La egoísta decisión de Gloria Camila que ha dado un vuelco a 'Supervivientes'

La organización de 'Supervivientes' ha querido poner a prueba a los concursantes en la octava gala de 'Supervivientes: Tierra de Nadie' emitida el martes, 13 de junio. Y es que lo supervivientes han tenido que demostrar hasta dónde están dispuestos a llegar por un privilegio.

[LEE MÁS Mila Ximénez, sobre Edmundo ('Supervivientes'): "Es un estafador y un jeta"]

La prueba consistía en lo siguiente: Lara Álvarez iba llamando uno a uno a todos los concursantes para ofrecerles una recompensa (comida en la mayoría de los casos) a cambio de un sacrificio, como raparse la cabeza, renunciar a una llamada del exterior o perder un kit para hacer fuego.

Paola, una de las primeras participantes, se ha mostrado condescendiente con el resto de sus compañeros y ha decidido renunciar a una tarta de chocolate para que el grupo no perdiera las herramientas para hacer fuego. Sin embargo, en el turno de Kiko Jiménez, eso del compañerismo se ha truncado.

Y es que la conductora de la gala desde Honduras le ha dado la opción de escoger entre degustar un plato de espaguetis en compañía de su novia, Gloria Camila, o llevar dos piñas para compartir con el resto del grupo. El superviviente ha decidido quedarse con la comida para él y su novia.

La pesca, sentenciada por un colchón

Llegado el turno de Gloria Camila, Lara Álvarez le ha hecho saber que tenía la posibilidad de disfrutar de una sorpresa que le esperaba en la isla, a cambio de aceptar la prohibición de que los hombres del grupo puedan pescar durante una semana.

"Creo que las chicas podemos demostrar que también valemos para pescar", ha argumentado la hija de Rocío Jurado para aceptar su sorpresa, que era un colchón que solo ella podrá disfrutar.

Juan Miguel cambia su decisión ante la presión de Jorge Javier Vázquez

La superviviente sostiene esta afirmación, precisamente cuando lleva varios días de penalización, comiendo solo comida cruda, por no cumplir un reto de pesca que les había impuesto el presentador del concurso a ella y a Laura Matamoros. Las concursantes debían conseguir una determinada cantidad de peces en una semana y, ante el inminente fracaso, la joven había decidido intentar hacer pasar un pez que cogió su novio como propio.

José Luis, en el otro extremo

Una de las decisiones más aplaudidas de la noche ha sido la de José Luis. La conductora le ha ofrecido un kit para hacer pan, compartido con el resto de sus compañeros, si renunciaba a recibir una llamada de su mujer.

El cocinero se ha mostrado dubitativo varios minutos, pero finalmente ha decidido optar por el bien del grupo y ha preferido no disfrutar de ningún privilegio para él sólo.

Ante la generosa decisión, la propia Lara Álvarez ha animado a José Luis a que sea él mismo quien disfrute de la recompensa conseguida "más que nadie".

Jorge Javier presiona a Juan Miguel

El último en pasar por la mesa de Lara Álvarez ha sido el peluquero de la isla. En un principio, a Juan Miguel no le ha costado nada decantarse por un dibujo que le había hecho su nieto y renunciar a un plato de albóndigas a compartir con tres de sus compañeros.

La prueba había dejado como resultado a varios hambrientos supervivientes: Laura Matamoros, Alejandro Caracuel y Paola no han degustado ni una miga de comida. Por ello, el presentador de la gala ha insistido al concursante en que pensara bien su decisión.

"La elección de Juan Miguel debe valorarse más. Creo que le debemos trasladar que hay concursantes que no han comido absolutamente nada", se ha apresurado a decir Jorge Javier Vázquez. Juan Miguel se ha mostrado firme en su elección, pero el presentador ha continuado insistiendo. "¡Que los demás no han comido, piénsalo bien!", le ha dicho.

Ante esta tesitura, el superviviente ha comenzado a dudar. "Si me lo pones así, tan difícil...", ha dicho el peluquero, sopesando su decisión inicial. "También es verdad, Jorge, que tiene que ser una decisión individual", ha dicho Álvarez. Finalmente, el concursante accedía ante la presión del presentador y se ha quedado con el plato de albóndigas.