Ya hemos visto 'Fariña', la serie sobre el libro prohibido... y es droga pura

Antena 3 da esta noche un nuevo paso en el terreno de la ficción nacional con el estreno de 'Fariña'. El embargo cautelar del libro en el que se basa ha apresurado sus plazos de emisión, aprovechando la publicidad gratuita de tan mediático caso, pero la serie es mucho más que una adaptación de una obra por el momento prohibida. Es un fiel retrato de una oscura parte de nuestra historia sobre la que nunca se ha puesto el foco: Galicia como puerta de la droga en Europa.

El equipo de la productora Bambú, encabezado por Ramón Campos y Teresa Fernández, se sacude complejos y, sin miedo a comparaciones con 'Narcos' (a la que debe agradecer haber iniciado la corriente internacional que ha permitido que la serie sea ahora posible en España), sumerge al espectador en los años 80, en las Rías Baixas, en el territorio de Sito Miñanco o Laureano Oubiña, a ritmo de Iván Ferreiro.

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'Fariña' es 100% Galicia, pero una Galicia concreta, la del estraperlo, la del contrabando de tabaco, la de la entrada de la cocaína a Europa, la de la Guardia Civil mirando hacia otro lado y la de los políticos corruptos comprados por los narcos. Conversaciones en gallego, palabras en castrapo (mezcla de castellano y gallego), expresiones y tradiciones rurales, lluvia, pantalones de pana, marcados acentos, persecuciones en lanchas motoras,... 'Fariña' respira autenticidad en cada plano, en cada secuencia, rodada con el gusto y la sensibilidad de quienes nacieron y crecieron en la tierra.

Grabada íntegramente en escenarios naturales, la ficción no hace del territorio un personaje más, sino que Galicia es la historia en sí misma. La historia de un pueblo que, ante la falta de ingresos, aprovechó la tradición del contrabando de tabaco para reconvertirse en un negocio mucho más lucrativo: la droga.

'Fariña' se presenta con nota

Dejando a un lado la excelente factura técnica y el cuidado al detalle de sus localizaciones, el primer capítulo de 'Fariña' destaca por la excelente presentación que hace de su historia. Con unos primeros minutos en formato documental, la serie deja claro desde el principio lo pegada que estará a la realidad, la radiografía que hará de una época y de un caso, la operación Nécora.

De la mano de Sito Miñanco, el público asistirá al auge y caída de una de las figuras más representativas del narcotráfico en España y, junto a él, la de toda su red de contactos. La primera escena muestra los orígenes del gallego como pescador, un estatus que cambiará rápidamente, tentado por el dinero 'fácil' del tráfico de drogas.

Con tan solo 10 episodios en su primera temporada, la ficción no tiene tiempo para complicar sus tramas, introducir giros y alargar historias con relaciones sentimentales. 'Fariña' mete la directa desde el minuto uno, construyendo un relato sólido en torno a cuatro personajes perfectamente dibujados y mejor interpretados, donde brilla con luz propia Manuel Lourenzo, Terito en la ficción. Todo un 'robaescenas' llamado a conquistar al gran público con su sosegada interpretación.

'Fariña' asienta así los mimbres de una ficción que parecía imposible en nuestra televisión en abierto hace tan solo unos meses. Series Atresmedia arriesga nuevamente, de la mano de Bambú Producciones, y acierta. La serie es droga de la mejor calidad, de la pura, gracias a una historia que atrapa por temática, por interpretaciones, por estética, por su tipo de relato. 'Fariña' trasgrede a toda la polémica originada por el secuestro de su libro. Tiene entidad propia y brilla.