Évole ahonda en la trata: "No hay voluntad política. El sistema favorece al proxeneta"

Jordi Évole ahondó este domingo en la trata de mujeres con una nueva edición de 'Salvados' titulada 'Las invisibles'. Apoyado en el testimonio de dos víctimas, el periodista de La Sexta desgranó las partes culpables de esta lacra que padece España, donde "no existe una ley integral contra la trata, cuando es el país que más consume y un destino de turismo sexual. No hay voluntad política", apunta Amelia Tiganus, ahora activista de apoyo a víctimas de trata en Feminicidio.net.

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Amelia salió de Rumanía con la idea de ejercer la prostitución. Lo que no sabía era a qué reglas tendría que atenerse a su llegada a nuestro país, concretamente a Alicante. "Estuve cinco años teniendo que ejercer la prostitución en más de 40 prostíbulos diferentes; atrapada cinco años en el sistema".

En su Rumanía natal soñaba con ser profesora o médica, pero volviendo del colegio sufrió una violación múltiple cuando tenía 13 años que le cambió la vida. "Me vi totalmente marginada. No recibí apoyo de nadie. Ya no valía para buena mujer, era un desecho", relata Amelia ante la atenta mirada de Évole.

"Entre los 13 y los 17 no sé como pude resistir a toda esa violencia. Estoy orgullosa de mí misma por no haberme suicidado", continúa esta víctima que ahora se encarga de ayudar a mujeres que padecen o han padecido esta situación. Fue entonces, a punto de cumplir la mayoría de edad, cuando le hablaron de las "bondades de la prostitución". "Dentro del trauma, me di cuenta de cómo me ilusionaba tener el control sobre esos abusos que había sufrido y ganar dinero con el sexo".

"Me vendieron por 300 euros a un proxeneta español", confiesa Amelia para seguir dando fe de su experiencia. "Tienes que dormir en la misma habitación que durante horas han convertido en herramienta de tortura". La entrevistada va más allá y añade responsabilidades: "El sistema es perfecto para el proxeneta, desde las leyes hasta la materia prima que recibe. Y lo peor es que muchos de estos hombres acaban asesinando a las mujeres".

"Empecé a trabajar en un bar y me encontraba a los puteros con sus familias"

"La industria del sexo fabrica putas a gran escala porque siempre necesita más y no dejan de llegar nuevas chicas”. Tras cinco años siendo víctima del sistema, comenzó a trabajar en un bar. "Allí me daba miedo hasta la risa de los niños y la luz del sol. Me encontré puteros con sus niños y sus familias en el bar", asegura Amelia, quien explica que no denunció antes "porque no me identificaba como víctima de trata; lo supe cuando comencé a estudiar y tuve conciencia del feminismo".

"Esta la historia de las mujeres que el patriarcado pone a disposición del hombre -explica Amelia para concluir-, miles de mujeres que sufren la pérdida de identidad. Soy feminista y el feminismo me salvó la vida. Me dio herramientas para colocar el puzle de mi vida, supe que todo lo que he hecho no es mi culpa".

"La culpa es primero del Estado, porque permite con sus leyes que son opacas que esto ocurra. Parece que protegen a los hombres que explotan a las mujeres. Luego están los proxenetas que se lucran. Y también los hombres que pagan por penetrar a mujeres que no les desean". Por último, apunta Amelia, "está la sociedad, que repite el discurso del lobby proxeneta: 'Si están así es porque ellas lo han elegido", remata la entrevistada.