Crítica: 'La zona', probablemente la mejor serie de la temporada

'La zona' dará este viernes, 27 de octubre, el pistoletazo de salida a la producción propia de Movistar+ en el terreno de las series. La plataforma ya estrenó 'Velvet Colección' el pasado septiembre, pero no será hasta el lanzamiento de la serie creada por los hermanos Sánchez Cabezudo cuando se produzca el auténtico nacimiento de su propuesta de contenido original, ya que la ficción de Bambu Producciones llegó bajo el sello del éxito de su predecesora en Atresmedia.

Con el peso de abrir el camino en la producción verdaderamente original de Movistar+ llega 'La zona', y no es de extrañar que esta haya sido la serie seleccionada para dar este primer paso, ya que desde sus minutos iniciales transmite la sensación de estar ante algo grande: un producto cuidado hasta el más mínimo detalle al servicio de una historia que te atrapa por la inconfundible personalidad que le impregnan sus autores.

Ambientada tres años después de un accidente nuclear, 'La zona' explora los sentimientos de todas las personas obligadas a lidiar con la catástrofe: desde el policía, único superviviente de los que ayudaron a desalojar el territorio afectado, a los habitantes afectados, los trabajadores que velan por su reconstrucción o quienes trafican con los bienes del lugar. Un rico universo de personajes y tramas relacionados entre sí por el asesinato que sacude la vida de los protagonistas, un complejo y prometedor ambiente sobre el que asentar las bases de la propuesta.

Excelente ambientación

Un aspecto fundamental a la hora de abordar una ficción de estas características es extremar el cuidado de la ambientación, una parte trabajada hasta el más mínimo detalle, dotando de una personalidad inconfundible a 'La zona' gracias al sonido, la luz, la dirección y la fotografía empleados.

El primer episodio te mete de lleno en este sentido con la rápida incursión de los protagonistas en la zona de exclusión, atravesando diferentes partes de la desolada ciudad, un aspecto en el que se incide posteriormente con el plano cenital que sigue al personaje de Eduard Fernández mientras se adentra en la escena del crimen.

Un gran despliegue técnico, unido al empleo de numerosos exteriores, sitúa rápidamente al espectador en este universo postapocalíptico que empapa, a su vez, la personalidad de los protagonistas de ese halo de desolación pretendido por el espíritu de la ficción.

Reparto de altura

Eduard Fernández vuelve a dar vida a un hombre atormentado por la pérdida, un papel que viene interpretando en los últimos años y al que le tiene tomada la medida, como demuestra nuevamente con este magnético agente que se verá obligado a lidiar con los fantasmas de su pasado.

Eduard no está solo, ya que se encuentra arropado por unos inspirados Alexandra Jiménez y Álvaro Cervantes, quienes también lidiarán con las consecuencias de la tragedia, ambos implicados de forma directa en muy diferentes maneras. A estas tres cabezas visibles hay que añadir un nutrido grupo de solventes secundarios que dan empaque a tan cuidada producción.

Personajes humanos y reconocibles, duros en apariencia pero frágiles cuando se quitan las máscaras, dañados, heridos, enriquecen y sostienen un producto sobre los que poder desarrollar historias más allá de los ocho capítulos que componen la primera temporada.

Giro retorcido al caso

En los últimos años vivimos un auge de casos policiales en torno a una desaparición o a una misteriosa muerte, una temática que puede alejar, por repetitiva, a los espectadores. Para evitar esto, desde 'La zona' apuestan por un giro gore para añadir un nuevo, e interesante, ingrediente al misterio: el canibalismo.

La presentación del caso funciona por su agilidad y sencillez, pero entroncando el asunto con la corrupción policial y el mercado negro añaden capas a la cuestión, cerrando el primer episodio con un cliffhanger igualmente estimulante acerca del villano de la ficción.

Todos estos ingredientes dan como resultado un cóctel que hace de 'La zona' una de las series imprescindibles de la temporada, llamada además a ser una de las grandes de la ficción nacional de todos los tiempos. Puede que su ritmo más pausado, lejos de thrillers como 'La casa de papel', la alejen del gran público, pero estamos probablemente ante una nueva joya de la factoría Sánchez-Cabezudo tras 'Crematorio'.