'Pesadilla en la cocina': insultos, patadas y golpes en el final de temporada

Alberto Chicote y 'Pesadilla en la cocina' se desplazaron este miércoles, 11 de julio, a Elche para tratar de salvar el restaurante Phoenix. El programa acudió a la llamada de Mariela, novia de Cristian, quien, viendo la deriva de la bocatería de su pareja, ha querido intentar evitar la quiebra gracias a la ayuda del equipo de La Sexta.

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Sin embargo, lo primero que el popular chef recibió fueron insultos. Eso sí, tras catar los principales platos de la carta de la tapería: "No soy un puto cocinero de mierda, mi trabajo siempre ha sido estar del otro día. No estoy haciendo mi trabajo, me apaño lo mejor que puedo. ¡Yo fuera soy un crack, un crack!". Patadas a las sillas, golpes a las mesas, manotazos,... Cristian estaba fuera de sí.

El propietario dejaba claro su fuerte carácter, pero Chicote no se asusta tan fácilmente tras tantas temporadas del programa a las espaldas y se lo tomaba con cierto humor. "Sí que son resistentes los materiales", comentaba con ironía antes de realizar su análisis de la situación: "Tenemos un negocio pequeño, que debería de ser muy sencillo, pero con personas muy inexpertas es complicado. Vamos a centrarnos y a sacarlo adelante".

La primera solución de Alberto fue cambiar los papeles para comprobar si era cierto que Cristian trabajaba mejor en la sala, poniendo entonces al camarero de cocinero. El resultado: casi peor que lo anterior. "Joder, qué tío más cabezón. Con 20 años no entiendo cómo se puede tener la cabeza tan dura, macho", decía Chicote resumiendo en pocas palabras su sentir tras el segundo día en el bar.

Chicote reunía entonces a todo el equipo para tratar de encontrar una solución: "Madre mía, vaya lío de cojones. Todo lo que habíamos diseñado desde el principio no ha valido para nada. Deberías mostrar un poco menos de arrogancia y más humildad. Eres muy guay y te da igual que las mesas no salgan completas o que la gente se vaya", decía dirigiéndose directamente al joven camarero.

"Soberbia, chulería, caos... Los ingredientes perfectos para que las cosas nunca funcionen. Ninguno de ellos está en condiciones de mejorar el trabajo con la actitud que tienen ahora", concluía el rostro de Atresmedia a cámara antes de pasar a la acción con dos terapias de grupo, una con la pareja de dueños y otra con los dos varones del local para acercar posturas y desestresarlos.

El nuevo Phoenix

Tras la reforma y la remodelación del menú, las cosas no parecían mejorar inicialmente, tal y como manifestaba la ayudante de cocina: "Cristian no cambia, venga Chicote, baje Dios... Él hará siempre lo mismo".

Sin embargo, gracias a ella y a los consejos de Chicote, finalmente la jornada salía adelante: "Cristian es una de esas personas que te sacan de quicio, pero si se centra, estoy seguro de que va a conseguir que el Phoenix resurja de sus cenizas definitivamente", sentenciaba Alberto Chicote. Con estas esperanzadoras palabras, 'Pesadilla en la cocina' concluyó una nueva y exitosa temporada en La Sexta.