El equipo de 'En el punto de mira', amenazado en su último reportaje en Benidorm

Cuatro emitió este lunes, 7 de agosto, una nueva entrega de la edición de verano de 'En el punto de mira'. En este nuevo programa, dedicado a los negocios ilegales de Benidorm, el espacio de investigación puso el foco en los 'mojiteros' de las playas de la ciudad y los trileros de la zona.

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De la mano de Boro Barber, las cámaras del programa reflejaron cómo es el trabajo de la policía para tratar de impedir la venta de mojitos ilegales en las playas de Benidorm, pero también trataron de mostrar cómo se lleva a cabo todo el negocio: desde la compra de las bebidas hasta la red de hombres que cubren cada zona, el almacenaje o la preparación de los diferentes cócteles.

Precisamente para conocer de primera mano todo este proceso, el periodista trató de conversar con más de uno de los 'mojiteros', produciéndose entonces un encontronazo marcado por las amenazas de este: "¡No, no me grabes amigo, por favor!", comenzaba diciendo el 'mojitero', quien trataba de impedir que la cámara captase sus movimientos.

Ante la insistencia de Boro, el susodicho fue alterándose cada vez más, hasta llegar a amenazar al reportero, quien trataba de explicar que estaba realizando su trabajo: "¿Eres tonto o no te enteras, tío? ¡Que no me grabes! Yo te puedo quitar la cámara también y llevármela, ese también puede ser mi trabajo. Yo soy así, yo hago de todo, soy multiusos", decía encarándose con Barber.

Ante esta reacción, el periodista no pudo hacer más que abandonar la zona, evitando así que el suceso tuviera consecuencias mayores. Esta postura chocó frontalmente con la de otros de sus compañeros, ya que fueron varios los 'mojiteros' que no tuvieron reparo en compartir a cámara cómo es su día a día, cuántas multas pueden acumular en un verano o qué sucede cuando alguno de ellos infringe el acuerdo de precios establecido en cada zona (es expulsado una semana).

"Tengo la habitación empapelada con multas"

Precisamente uno de los testimonios más llamativos de este reportaje de 'En el punto de mira' fue el de un joven que reconoció tener "empapelada la habitación de su hija con multas", ya que "el papel es rosa".

"Tengo ya como 30 o 40 multas, y el verano no ha acabado todavía", comentaba uno de ellos a Boro, quien explicaba a los espectadores que, al declararse insolventes, este tipo de sanciones no tiene efecto sobre ellos. Con esta investigación de campo, Barber evidenció el complicado problema al que se enfrentan los hosteleros de Benidorm, quienes tienen prohibido vender alcohol en las playas, mientras que los 'mojiteros' actúan con impunidad a escasos metros de sus establecimientos.