¿Qué tenían de especial los cinco últimos ganadores de Eurovisión?

Se han celebrado ya 62 ediciones, sin embargo, la clave para triunfar en un festival como el de Eurovisión sigue siendo todo un misterio. A pesar del cambio histórico y cultural acontecido en estos años, resulta complicado aunar las razones que expliquen por qué unas determinadas canciones son respaldadas de forma mayoritaria por Europa y otras, en cambio, apenas tengan eco mediático.

A continuación, analizamos por separado las cinco últimas candidaturas ganadoras del eurofestival. A pesar de ser muy distintas entre ellas, lograron convencer tanto al público como al jurado y alzarse con la victoria en sus respectivas ediciones.

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Emmelie de Forest - 'Only Teardrops'

Dinamarca 2013. Favorita desde mucho antes de la celebración de las semifinales del certamen, la joven danesa que por entonces contaba con 20 años encandiló con su dulzura, su magia y su sencillez al público y al jurado, y cumplió todos los pronósticos que la daban por ganadora.

'Only Teardrops', con ese sonido folk y esa musiquilla tocada con flauta tan fácil de memorizar, llevó a todos los países participantes en la LVIII edición del concurso, a excepción de San Marino, a votar por ella y coronarla vencedora con un total de 281 puntos.

Conchita - 'Rise Like a Phoenix'

Austria 2014. Un año después, la sorprendente y fuera de lo común Conchita Würst -antiguo nombre artístico de la cantante- llevó el festival a su extremo más reivindicativo y con su, a priori, extravagante imagen convenció a Europa para convertirse en la poseedora del micrófono de cristal.

'Rise Like a Phoenix', tema considerado en un principio muy propio de una película de James Bond, pasó como un vendaval por Copenhague y batió a todas las favoritas con su potencia y fuerza, a las que acompañó una magnífica interpretación de la artista nacida en Gmunden, quien clavó la canción.

Måns Zelmerlöw - 'Heroes'

Suecia 2015. Una puesta en escena muy actual y atrevida fue la que dio el triunfo a Måns Zelmerlöw en Viena con 'Heroes'. El artista, vestido con unos pantalones de cuero negros y una camiseta gris bastante discretos, centró toda la atención del espectador en la pantalla que se encontraba a su espalda y sobre la que ocurría toda la magia de su actuación.

Las acusaciones de plagio de la canción, relativamente parecida a muchas de las creadas por el DJ francés David Guetta, pasaron totalmente desapercibidas en cuanto el intérprete se subió al escenario del Wiener Statdhalle y, con un total de 365 puntos, logró la sexta victoria del país nórdico en el certamen.

Jamala - '1944'

Ucrania 2016. Extraordinario fue también lo que consiguió Jamala en el Globen de Estocolmo. La cantante ucraniana de origen tártaro plasmó la historia de su vida en '1944', una canción tremendamente emotiva que narraba el sufrimiento y la opresión hacia su etnia por parte de la Unión Soviética de Stalin. Su mensaje caló en lo más hondo del público y del jurado que, si bien la colocaron segunda en sus respectivas clasificaciones, la auparon al triunfo.

La perfecta combinación del inglés con el tártaro de Crimea; el halo de emoción palpable en su rostro, los gestos de la artista y la puesta en escena, simple pero llena de contenido, llevaron a Ucrania a sumar su segundo triunfo en Eurovisión en apenas once años.

Salvador Sobral - 'Amar Pelos Dois'

Portugal 2017. Por último, encontramos a Salvador Sobral, ganador más reciente del festival y artífice de que la edición de este 2018 tenga lugar, por primera vez, en Portugal. Sobral es un artista de jazz al que no le gusta la música 'de comida rápida', sino la que de verdad mueve sentimientos.

'Amar Pelos Dois', compuesta por su hermana Luisa Sobral, embelesó a todos los presentes en el Centro de Exhibiciones de Kiev del mismo modo que lo hizo al jurado y al público en sus casas, quienes le otorgaron la máxima puntuación para lograr un total de récord.

La puesta en escena, muy sencilla, casi en penumbra. Él, situado sobre una pequeña pastilla en el gran escenario del pabellón y rodeado de gente que sentía cada frase de la canción. Salvador hizo historia en el Festival de Eurovisión al enamorar a Europa.

Pese a tener que ausentarse de los ensayos por una enfermedad por la que ha tenido que ser operado recientemente, el intérprete de 28 años se entregó en cuerpo y alma para demostrar que no hacen falta fuegos artificiales ni impresionantes coreografías para transmitir.