Masterchef 6: conoce a todos los concursantes del 'talent show' de cocina

Ha vuelto MasterChef. Y lo ha hecho fuerte: con un nivel de cocina 'amateur' cada vez más alto y con algún que otro concursante polémico, como un joven periodista de Granada que en el primer programa, durante el 'casting', se atrevió a dirigirse a Samantha con unas palabras que poca gracia le hicieron a la miembro del jurado. Finalmente fueron 15 los que entraron en la edición de 2018 del programa. Son estos:

1. Daniel, bombero en Madrid

Daniel Escribano comparte su vocación por la cocina con su profesión, que adora. Es bombero en Madrid, tiene 32 años y sus compañeros de la unidad lo adoran: cuando comparten turno con él, nunca dejan que sea otro el que cocine. Dani —prefiere que lo llamen así— lleva cocinando desde los 18 años —también ayudaba a su familia, que montó un restaurante— y sus favoritos, los platos de cuchara, y su plato estrella, el guiso de conejo. En su tiempo libre le gusta hacer salto en paracaídas y le gusta "todo lo que tiene que ver con la montaña".

También disfruta viajando con sus amigos, pero adora el deporte: busca un deporte que le guste y viaja en función del mismo. Se considera un alma libre y dice que tiene una buena base de cocina.

Entró en Masterchef 6 después de cocinar un fumet de pescado con carabinero.

2. Eva, comercial en Barcelona

Eva tiene 42 años y es hija de un japonés y una aragonesa. Hasta ahora trabajaba de comercial y le gusta cocinar, pero hace "lo de cada día" para su familia. "Me sale todo superbien", asegura. Su filosofía de vida se basa en vivir el presente y ser feliz con lo que tiene, y confiesa haber tenido un carácter demasiado fuerte y que el paso del tiempo ha amansado la fiera que lleva dentro. Le gusta viajar, hacer deporte —lo considera su "droga"— y comer.

Cree que su punto débil es el emplatado, porque reconoce que le cuesta ser creativa. No ha cocinado muchos dulces, pero se ve con resolución suficiente para salvar todos los obstáculos que se le presenten en el programa. Es la exmujer del piloto de Fórmula 1 Marc Gené, con quien tiene dos hijos, y ahora está casada de nuevo.

Eva entró en Masterchef después de presentar un plato de alcachofas con gambas y almejas, un poco soso pero "bien respetado".

3. Fabio, financiero en Madrid

Fabio es de Madrid, tiene 35 años y también es otro amante del deporte —juega al pádel, al fútbol, sale a correr, hace 'crossfit'...—. "Alegre" sin ser "el alma de la fiesta", se considera una persona competitiva, aunque reconoce que también sabe perder. "Y aquí hay mucho nivel". Aun así, se considera a sí mismo exigente, extrovertido y tímido a la vez. Estudió Empresariales y actualmente trabaja como encargado de administración y finanzas de una empresa eléctrica.

En su tiempo libre cocina y descansa, y asegura que le gusta cocinar las cosas que le gusta comer. "Suelo ser tradicional pero también me gusta innovar con la comida, siempre que me gusten los ingredientes", apunta. Disfruta de la comida asiática, de la italiana, de la española... y dice odiar perder el tiempo.

Entró en Masterchef al cocinar un arroz con carabinero que presentó con un "punto del arroz de diez".

4. Fernando, bodeguero en Madrid

Bodeguero y fiestero: Fernando, de 42 años, dice que el día que encontró la relación entre un huevo y una tortilla francesa se le abrió "un maravillosos mundo de luz y de color". Sus amigos le conocen como 'Fer del Caribe', habla con pasión cuando es de cocina. Su fetiche gastronómico, el rabo de toro, aunque dice que no tiene platos estrella. Fernando medita y le gustaría tocar la guitarra —es "músico frustrado"—, pero prefiere cocinar.

Su familia es propietaria de la segunda bodega más antigua de España y, aunque él no gestiona el negocio directamente, se siente bodeguero por tradición familiar de muchas generaciones. Es licenciado en Derecho, aunque no ha ejercido nunca como tal, huyendo siempre de verse atado a un despacho. Lleva tres años pensando en dar un giro a su vida y dedicarse profesionalmente a la cocina.

Fernando entró en Masterchef cocinando un bacalao con fumet de gambas, acompañado de un refrito de ajos y guindilla.

5. Jon, hostelero en Vizcaya

Jon tiene 52 años, ha trabajado como electricista, en un horno... y desde hace algún tiempo es hostelero en un bar que ha montado con su familia en Bilbao. Disfruta estando de cara al público, estar con la gente, sobre todo en un "bar chiquitín, de barrio" como el que él mismo regenta. En la edición de Masterchef 5 fue uno de los 50 finalistas, pero los jueces le dijeron que no era su momento, precisamente porque acababa de montar su negocio.

Apasionado, trabajador, implicado e insistente, para Jon la experiencia de Masterchef es un auténtico sueño y ha luchado por ella hasta conseguirlo. Seguro de sí mismo, dice que está preparado para vivir situaciones al límite y dejarse la piel en nuestras cocinas.

El plato que llevó a Jon a Masterchef fue una ensalada fresca de atún.

6. Jorge, periodista en Granada

La entrada de Jorge fue ciertamente polémica, porque en el 'casting' se enfrentó a Samantha, a la que definió como "la menos mejor" del grupo de jueces. "Eres un poco como un huevo sin sal", le dijo el que luego se convirtió en aspirante de la edición de Masterchef 6. Viene de un pequeño pueblo de Granada pero lleva viviendo cinco años en Madrid. Cuando era pequeño su abuela cocinaba en su colegio, así que fueron ella y su madre las que le enseñaron las artes de la cocina.

Su objetivo es poder montar un catering —está estudianto un máster en Protocolo y Organización de Eventos— y se define a sí mismo como una persona cabezona, deslenguada y con capacidad de adaptación. "Soy como una esponja", afirma.

Se convirtió en aspirante a Masterchef 6 gracias a un plato basado en la patata: un estofado de patata.

7. Ketty, una dietista cubana en Pontevedra

Ketty llega desde La Habana (Cuba) a Galicia, donde vive desde hace seis años con un gallego que la engañó diciéndole que hacía buen tiempo en Pontevedra. Con 28 años, es otra amante del deporte —todo lo relacionado con la montaña y el aire libre— y adora cocinar desde que le abordó la curiosidad por saber cómo su abuela hacía los ricos platos que a ella tanto le gustaban. Disfruta con un buen plato y le gustan los guisos, la "comida de toda la vida", pero su objetivo es modernizarse y sofisticar su cocina.

Deja una hermana gemela en la isla, que se llama Katty. Estaba estudiando Medicina cuando se enamoró de su gallego y decidió dar el salto del charco, pero convalidó sus estudios en España y decidió formarse en Nutrición, mientras compartía las horas en la cocina del bar de sus suegros para conocer los secretos de los guisos gallegos.

Entró en la cocina de Masterchef gracias a unas zamburiñas aromatizadas con hierbas.

8. Loli, empresaria jubilada de Sevilla

Está jubilada, después de dedicar su vida a una empresa de limpieza, pero tiene el alma de una joven. Loli, de 71 años, es de Marchena (Sevilla) pero vive en Valencia. A pesar de su edad, llega al programa con "mucha ilusión y mucha fuerza", aunque sabe que cuando haya pruebas de postres no tendrá nada que hacer. Tiene que aprender a usar la sal —"los guisos los hago más bien sositos"— pero tiene la experiencia de una mujer que lleva toda la vida cocinando.

Es fiestera, coqueta, familiar y una mujer con carácter. Abierta de mente, está dispuesta a exprimir hasta el último día de su vida. Quiere perfeccionar sus dotes culinarias y que así “su gente” disfrute con sus platos gracias a sus nuevos conocimientos.

Entró en el programa presentando un nido de huevo, con "sorpresa" debajo. Le dijeron que había producto y calidad pero no magia, aunque le dieron la oportunidad de entrar al programa.

9. Marina, comercial en Valencia

Marina es una valenciana de 54 años que reside en Madrid, donde la tienen como la "pesadita" del orden y la limpieza. Su plato estrella son los guisos —pollo con puerros y cerveza, ossobuco...—, y aunque suele comer "muy sano" podría comer todo el marisco del mundo. Indignada después de que su marido no quisiera contratarla en un restaurante que acaba de abrir, Marina se promete ganar y abrir el suyo propio.

Le gustan los retos y demuestra tener un gran espíritu de superación. Su mayor orgullo en la vida es su hija. Con 18 años fue componente de un grupo de música —Nacho Cano llegó a producirle el disco—, posteriormente se incorporó al mundo de la televisión y fue dueña de un gimnasio.

Ahora ha logrado entrar en Masterchef 6 después de presentar un plato de alcachofas con gambas y langostinos.

10. Marta, estudiante de nutrición en Madrid

Marta Verona tiene 22 años y estudia Nutrición en Madrid. Al contrario que la mayor parte de los aspirantes —no solo de esta edición sino de todas, en general, disfruta mucho con los postres y la repostería. "El dulce es lo que más hace disfrutar, y soy experta en tarta de crema pastelera con frutos rojos", asegura.

Comenzó a cocinar gracias a que su padre se apuntó a clases de cocina y decidieron practicar juntos. Su pasión por los alimentos le llevó a estudiar Nutrición y Dietética para ayudar a la gente. Cuando tenía 18 años quiso estudiar en el Basque Culinary Center, pero el alto coste de estos estudios le hizo desistir ya que sabía que a sus padres les supondría demasiado esfuerzo. Se considera parlanchina, marimandona y no se enfada con facilidad.

Entró en Masterchef 6 con un plato de cordero con puré de patata, si bien dejó claro al presentarlo que quería presentar "algo más untuoso" y no "tan suelto" como ella quería.

11. Oxana, empleada del hogar en Gijón

Oxana lleva 20 años viviendo en Asturias y antes de entrar a Masterchef 6 estaba trabajando en una peluquería canina-felina. Como buena rusa de nacimiento, le gusta cocinar con carne picada —"lasaña, ravioli, filetes rusos..."— y también los platos de cuchara. Reconoce que no come dulce, pero sí que le encanta hacer tartas, pasteles y bombones de todo tipo, y que no le gustan nada los pescados y los mariscos.

Ha sido profesora de piano, cuidadora de ancianos y le encantan los animales. Su vida sentimental ha sido un poco caótica, se ha casado cuatro veces y tiene una hija fruto del primer matrimonio. Dice que es única y que sus amigos la invitan a sus casas para que cocine para todos. Adora el orden y la limpieza.

Oxana consiguió su entrada en Masterchef 6 cocinando un plato de buey con salsa de queso.

12. Ramón, conductor de autobuses en Madrid

Ramón es perseverante: tiene 41 años y es conductor de autobuses en Madrid. Pero lo que más le califica es la perserverancia: es la sexta vez que se presenta a Masterchef, y no lo hace por la fama, sino por amor propio. Cree que puede evolucionar hacia la perfección en la cocina y no piensa dejar de lado ese reto. Ramón está casado y tiene dos hijos y su plato favorito es el bocadillo de croquetas de su madre.

Trabajó como ebanista, camionero y finalmente acabó como conductor de autobuses. Los vecinos le pusieron el título de "héroe del barrio" y forma parte de una asociación de cocineros amateurs en la que hace eventos solidarios. Admira la cocina de vanguardia, pero como se considera una persona de "buen comer" dice que lo suyo es la cocina tradicional.

Ramón entró a Masterchef 6 con un plato de atún marcado con verduras salteadas, aunque le recriminaron que no añadiera una salsa que "uniera el conjunto".

13. Sofía, estudiante de Publicidad en Barcelona

Sofía, de 22 años, es la benjamina del grupo. Antes de entrar en el programa estaba estudiando Relaciones Públicas al tiempo que trabajaba en una óptica, y se considera una 'friki' de las series y las películas y, sobre todo, de los musicales al estilo Broadway. El plato que mejor le sale es el arroz, y también el que más disfruta, pero también le gusta el sushi, el pescado y el chocolate negro.

Se considera una chica transparente, auténtica, y esto le ha llevado a que la tachen de borde en alguna que otra ocasión. Su ambición le ha llevado a querer profesionalizar todas sus pasiones. Su padre es chef y su hermano estudia cocina. Por el contrario, ella nunca se ha atrevido a cocinar delante de ellos porque son tremendamente críticos. Odia a los 'influencers', tiene mucho carácter, y asegura que una de sus grandes debilidades es que es una persona muy insegura.

Sofía llegó a las cocinas de Masterchef con un plato de huevos, en concreto, un nido de huevo con trufa, cuyo mayor error estuvo en la cocinera: su inseguridad.

14. Toni, gestor de redes sociales en Valencia

Toni viene de un pueblo de Valencia llamado Foios, está casado y tiene un niño. Con 33 años, trabajaba como 'community manager' antes de entrar en el programa, y es una persona que cumple el tópico típico del cocinero valenciano: le encanta cocinar y comer paella valenciana. "Tiene como un ritual, una cervecita mientras la haces, sacas un trocito de carne...", explica. Es un fiestero: le gusta organizar "cosas" y cuando sale a cenar algo no le gusta ir a lo tradicional.

Una de las grandes motivaciones de su vida es ser fallero y lo vive al 100%. Se considera un fanático de la cocina y el origen de esta pasión le llegó viendo a su madre cocinar en casa. En 2006 se creó un blog bajo el nombre de ‘Gastroteca’ en el que hablaba de sus recetas y hacía críticas de los restaurantes a los que acudía. Aunque confiesa que nunca habla mal de nadie porque sabe que el trabajo de cocinero es muy difícil. Todo lo que sabe de cocina lo ha aprendido a través de vídeos de YouTube y libros de cocina.

Entró a la sexta edición de Masterchef gracias a un buey con salsa al Oporto y manzana confitada, con un punto de cocción que fue calificado de "excelente".

15. Víctor, ingeniero de Telecomunicaciones en Barcelona

Víctor Gonzalo es ingeniero de Telecomunicaciones y trabaja como ingeniero de redes y 'trader' de Bitcoin. Con 34 años, explica que le gusta mucho cocinar recetas asiáticas pero que prefiere comer canelones. Amante de la vida social —salir con los amigos, escuchar música, ir al cine...—, Víctor se presenta como una persona que no cree que para ganar "vale todo".

Su abuela le educó y le enseñó todo lo que sabe de cocina. Vive con sus padres y dice que se equivocó por completo al no apostar por la gastronomía y decidir desarrollarse profesionalmente como ingeniero. Tiene una espina clavada y quiere que las cocinas de MasterChef le ayuden a sacarla y así poder sentirse libre. Asegura que los fogones son su futuro soñado y que se siente un poco víctima del sistema por pertenecer a la generación "tienes que tener una carrera para conseguir un empleo".

Un plato de almejas con alcachofas fue el que llevó a Víctor al programa.