo y conductor de DMAX ('Wild Frank') acaba de reconocer que se ha visto obligado a actuar como "un traficante pero al revés", cruzando la frontera y recorriendo hasta 1.967 kilómetros -entre ida y vuelta- para liberar a un grupo de slow loris.

Esta especie de pequeños primates vive en una zona muy determinada, por lo que el popular herpetólogo decidió jugársela y cruzar la frontera entre Tailandia y Camboya con el único fin de salvarles la vida. Esta vida como activista ya tuvieron ocasión de verla los espectadores en los especiales de 'Wild Frank, al rescate' que DMAX ofreció a finales del pasado año.

"Intenté pedir permisos para poder llevar unos slow loris enanos a una reserva de Camboya", sin embargo, "todo fueron trabas". La conclusión que saca Cuesta es clara y directa: "A los que mandan les importan una mierda los animales". Según nos cuenta Frank Cuesta, "cada vez resulta más difícil dejar animales en libertad, por lo que las trabas se van multiplicando. Existen muchos intereses y por si fuera poco las mafias del norte están cada día más asentadas".

Para las autoridades, según lamenta Frank Cuesta, la solución para esos once slow loris estaba en los zoos, en los zoos privados o incluso siendo regalados a gente influyente. Evidentemente el herpetólogo no compartía esa idea, por lo que decidió hacer lo que mejor sabe: buscarse la vida. Tras 28 horas al volante, Cuesta llegó a la reserva camboyana y en "10 minutos" cumplió su objetivo. Los once slow loris fueron puestos en libertad.

"Tenemos que ser más cautelosos"

"Desde enero de este año hemos liberado cerca de 120 animales", recuerda Cuesta, pero cada día resulta más complicado. "Cada vez tenemos que ser más cautelosos a la hora de soltarlos. Yo aquí, en Tailandia, tengo muy buena relación con tres parques nacionales: uno en el norte; otro en el centro; y otro más en el sur", pero a pesar de ello se ve obligado a tomar una serie de precauciones para que cualquier operación puede llevarse a cabo con garantías.

Según denuncia Frank Cuesta, en los últimos cuatro meses han vuelto a amenazarlo

"Hay solamente 3 personas que saben la localización exacta a la que vamos porque no nos fiamos ni de los propios guardas...". En palabras de Cuesta, el gobierno militar está luchando mucho contra el tráfico animal y por ello " hay mucha más corrupción que antes". Debido a esta situación, según denuncia Frank Cuesta, "en los últimos 4 meses las amenazas han vuelto, así como las visitas inesperadas".