María Llapart ('Al rojo vivo'): "El debate puede ser bueno sin llegar a ser crispado"

Vinculada a 'La Sexta noticias' desde 2008, María Llapart es desde esta pasada Semana Santa la nueva sustituta oficial de Antonio García Ferreras. Tablas no le faltan. Especializada en información parlamentaria desde 2012, su labor le ha llevado a cubrir numerosos acontecimientos de relevancia política de los últimos años. Además, colaboradora con Iñaki López los sábados en 'La Sexta noche'.

Aunque el plató le impone mucho, rechazar la silla de Ferreras no entraba en sus planes. "Que te ofrezcan cosas así forma parte de mi trabajo", reconoce María Llapart. Consciente de la gran "responsabilidad" que supone este encargo, la periodista se muestra feliz e ilusionada de que La Sexta haya confiado en ella. Todavía con nervios, solo espera sentirse totalmente cómoda cada vez que le toque suplir a su jefe. Y ella lo tiene claro: "Las tablas te ayudan siempre a tirar hacia adelante cuando en directo las situaciones se complican o se vuelven difíciles".

PREGUNTA: Te estrenaste esta pasada Semana Santa al frente de 'Al rojo vivo'. ¿Cómo fueron esos primeros días? ¿Qué siente una al sustituir a Antonio G. Ferreras?

RESPUESTA: Sentí muchísima responsabilidad, además estaba muy nerviosa. Solo deseaba que todo saliera bien y no equivocarme. Que la cadena confíe en ti para hacer un programa que es toda una referencia informativa en la mañana impone mucho.

Los políticos van a tener que entenderse para seguir adelante y avanzar. El problema es que en este país no hay cultura de pactos

P: ¿Tuviste tiempo para meditar la propuesta o una debe aceptar este tipo de retos tan pronto le llegan?

R: Decir 'no' la verdad que no era una opción. Evidentemente es una oportunidad. Que a una le ofrezcan cosas así forma parte de mi trabajo. Cuando me llamaron por teléfono y me dijeron que querían ver cómo lo hacía me quedé 'flasheada'. Hasta que no colgué no fui consciente de la propuesta.

P: Sustituir a Ferreras conlleva una gran responsabilidad...

R: Soy consciente de que la cadena confía en mí para hacer algo muy importante, algo que va a requerir mucho trabajo. Trastocará mis vacaciones, pero es cuestión de organizarse. Supongo que las cogeré antes de que Ferreras se vaya.

P: Por primera vez, has presentado un programa desde plató. ¿Se siente una más arropada?

R: El plató impone mucho, además nunca lo había hecho. El primer día estuve muy nerviosa, con las piernas entumecidas. La verdad es que fue difícil. Me queda mucho camino por recorrer hasta manejar totalmente el plató como lo hace Ferreras.

El plató nada tiene que ver con el Congreso, pero me ha dado tablas para que el primer día no me desmayara [risas]. El Congreso me ha enseñado a plantarme delante de la cámara, a no quedarme callada y a decir cosas coherentes. Las tablas te sostienen sobre todo en aquellas situaciones difíciles de directo. Tuve miedo, lo reconozco. Yo fue la primera que desconfiaba de que fuese capaz de hacer 'Al rojo vivo'.

P: Tus compañeros te tienen una gran estima. Ana Pastor, por ejemplo, te dedicó unas palabras muy bonitas...

R: Fue muy emocionante porque recibí muchísimo cariño y muchas muestras de apoyo. Mis compañeros y mis amigos estuvieron ahí para recordarme que sí soy capaz de hacerlo. Llevo 10 años en la empresa y muchos más en la profesión. Supongo que al final una recibe lo que siembra. Lo más importante de todo es ser compañera y buena persona. Me alegro de estar rodeada de tantos compañeros, majos y cariñosos, es muy bonito. Además, me han hecho críticas muy constructivas, críticas que siempre hay que recibirlas y escucharlas.

P: Interactúas muy poco en las redes sociales. ¿Rehuyes de las polémicas? ¿Es una estrategia para evitar ataques directos?

R: La verdad es que no se trata de algo premeditado, simplemente no soy una periodista muy dependiente de las redes sociales. Las uso y si veo algo interesante lo cuelgo, pero no estoy pendiente de lo que pasa. Mantengo cierta distancia con Twitter.

P: ¿Tuviste ocasión de hablar con Cristina Pardo antes de ponerte al frente de 'Al rojo vivo'?

R: Claro, pero porque tengo mucha relación personal y profesional con Cristina. Para mí es un ejemplo de la que aprender. Me ha dado siempre muchos consejos y también lo hizo con 'ARV'. Me dio la enhorabuena y me dijo que fuese yo misma, que no intentase agradar a nadie. Me dio algunas claves para llevar el programa, cosas que me han venido muy bien.

Me sorprende la capacidad que tienen algunos políticos de abstraerse de la política, del barro político, del enfrentamiento...

P: ¿Hay algún tertuliano al que temas? ¿Te dio Pardo alguna clave para tener a todos controlados?

R: Hay que dejarles siempre hablar y cuando empiecen a perder los papeles o a pisarse los unos con los otros hay que pararlos en seco. No debemos fomentar los gritos. El espectador tiene que enterarse de todo. El debate puede ser bueno sin llegar a ser crispado. Cortar a tiempo siempre es una buena opción.

P: ¿Te dejaremos de ver en 'La Sexta noche'?

R: Yo iré al programa si mis jefes consideran que debo de seguir yendo. Yo estoy encantada con el programa de Iñaki López. Además es compatible, al igual que siga yendo al Congreso cuando Ferreras esté en plató. Yo no dejo el Congreso.

P: ¿Qué crees que acabará pasando en Cataluña? ¿Habrá nuevas elecciones?

R: No, los independentistas no van a dejar escapar el poder. Pactarán a última hora, pero estoy convencida de que se pondrán de acuerdo. Creo que no se van a arriesgar de volver a ir a las urnas.

P: ¿Cómo valoras el actual curso político? ¿Crees que se complicará en lo que queda de temporada?

R: Estamos en un ambiente preelectoral y electoral constante. Creo que vivimos en una falsa legislatura, en la que los políticos actúan pensando todo el rato en las urnas. La aritmética parlamentaria está endiablada. Los políticos se desayunan las encuestas un día y otro también. Todos dan la legislatura por perdida, están en un momento de transición.

Se tienen que dar cuenta, de una vez por todas, que aquí ya no van a darse mayorías absolutas y de que van a tener que entenderse y hacer pactos los unos con los otros para que las cosas sigan adelante, de lo contrario el país no va a avanzar. El problema es que en este país no hay cultura de pactos.

P: ¿Tienen la mayoría de políticos una doble cara? ¿Son realmente como se muestran ante las cámaras?

R: Haya cámaras o no, generalmente se mantienen firmes en sus ideas. Todos muestran la posición de partido y pocas veces se rebelan. Lo que me llama la atención es verlos discutir en el hemiciclo, en una comisión, y a los dos minutos verlos reír en el pasillo. Me sorprende la capacidad que tienen algunos políticos de abstraerse de la política, del barro político, del enfrentamiento. Diferencian mucho el trabajo de lo que no lo es.

El Congreso me ha enseñado a plantarme delante de la cámara, a no quedarme callada y a decir cosas coherentes

P: Si rebuscásemos en la hemeroteca, ¿habría algo de lo que te pudieras arrepentir?

R: Poca cosa. Encontraríais a una periodista muy patética en sus primeros tiempos [risas]. Todos tenemos un comienzo. Si ves mis primeras crónicas o mi primer directo en La Sexta te echarás las manos a la cabeza. Pero poco más, no creo que tenga un pasado del que esconderme ni del que renunciar. Soy bastante normalita.

P: ¿Sigues con miedo? ¿Llega una a superarlo?

R: El miedo es muy difícil quitarlo, lo importante es que no consiga apoderarse de ti. Yo tengo miedo a equivocarme o a cometer un error grave en directo. ¿Cómo se combate eso? Yendo muy preparada a los sitios, leyendo mucha presa, preparando las entrevistas,... El miedo te enseña a ser prudente y a currarte todo lo que hagas. Tengo el miedo justo para mantenerme en alerta y no quedarme paralizada.