Microteatro por dinero: una alternativa 'golfa' a las madrugadas madrileñas

Viernes por la noche. El número nueve de la calle Loreto y Chicote de Madrid lleno hasta la bandera. El Jonathan de Aída, la comentarista de realities de moda y el actor más conocido de Física o Química departen sobre lo humano y lo divino con una copa entre las manos mientras picotean algo que se ofrece en la carta.

Una amplia mayoría de rostros anónimos hacen lo propio. Todos unidos en un plan alternativo único y original: Microteatro por dinero, un local que antaño sirvió de carnicería y más tarde de showroom para el diseñador Carlos Díez, y que ahora se ha convertido en todo un proyecto revelación en la capital.

La primera planta del establecimiento funciona como bar, mientras que el sótano acoge cinco pequeñas habitaciones de escasos metros cuadrados, reconvertidas en escenario sobre las que los actores, todos noveles, pero algunos bastante populares por su participación en series y películas, representan obras cortas, de entre 10 y 15 minutos, hilarantes, económicas- la entrada cuesta 3 euros-, y dirigidas para un público reducido que nunca supera las dos cifras. Con el añadido placer, para actores y público, de casi rozarse. Y de no soltar el refrigerio, el whisky o el gin tonic de la mano. Los sentidos se agudizan.

Cada mes, la temática de las representaciones, que funciona como hilo conductor, cambia. En mayo toca “por venganza”, en junio “por los superhéroes” y en julio “por vacaciones”. Si se quiere, en una sola noche, y por 15 euros, se puede disfrutar de todas ellas. Aunque la sesión que más divertida y animada siempre se presenta es la "golfa", de doce a una de la madrugada los viernes y los sábados.

Actrices de la talla de Aura Garrido, Marina Salas, Ana Risueño o Mariona Martínez, una joven de la compañía de teatro La Manuela que seguro dará de que hablar por su indudable talento para la interpretación, son uno de los puntos fuertes de este proyecto que en 2009, bajo la batuta del director de cine Miguel Alcantud, empezó a andar, con el soporte de 21 socios, unos números más abajo en la calle en la que ahora Microteatro por dinero hace su particular agosto.

Por entonces, en el 4 de Loreto y Chicote, un local que había servido de prostíbulo hasta la fecha, acogía, durante sólo dos semanas, la representación de varias micropiezas sobre la prostitución. Tanto gustó el experimento con el que este grupo de amigos y profesionales del sector habían ‘tonteado’ por afición que de la necesidad de todos los que se quedaron con las ganas de poder disfrutar de las obras nació el proyecto actual, que tendrá su prolongación en otro que se inaugurará próximamente en Barcelona.

Con textos de escritores del calibre de Elvira Lindo o Juan Tébar, y de otros tantos que los hacen llegar tentando a la suerte, Microteatro por dinero se ha convertido en el mejor plan para cualquier día de la semana. Y en la salvación para los agoreros apocalípticos que soñaban con el fin de ese magnífico “lugar para contemplar”. Queda demostrado que la savia nueva tiene mucho que mostrar.

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