Las Campos, más divas y divertidas que nunca, abren su casa a la prensa

El reality de 'Las Campos', docu-reality como lo denominan sus protagonistas, no deja de dar sorpresas. Igual que el programa, la rueda de prensa de presentación de la nueva temporada del formato se ha llevado a cabo en un lugar diferente y original. La propia casa de Teresa Campos en la zona norte de Madrid fue el lugar donde algunos medios, entre ellos EL CONFI TV, pudieron charlar con ellas sobre las grabaciones, el amor, la vida y hasta la política. El programa se estrena el miércoles 27 de diciembre a las 22.00.

Inmersas en un ajustado planning de grabación, las malagueñas más populares de la tele abrían las puertas de su casa, poco después de la hora prevista, las cinco de la tarde. La vivienda, ubicada en la urbanización Molino de la Hoz de las Rozas, es la misma que ya pudimos ver en el programa de Bertín, 'Mi casa es la tuya', una mansión de 2.000 metros cuadrados en los que convive con Bigote Arrocet. El camino hasta allí se hizo largo, había demasiada expectación.

A nuestra llegada, Óscar Cornejo, productor ejecutivo del programa, sale a recibirnos y explicar que los medios, en esta ocasión, vamos a formar parte del programa. "Los medios buenos", matizó entre bromas Carmen Borrego poco después, dejando claro que algunos otros, refiriéndose a los paparazzi, les habían seguido durante su periplo americano. Cornejo se muestra encantador. No pone normas, no pide nada a los periodistas que esperamos en la puerta y cuenta con discreción, mientras hacemos tiempo para que las protagonistas se puedan cambiar de ropa, que "Teresa y Carmen están muy contentas", pero Terelu "venía agotada de hacerse en la mañana las fotos de las Campanadas. Se había echado un rato la siesta".

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Abre la puerta María, la ya famosa asistenta de María Teresa. Ella ha sido una de las grandes protagonistas de los capítulos del programa y todos la saludamos como si fuera de nuestra familia. María se ruborizaba, pero participó de todo lo que la pedimos riéndose a carcajadas, fotos, planos, selfies... Entramos en la mansión dando aplausos y empezamos a entender por qué la presentadora no quiere bajar su precio (4,3 millones de euros) desde que está en venta, a pesar de las recomendaciones de las inmobiliarias.

En la entrada nos recibe Raúl Prieto, el alma máter de 'Las Campos'. Está camuflado entre los equipos de cámaras. Es el encargado de velar para que todo salga bien, atender a las protagonistas, el contenido, los equipos... El tiempo apremia y llevan varias horas de grabación. No interviene, Raúl siempre ha sido trabajador y muy discreto, pero pone su sello y sigue en la sombra toda la rueda de prensa. Sin él, el programa no sería lo que vemos.

Casi una veintena de periodistas y fotógrafos entramos en uno de sus grandes salones. Hace mucho calor por los focos y estaban todos los asientos preparados, junto a una pantalla que nos mostró una pequeña parte de lo que nos vamos a encontrar en la primera emisión grabada en la Gran Manzana. La pequeña parte que nos mostraron fue puro humor. Teresa, Carmen y Terelu se convirtieron en unos días en Audrey, Marilyn y Carrie, protagonista de 'Sexo en Nueva York', una serie que reconocen que les encanta, sobre todo a la matriarca. Las comparaciones como suele decirse son odiosas, pero en este caso muy divertidas.

Las Campos aparecen en el salón, especialmente guapas y se dirigen a todos con una gran simpatía. Son conscientes de que es lo que toca. Han trabajado mucho en los últimos días y hay que venderlo bien. Se las ve muy unidas, aunque con sus pequeñas diferencias y en ocasiones se interrumpen para hablar. La que menos interviene, con diferencia, es Carmen Borrego, que en muchas ocasiones habla para puntualizar, lanzar pullas o dejar la pelota en el tejado de su hermana y su madre. Ha sido directora de programas y sabe lo que realmente interesa. Borrego demostró una vez más por qué es un personaje que la televisión no debería perder.

María Teresa está contenta y no lo disimula. Se muestra como la gran anfitriona que es y responde a todas las preguntas, sean o no sobre el programa. Falta Bigote Arrocet y aunque nadie le preguntamos por él, ella quiere decirlo. Presiente que alguien pueda criticar o anunciar que no está bien la relación entre ellos por no estar en la casa. "Está con su hermana, ya lo dejo claro", declara con voz de enamorada. Habla sobre el reto que supuso para ella este viaje y afirma que no quiere saber nada más de lo que queda, al menos Dubái y Japón. Saca el tema del gran susto de salud y explica todo lo que vivió. Se muestra muy agradecida con la vida.

De la porra al perrito

Terelu explotó su faceta más divertida. Estaba radiante de rojo y derrochaba simpatía. Habló de 'Sálvame' y de sus problemas con el inglés dejando dos grandes incógnitas sobre el programa: si se verán las caras con las Kardashian y si todas las maletas que llevaban eran suyas... Todo apunta a que la mayor de las Campos seguirá entrando al trapo sobre las bromas con la comida. Su hermana ya le preguntó, ante los periodistas, si estaba preparada para que tras las bromas sobre la porra llegaran "las del perrito". Teresa se moría de la risa.

Tras la rueda de prensa, que duró cerca de una hora, la presentadora y sus hijas brindaron con los periodistas, hicieron la sesión de fotos pertinente, ante el árbol de Navidad y la chimenea. Todo se solventó. Los problemas de última hora con el vestuario, el calor de la sala, los tacones y tener a varios periodistas curioseando por las estancias, incluida la piscina climatizada, no fueron presión suficiente para las protagonistas, que en ningún momento perdieron la sonrisa. Lo cierto es que, en una de estas de ponte ahí y estate quieto, alguien decidió que moviéramos una de las pequeñas mesitas de la estancia y una pata se rompió de forma inesperada. María llegó al rescate y en voz bajita aseguró que "ya se había roto durante las primeras grabaciones pero no se había atrevido a confesárselo a la jefa". Como se suele decir, problemas del directo...

Tras casi dos horas en el hogar de Teresa Campos, nos despedimos. Aún les quedaba plancha y seguramente dar también su opinión sobre los periodistas que les visitamos. Nos dicen adiós muy cariñosas y Terelu grita que sigamos con Telecinco las Campanadas. "Hay que barrer para casa", explica.