Consejos y hábitos para aprender a cuidar nuestro cerebro

Cuidarnos es importante y, aunque habitualmente lo hacemos para que los beneficios se noten en el exterior, tener en cuenta nuestro interior es también esencial. Los cambios a mejor que hagamos en nuestros hábitos de vida pueden ayudarnos a vivir más tiempo, pero también a hacerlo mejor.

Cuidamos nuestro cuerpo con el ejercicio físico y también somos cada vez más conscientes de lo que una alimentación equilibrada puede hacer por nuestra salud a largo plazo, sin embargo, estos son solo los consejos más frecuentes que encontramos a la hora de cuidarnos. Hay muchas más cosas que podemos hacer, también si lo que nos interesa conservar es nuestro cerebro.

Se estima que hasta el 16% de los españoles pueden padecer algún trastorno neurológico, una cifra nada desdeñable y que nos invita a ponernos manos a la obra para cuidar nuestro cerebro, de la misma forma que cuidamos el resto de nuestro cuerpo. Las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, y la epilepsia, son algunas de las más frecuentes en nuestro país, pero otras como las migrañas, relativamente benigna, también tiene un gran impacto negativo en las vidas de quienes las sufren.

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“El cerebro es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, pero para que funcione correctamente es necesario cuidarlo”, comenta el Dr. Juan Carlos Portilla, de la Sociedad Española de Neurología (SEN). “Además, a diferencia de otros órganos cuando tienen problemas, nuestro cerebro no duele, por lo que es muy común que se nos olvide el importante papel que tiene nuestro cerebro en nuestra salud en general, que no dediquemos suficiente tiempo a fomentar su correcto estado de forma o que los primeros síntomas de las enfermedades neurológicas pasen desapercibidos tanto para los pacientes como los familiares”.

Consejos para cuidar el cerebro

“Muchos estudios apuntan a que lo que es bueno para el corazón también lo es para un cerebro sano”, afirman desde la Fundación Pasqual Maragall. “Por ello, llevar una vida saludable y evitar el sedentarismo y los excesos puede reducir el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas”. Con pocas palabras desvelan algunas de las claves para que nuestro cerebro se sienta mejor durante más tiempo.

Como ya venimos diciendo, uno de los trucos más recomendados es realizar algún tipo de actividad física de manera regular. No es necesario apuntarnos a un gimnasio, pero sí que es recomendable caminar a diario o hacer algún tipo de actividad durante al menos 30 minutos al día. Resulta también muy beneficioso potenciar las relaciones sociales, por lo que hacer esta actividad en compañía puede ser una estupenda idea. Conviene evitar el aislamiento social, por lo que es buena participar en actividades de grupo o sociales.

Una dieta equilibrada es buena para casi todo, en el caso del cerebro, la dieta mediterránea es especialmente beneficiosa, porque “es baja en azúcares refinados y en grasas saturadas, pero rica en verduras, frutas y pescados”, nos recuerdan desde la SEN. También se recomienda evitar el consumo de alcohol, de tabacos y de otras sustancias tóxicas.

Es buena idea mantener vigilados la obesidad, el colesterol o la diabetes, acudiendo a nuestro médico siempre que sea recomendable, también enfermedades como la hipertensión, principal factor de riesgo en enfermedades cerebrovasculares como el ictus. Es recomendable evitar el estrés, buscando una vida tranquila y equilibrada, tener una actitud positiva ante la vida y reír todo lo que podamos, pero también descansar, dormir con un sueño de calidad y las horas adecuadas, que en los adultos suelen ser entre siete y nueve.

Por último, pero no por ello menos importante, es también esencial mantenerse activo intelectualmente, con labores que estimulen la actividad cerebral. “Incrementar y aumentar la reserva cognitiva es una estrategia de gran eficacia. Desarrollar el interés por aprender, el cultivarse e incentivar las ganas de probar y experimentar nuevos aprendizajes es posiblemente una de las mejores herramientas para evitar el deterioro cognitivo”, confirma la Dra. Ana Gómez, experta en Neuropsicología clínica de la Clínica López Ibor.

“El cuidado que le des a tus neuronas durante toda tu vida, podrá y será determinante a la hora de enfrentarse al deterioro, ya sea propio de la edad o bien adquirido por alguna enfermedad, demencia o daño cerebral sobrevenido”, aclara la doctora. “Crear nuevas conexiones neuronales incentiva la expansión y el cuidado de nuestro cerebro. Fomenta el desarrollo de un cerebro resiliente. Estableciendo nuevas sinapsis, construimos un cerebro más sano y cultivado que resistirá durante más tiempo y combatirá con mayor calidad de vida las adversidades del deterioro”.

¿Cómo podemos conseguir esto? Con actividades aparentemente tan sencillas como viendo una película en el cine y debatiendo sobre ella con nuestras amistades, leyendo las noticias para mantenernos informados, cambiando nuestras rutinas para sentirnos activos y evitar hacer las cosas de manera automática, viajando a lugares nuevos, buscando aficiones nuevas que podamos aprender, jugando a juegos de mesa o aprendiendo palabras nuevas, gracias a la lectura y la escritura.

Actividades sencillas que pueden ayudarnos a cuidar de nuestro cerebro, pero que no eximen de acudir a un especialista en caso de duda o preocupación. Un médico o experto en la materia es quién mejor puede ayudarnos a encontrar la mejor forma de cuidarnos, por dentro y por fuera.