Final de 'El embarazo de la Rebe': crisis sentimental, accidentada fiesta y parto

Cuatro cerró este viernes, 13 de julio, los especiales de 'El embarazo de la Rebe'. La joven protagonista culminó esta serie de tres entregas con su esperado parto, todo un acontecimiento para la familia Jiménez, quien recibió al bebé con una baby shower a la altura de las circunstancias.

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Este episodio final arrancó con la competición entre Dani y Marisol, padres de la Rebe, por convertirse en el mejor abuelo posible. Repintar la habitación, cápsula del tiempo, batalla en el karaoke, vídeos para el futuro... Cualquier excusa era buena para tratar de demostrar cuál de los dos quiere un poquito más a su nieto.

Rebe: "Me ha encantado ver en mi fiesta a todas las personas que quiero"

Paralelamente, las Salazar se encontraban organizando la baby shower para el bebé, ultimando los regalos y lidiando con sus propios problemas. Todo un espectáculo verlas tratando de sacar adelante sin la ayuda de profesionales un evento de tal magnitud: "La hemos hecho la niña más feliz de todo Plasencia", aseveraba la matriarca tras el éxito de la fiesta.

Y es que no todo fue fácil, ya que llegaron incluso a romper la gran estatua de hielo con la que le obsequiaron: "No pasa nada, yo lo he pagado y a mí no me duele que se haya roto. ¡Que siga la fiesta!", gritaba Noemí.

Los problemas de pareja

Pese a la cercanía del parto, Rebe y José no atravesaban por su mejor momento, viviendo una nueva crisis en su relación. Para solucionar sus problemas, las primas de ella le organizaron una sorpresa: una sesión de fotos con la que reenamorarse.

Así fue. "Cuando nos miramos a los ojos, en silencio, es una conexión de otro mundo", expresaba ella durante las fotos. "Me encantan tus ojos, tu boca, tu forma de ser... Después de todo lo que hemos pasado, no puedo expresar con palabras lo que siento. Me encantas, vas a ser la mejor madre del mundo", respondía él.

Con Chenoa y Luci entre lágrimas, los cuatro se fundían en un abrazo tras el "te quiero" de José a Rebe. Un momento muy romántico que funcionó como ellas esperaban.

Un parto por cesárea

Los abuelos recibieron la esperada llamada por parte de José: Rebe estaba de parto. Tras diez minutos en coche que les parecieron eternos, y en los que Marisol incluso llegó a llorar ante la posibilidad de no estar junto a su hija en un momento tan importante, la espera fue todavía mayor en la sala del hospital. "Esos momentos, cuando está Marisol dentro y no sabes nada... Qué mal estar sin noticias. Parece que se ha olvidado de que estamos aquí", afirmaba el futuro abuelo junto a su yerno.

"Ay, mi niña, cómo lo estará pasando", comentaba José, quien no podía entrar en la sala de parto al estar enfermo. "Necesito tener noticias ya", repetía una y otra vez el joven. "Se me ha venido todo encima. ¡Por favor, Señor, que salga bien! Son momentos que se pasan muy mal", proseguía.

En ese preciso instante aparecía corriendo y gritando Marisol. El niño ya había nacido: "Ha habido complicaciones y le han hecho cesárea, pero está bien. No podemos entrar pero habrá que esperar a su recuperación", comentó la abuela antes de acudir a ver al niño.

"Ha sido un momento muy especial para toda la familia. Me siento muy feliz, muy dichosa. Me ha regalado todo lo que he pedido en la vida", comentó ella, mientras que su marido agregaba que "cuando vi a mi nieto no sabía qué hacer, si reír, cantar... Es la maravilla de la naturaleza, la prueba de que Dios existe".

Posteriormente llegaban las primeras palabras del orgulloso padre: "Es el día más feliz de mi vida, no lo puedo explicar con palabras. Tengo que hacer lo imposible para que tenga una buena vida. Se lo merece. Lo quiero muchísimo".

Rebe, a su bebé: "Eres lo más bonito que me ha pasado en la vida"

Para el final el programa se reservó la imagen más esperada: Rebe con el bebé en brazos junto a José. "Dios mío, que esto sea mío es muy bonito. Y más que sea un niño, que es algo que siempre han querido mis padres. Poder darles esto es perfecto. Cuando les veo coger a mi niño, siento satisfacción en el corazón. Es lo mejor que les podía dar a mis padres", valoró la joven.

"En este año han pasado muchísimas cosas, pero al final queda lo bueno. Volvería a pasar esto una y mil veces. Esto es lo más bonito del mundo. Es perfecto", proseguía mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas. "Eres lo más bonito que me ha pasado en la vida. Ahora llega tu momento, y todo lo que podamos te lo vamos a dar. Te lo mereces. Vas a ser el rey de nuestra casa", concluía dirigiéndose a él.