22 restaurantes se unen para denunciar a Alberto Chicote por 'Pesadilla en la cocina'

La unión hace la fuerza -dicen-, por ello "entre 22 y 23 empresarios" se reunirán este jueves, 19 de enero, en Madrid con el fin de impulsar "la primera asociación de afectados de Pesadilla en la cocina". Todos ellos aceptaron participar en el exitoso formato de La Sexta, pero ahora parece que se muestran muy críticos con los métodos que en su momento empleó con ellos Alberto Chicote.

En sus cinco temporadas, el programa de Warner Bros IPTV-España ha recibido numerosos ataques, sin embargo, nunca hasta ahora los supuestos "afectados" se habían constituido en asociación. "Nunca haremos una denuncia individual, pero tenemos derecho a asociarnos y formularla de forma conjunta, porque a la comida [de Madrid] irán abogados", ha explicado Manoli Paz, del restaurante Irlanda de El Ferrol, una de las impulsoras de esta iniciativa.

Según recoge 'La Opinión de Zamora', junto a Manoli se encuentra Sole Álvarez, propietaria del Café Zamora. Fue precisamente allí, en Zamora, donde nació la idea de crear la Asociación de Afectados por Pesadilla en la Cocina. Como muchos espectadores recordarán, por primera vez Chicote se vio obligado a abandonar el rodaje sin realizar la habitual reapertura del local. El popular chef se marchó debido a la terquedad de la dueña.

Las impulsoras remarcan que 'Pesadilla en la cocina' es una "estafa". El objetivo de la comida que llevarán a cabo en Madrid no es otro que "reunir a todas aquellas personas que hayan pasado por lo mismo que nosotros: por qué unos negocios funcionaban y otros no, por qué a unos se les montaba un local impresionante y a otros no se nos tocaba la cocina, promesas incumplidas, vejaciones", ha explicado Manoli.

Según critica Manoli, "en el programa solo se puede lucir Chicote, no se nos enseña nada de cocina y firmas un contrato que si incumples te obliga a pagar una indemnización que te arruinaría toda la vida".

25 despidos en tres meses

25 despidos en tres meses. Este es solo uno de los reveladores datos a los que se enfrentó Alberto Chicote nada más pisar el Café Zamora, el reto que los espectadores pudieron ver a finales del pasado mes de noviembre. El programa viajó hasta Castilla y León para conocer a Sole, una veterana hostelera con mucho carácter y un restaurante que, a pesar de su privilegiada ubicación, el casco antiguo, se encontraba en horas bajas. Una situación que derivó en serios problemas económicos para su singular dueña.

El mal funcionamiento del negocio era evidente, pero las causas completamente diferentes según la versión de la dueña o la de los empleados. Para ella, más centrada en encontrar culpables que en sacar el trabajo, el problema se encontraba en que nadie cumplía sus exigentes órdenes. Por su parte, los empleados -con evidentes síntomas de ansiedad debido al mal ambiente que se respiraba durante sus interminables horas de trabajo- se lamentaban de la desconfianza de la dueña hacia ellos, de las despóticas maneras con las que los trataba y de su falta de empatía hacia quienes trabajaban para ella.

Alberto Chicote intentó hacerle ver a la dueña la necesidad de acercarse a su plantilla, confiar en ella y darle valor. Pero Sole no se lo puso fácil. Su enorme terquedad e intransigencia llevaron al chef a tomar una decisión sin precedentes: abandonar el restaurante sin finalizar su reapertura.