Aerolíneas de lujo, las vacaciones comienzan en el avión

Soportar doce horas de vuelo resulta mucho más fácil si elegimos un asiento en primera clase, y aún mejor si la opción escogida es un viaje de lujo. Una copa de Don Perignon, una cama donde descansar plácidamente o degustar un poco de caviar servido en una cucharilla de nácar, pueden, sin duda, hacernos mucho más ameno un vuelo transoceánico.

Las compañías aéreas han desarrollado servicios exclusivos para que sus clientes VIP disfruten de todas las comodidades y detalles cuando elijan viajar en primera clase. Así, la inglesa British Airways incorpora también en su business class una cama para quienes efectúen vuelos trasatlánticos desde la recién inaugurada Terminal 5 de Heathrow hacia los Estados Unidos y viceversa. Pero no se trata de un espacio de descanso cualquiera. La ropa de cama, según afirma el semanal americano Newsweek, ha sido fabricada por Osborne & Little, uno de los creadores de textil predilectos de la reina Isabel II de Inglaterra, y el ‘minibar’ acoger una cuidada selección de vinos. Por si eso no nos deja satisfechos podemos solicitar el servicio spa, por el que el cliente recibe masajes y tratamientos cosméticos a 10.000 metros de altura.

Lo de colocar una cama dentro de sus espacios reservados para business y primera clase no es exclusivo de British Airways, ya que Singapore Airlines ha optado por la misma idea, aunque lo ha hecho colocando camas de matrimonio en cabinas a modo de habitación, convirtiendo así el aparato en un hotel donde todas las estancias tienen amenities de la firma Givenchy.

La oferta culinaria es otro de los detalles que las aerolíneas cuidan al máximo en los viajes de lujo. Qatar Airways ofrece a sus clientes unos entrantes a base de caviar, salmón ahumado y foie para ir abriendo el apetito antes de probar uno de los veinte platos que tienen en su menú. Aunque la palma se la lleva Swiss Internacional, que ofrece un programa llamado ‘El sabor suizo de Suiza’ para el que cuentan con la colaboración del chef Renee Rischmayer, cuyo restaurante, el Park Hotel Weggis situado en el lago Lucerna, ha sido galardonado por la guía Michelín.

La española Iberia también incorpora en su servicio de alta gama detalles para el confort de los pasajeros de este tipo. La cama sillón tiene, por ejemplo, la función de masajes para que viajar resulte un poco más sencillo, aunque quizá lo más destacable es el menú de Sergi Arola y su servicio de sumiller, de la mano de Custodio L. Zamarra, para elegir un buen vino con el que maridar alguno de los platos de uno de los cocineros más destacados de nuestro país.

Aunque si lo que quiere es divertirse, una buena opción puede ser la compañía estadounidense Virgin, que combina estancias donde descansar con una discoteca donde los pasajeros de primera y de business pueden tomarse un refrigerio, escuchar música y olvidar durante un rato que están viajando. Sin duda, buenas opciones para disfrutar del tiempo que el pasajero destina al trayecto hasta el lugar de llegada.