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Crítica de ‘Los reyes del barrio’: ventajas e inconvenientes de hacer más de lo mismo
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CRÍTICA DEL ESTRENO

Crítica de ‘Los reyes del barrio’: ventajas e inconvenientes de hacer más de lo mismo

El nuevo docurreality de Cuatro recuerda mucho a otros programas de la cadena, pero acertó con un casting que promete dar mucho juego

Foto: Las Moraleja Girls. (Mediaset)
Las Moraleja Girls. (Mediaset)

Uno de los principales retos de las cadenas es encontrar su público específico, una imagen de marca inequívoca que sea sinónimo de un tipo de programa. No es casualidad que cuando el espectador piensa en realities, aparezca en su televisión Telecinco, o si quiere debates y periodismo de investigación, piense en laSexta, pero cuando busca docurrealities, inmediatamente se le viene a la cabeza Cuatro.

Mediaset ha sabido encontrar la seña de identidad de la cadena para diferenciarse de su competencia directa y ha decidido explotarla con productos que tienen ahora un nicho en las audiencias, presentando este jueves 18 de enero ‘Los reyes del barrio’, su última apuesta televisiva en colaboración con La Competencia Producciones (‘Los Gipsy Kings’).

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‘Los reyes del barrio’ sigue la vida de cuatro grupos de jóvenes de distintos barrios de España: la Moraleja y el barrio de Salamanca (Madrid), el Raval (Barcelona) y Burjassot (Valencia); siendo precisamente las mezclas de estilismos de sus protagonistas, sus jergas y sus sueños los que guían el transcurso del programa. Bueno, y el humor, eso también.

placeholder Los Salamanca Style. (Mediaset)
Los Salamanca Style. (Mediaset)

Aquí huele a tróspido

Aunque es cierto que no es ‘Quién quiere casarse con mi hijo’, ‘Los reyes del barrio’ sí que huele a tróspido (una palabra popularizada para referirse al programa de citas presentado por Luján Argüelles) y eso es un arma de doble filo: los fans del formato estarán encantados y adaptar una fórmula de éxito puede salir muy bien, pero también puede cansar al espectador y que este acabe abandonando el show.

Pero si hay algo que puede salvar a cualquier docurreality, es su casting. En esta ocasión es el plato fuerte y es que ‘Los reyes del barrio’ dan para un programa cada uno: carreras de comer churros, conciertos multitudinarios, vocalizaciones tan pijas que hacen necesarios los subtítulos, cumpleaños en Las Vegas, y mucho (mucho) divineo del malo, del que te deja la boca más abierta que cuando te comes una croqueta recién sacada de la sartén. Y cómo gusta todo eso.

El nuevo espacio de Cuatro no es una revolución, no es el programa del año y no será uno de los espacios más innovadores de la temporada pero, ¿quién necesita todo eso? La Competencia no ha disparado un cañonazo a un blanco gigante, sino una flecha directa a una diana, su diana: el público que acompaña a Cuatro desde hace tiempo con programas como ‘Callejeros’, ‘Hermano mayor’ o ‘Los Gipsy Kings’. Una audiencia que solo quiere curiosear en la vida de los protagonistas, disfrutar con dramas impostados y reír un buen rato.

Y eso lo han conseguido.

Uno de los principales retos de las cadenas es encontrar su público específico, una imagen de marca inequívoca que sea sinónimo de un tipo de programa. No es casualidad que cuando el espectador piensa en realities, aparezca en su televisión Telecinco, o si quiere debates y periodismo de investigación, piense en laSexta, pero cuando busca docurrealities, inmediatamente se le viene a la cabeza Cuatro.

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