6 aciertos y 1 error de la edición de 'Supervivientes' más vista de su historia

'Supervivientes 2018' ha concluido este jueves, 14 de junio, la edición más exitosa de su historia y lo ha hecho coronando a Sofía como célebre ganadora. El reality show de supervivencia ha barrido como un huracán (de 30 puntos en la escala share) a la competencia hasta tres noches a la semana, demostrando, tras el fracaso de 'Gran Hermano 18' y el retraso de 'GH VIP', que la telerrealidad no estaba muerta (estaba de parranda).

[Más información | Sofía, ganadora y protagonista de la edición más vista]

Un equilibrado casting, dividido entre los concursantes entregados al show y los participantes dedicados a la supervivencia pura y dura; unos presentadores en estado de gracia y una mecánica en la que siempre estaban sucediendo cosas (algo harto complicado dada la cantidad de horas de programación que ha ocupado el programa) han sido las claves de su éxito, unos puntales sobre los que los realities venideros deben tratar de sustentarse si quieren seguir la estela de gloria de 'Supervivientes 2018'.

[Más información: 'Supervivientes 2018': Sofía hace historia como ganadora de los dos grandes realities]

Un arranque 'complicado' pero con garra

Las primeras semanas de concurso, las denominadas 'de adaptación al medio', suelen ser las más complicadas para los participantes, una situación que, sin embargo, asegura mucho contenido al programa en un período donde todavía no se han desarrollado las grandes tramas que vertebrarán la temporada. Amagos de abandono, deserciones, sufrimiento, incorporaciones... Un tramo que asegura picos de atención con los que conectar y enganchar con el público.

[Más información | Saray, expulsada de forma disciplinaria por una agresión]

Precisamente en este aspecto 'Supervivientes 2018' ha ido sobrado, con las amenazas de abandono de Adrián, María Lapiedra y Saray Montoya, tres salidas que finalmente se acabarían produciendo, dos por abandono y una por expulsión disciplinaria. Así, durante las tres primeras semanas de concurso, el reality show tuvo bombas con las que atraer expectación. ¿Habría finalmente abandono? ¿Qué ha pasado entre Saray y Romina verdaderamente? El programa generaba conversación y el boca a boca comenzó a dar sus frutos.

[Más información | Las mejores imágenes de la final de 'SV 2018']

Por si fuera poco, la organización insuflaba aire con una trama del exterior: la boda garífuna entre Alberto Isla, uno de los concursantes, y Chabelita, cambiando así de escenario una de las habituales tramas del 'Deluxe'. El espacio se corazoneaba todavía más, pero lo hacía explotando todas las relaciones preexistentes entre los concursantes unidos de alguna manera por el clan Pantoja (Alberto, Sofía, Mayte Zaldívar y Fernando). Oro televisivo.

El show de Sofía Suescun

Por si los problemas de adaptación no fueran suficientes, Sofía Suescun puso la carne en el asador desde el minuto uno para convertirse en la auténtica protagonista de la edición. Suyos fueron el 90% de los vídeos del primer mes y medio de concurso, por lo que no es de extrañar que la organización aprovechara su tirón para alimentar las tramas: primero fue la visita de su por entonces novio, Alejandro Albalá, para romper con ella y posteriormente, la entrada en concurso de otro de sus exnovios, Hugo Paz. El espectáculo estaba servido.

Broncas, puñaladas, críticas, roces, posibles escarceos sexuales... Sofía tenía para todos, convirtiendo cada jueves en su ring de boxeo particular con la complicidad de un equipo que nunca le censuró sus actitudes muchas veces reprochables. Ella era la estrella y había que aprovechar su brillo. El público podía amarla u odiarla, pero lo cierto es que su capacidad para hacer girar el show sobre su persona resultaba magnética. Un auténtico monstruo televisivo, para bien y para mal.

Joao y María Jesús, los aliados de Jorge

Pero no solo de polémicas ha vivido este 'Supervivientes 2018', ya que el humor ha estado también muy presente gracias, sobre todo, a la formidable química que han desprendido Jorge Javier Vázquez y el Maestro Joao, sin lugar a dudas la pareja televisiva de la temporada que ahora concluye. Ambos establecieron un divertido coqueteo desde el inicio que ha ido a más con el paso de las semanas, con Joao revelándose como una de las mentes más ágiles de la isla, capaz de dejar al mismísimo presentador sin palabras.

Coqueteos a un lado, el Maestro Joao también contribuyó, y mucho, a relajar el ambiente en la convivencia, aprovechando cada momento para sacar una sonrisa a sus compañeros (y al público). Rituales absurdos, lecturas de culos y pezones, desfiles, bailes... Cualquier ocasión era buena para evadir la mente del sufrimiento de la mano de uno de los grandes personajes de la edición.

Y junto a él, siempre María Jesús Ruiz, otra de las concursantes que mejor supo entender el reality como un trabajo en el que había sido contratada para dar espectáculo. Pasará a la historia como una de las concursantes más entregadas al show, dispuesta a cualquier cosa por entretener (y sorprender) al espectador: raparse el pelo por comida, retozar con su marido mientras comía una hamburguesa, trifulcas en la palapa llorando sin lágrimas... Y para la posteridad una frase: "Se me va la vida... por el ano".

Logan y Sergio, supervivencia clásica

En 'Supervivientes', a diferencia de otros reality show, no todo es espectáculo, por lo que Sergio y Logan se descolgaron de los grandes conflictos mostrando la otra imagen del programa, la de la supervivencia. Ambos trataron de posicionarse mediante la pesca, el fuego y las pruebas físicas como los auténticos robinsones, un título que en los últimos años ha ido de la mano del premio final.

Es por esto que han tratado de esquivar, sin éxito, las broncas, pero su obsesión por el triunfo terminó pasándoles factura frente al público fruto del egoísmo demostrado con sus peces en el tramo final, llegando incluso a tirar comida en lugar de compartirla con sus compañeros. Un peaje que los espectadores no estuvieron dispuestos a pagar, expulsándolos a un paso de las mieles del éxito pese a sus probadas habilidades para la supervivencia.

Es en este aspecto donde Sofía logró el impulso final hacia la victoria, erigiéndose en el último tramo del concurso como una gran superviviente. La joven no solo se echó el programa a las espaldas con sus confilctos, sino que también se posicionó como una gran pescadora y un portento físico, imponiéndose en varias pruebas de líder demostrando que podía estar a la altura de cualquier hombre. Una concursante todoterreno.

Raquel Mosquera, el lado humano

Por último, pero no menos importante, está el factor humano. La audiencia disfruta en 'Supervivientes' viendo a los famosos pasar todo tipo de penurias: hambre, frío, picaduras, quemaduras..., pero necesita también una figura con la que conectar, con la que identificarse, sentirse representado y proyectar en ella buenos valores, unas características que ha logrado reunir desde el principio Raquel Mosquera.

La peluquera sufrió durante las primeras semanas los ataques de la mayoría de su grupo, viéndose aislada tras la pronta expulsión de Saray, su única aliada por aquel entonces. Así, sus compañeros la convirtieron en una víctima que no hizo más que poner la otra mejilla a base de lucha, tesón y sacrificio frente a los golpes.

Siempre con una buena cara, siempre agradecida y siempre dispuesta a privarse en beneficio del grupo. Unas cualidades que, unidas a su bondad, la catapultaron a la final pese a estar nominada semana tras semana. Probablemente haya pasado un tanto desapercibida en el primer tramo del programa, pero su alianza con Sofía le devolvió el foco en la segunda mitad del concurso, mostrándose como una auténtica luchadora en la que cualquier mujer podía verse reflejada.

Los presentadores: un trío de ases

Tras el chaparrón de críticas de 'Gran Hermano 18', Jorge Javier ha salido por la puerta grande de 'Supervivientes 2018'. Lidiar con famosos es lo suyo, y cuando disfruta con lo que hace, eso se traslada al gran público. Este ha sido el caso, derrochando simpatía, saber hacer y mucha mano izquierda para rellenar, en ocasiones, muchos minutos sin contenido. Él y solo él ha levantado los 'Tierra de nadie' de cada martes con sus chascarrillos, convirtiendo los simples juegos de recompensa en delirantes momentazos semana tras semana.

Pero no solo de Jorge ha vivido este 'Supervivientes', ya que Lara Álvarez ha demostrado una vez más que es uno de los grandes valores de futuro de Mediaset. Simpática, cercana, implacable pero siempre afectuosa con los participantes. Un lujo verla capitaneando los resúmenes, las conexiones y las pruebas siempre con una sonrisa.

Por último, pero no menos importante, Sandra Barneda, quien ha conseguido por fin soltarse la melena en esta edición. Su perfil es probablemente el más serio de todos, pero tras tres años al frente de los debates ha logrado encontrar su sitio y encajar en la dinámica golfa y desenfadada del reality show, aportando su sello particular al programa. La complicidad con Nagore ha sido más evidente que nunca, un hecho que parece haberle permitido mostrarse más, lo que en última estancia a jugado en su favor con el público.

La mecánica, su mayor lastre

Todos los factores anteriores han llevado a 'Supervivientes 2018' a convertirse en el programa de mayor éxito de la temporada, pero no por ello deben relajarse de cara a futuras ediciones, ya que la organización ha vuelto a pecar de una improvisación impropia de un reality de esta magnitud.

Decisiones contradictorias de una semana a otra, normas sacadas de la manga, reglas de última hora... Un aspecto que, por fortuna, no terminó lastrando el conjunto, en parte gracias a que el equipo ha logrado innovar en las pruebas de recompensa y líder, aumentando la espectacularidad del juego y dejando este caos en un segundo plano.

'Supervivientes' no abusó así de la prueba de apnea, ni coqueteo con las de fuego, pero a cambio ofreció grandes momentos con un sinfín de nuevas estructuras que han ofrecido otra cara en el terreno de la competición. Luchas vibrantes entre equipos, enfrentamientos brutales y emocionantes confrontaciones hicieron partícipe al espectador de la emoción y la intensidad del concurso como pocas veces hasta la fecha.

Con todos estos ingredientes en mente, la organización ya trabaja en la próxima edición. Con 13 ediciones a sus espaldas en Telecinco y cuatro en Antena 3, 'Supervivientes' ha demostrado que sigue en plena forma con su edición más vista, dejando el listón altísimo para el resto de programas. No es para menos porque con ediciones así... ¡Larga vida a 'Supervivientes'!