10 cosas que conviene evitar durante el embarazo

En función de a quién le preguntes, la etapa del embarazo será una de las mejores de su vida, unos meses más que duros o ambas cosas a la vez. Lo que nadie puede negar es que es una época de cambios, en la que todo lo que sabíamos y muchas de las costumbres que teníamos ya no sirven.

Si habitualmente y sin embarazo de por medio ya cuidamos nuestras rutinas, hacemos ejercicio físico, reducimos la ingesta de azúcares añadidos, tomamos menos sal -podemos cambiarla por especias y nuestros platos seguirán siendo espectaculares-, usamos protección solar… los consejos a seguir durante el embarazo serán más sencillos de aceptar.

Es habitual tener que establecer algunos cambios de hábitos para asegurar que tanto la persona gestante como el bebé se encuentren lo mejor posible durante todo el proceso, así como que lleguen al momento del parto en buena forma física, no es un proceso sencillo y todo lo que se pueda hacer para favorecer la experiencia será bienvenido.

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Por eso hay alimentos que no conviene tomar, pero también actividades que es mejor no realizar, pequeños cambios que hay que establecer en las tareas cotidianas, en la dieta y en las rutinas. Algunos son de sobra conocidos, otros puede que te sorprendan.

Cosas a evitar durante el embarazo

Algunas de estas cosas que conviene evitar durante el embarazo también convendría evitarlas sin él. Lo cierto es que el consumo de sustancias como el alcohol y el tabaco no son recomendables en ningún momento de nuestras vidas, pero durante el embarazo puede tener consecuencias también para la salud del bebé. El consumo de estas sustancias, así como de drogas, puede llegar a producir malformaciones o síndrome de abstinencia, entre otros efectos.

Tampoco es recomendable hacer dieta durante estos meses, sobre todo si la intención de esta es ayudarnos a perder peso. Los cambios en la alimentación siempre tienen que ser bajo supervisión médica, porque de otra manera podríamos estar causando daños en el desarrollo del bebé, que podría no estar recibiendo los nutrientes que necesita para formarse, pero también se pondría en peligro la salud de la madre.

Durante esta etapa, sobre todo las primeras semanas, es mejor evitar los baños de agua demasiado caliente y las saunas. Las altas temperaturas pueden favorecer los mareos, pero también afectar al sistema nervioso del bebé. Si necesitamos un baño relajante, es mejor que la temperatura no exceda los 35 °C.

En el embarazo, la piel se vuelve más sensible, por lo que no es buena idea exponerla directamente al sol, siempre conviene usar protectores solares. Un consejo que sirve para todo el mundo, tanto para mujeres embarazadas como para las personas que no están. Esta precaución no nos llevará más de un minuto y nos ayuda a cuidar la piel siempre.

Hay carteles que lo avisan en todas las salas de rayos X, si estas embarazada o crees que puedes estarlo, no es conveniente someterse a este tipo de radiación. Ante cualquier dura, siempre consulta con tu médico, pero a no ser que sea una urgencia, es mejor evitar las radiografías.

Consultar con el médico es una recomendación que nunca falta, porque en momentos de duda, ellos serán quienes puedan darnos respuestas. Por eso merece la pena recordar que automedicarse no suele ser una buena idea y, en el caso de los embarazos, esta es aún peor. Muchos medicamentos pueden afectar negativamente al feto.

A no ser que sea absolutamente imprescindible, tampoco conviene viajar a lugares en los que exista un riesgo sanitario. Lo mejor es evitar exponernos a este tipo de situaciones, potencialmente peligrosas para el bebé, como las picaduras de algunos mosquitos o exponernos a infecciones.

El sedentarismo es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad y, si no es bueno en nuestro día a día, nada cambia en caso de embarazo. La actividad física está más que recomendada en el caso de las embarazadas, el ejercicio regular, suave y controlado siempre es una gran opción, tanto para la madre como para el bebé. Lo mejor, una vez más, es ponernos en manos de profesionales que nos ayuden a evitar ejercicios de alto impacto o que puedan suponer riesgos.

En caso de tener gato en casa, que no cunda el pánico. No es necesario buscar un nuevo alojamiento para la mascota, ni evitar pasar tiempo juntos durante el embarazo. Eso sí, conviene evitar riesgos y, durante este tiempo, que sea otra persona quien se encargue de limpiar la arena del gato, porque a través de las heces corremos el riesgo de infectarnos de toxoplasmosis, de alto riesgo para el bebé. Si no hay más remedio, hacerlo con guantes, con cuidado y lavándonos las manos después también servirá, solo hay que aumentar las precauciones.

¿Qué pasa con la alimentación?

La alimentación merece un capítulo aparte, pues conviene tener especial cuidado en este aspecto. Para empezar, conviene evitar los pescados con una alta cantidad de mercurio, tal y como nos recomiendan desde la Clínica Mayo, porque, nos recuerdan, “Demasiado mercurio podría dañar el sistema nervioso en desarrollo del bebé”. Tampoco conviene tomar pescado y marisco crudo.

Las frutas y verduras que también tomamos crudas, hay que lavarlas muy bien y es mejor evitar tomar el germen crudo de cualquier tipo. Asegúrate de que aves, huevos y carne están perfectamente cocinadas y evita los alimentos no pasteurizados, como quesos, leche o zumos. Además, aunque los efectos sobre el bebé no están claros, conviene no pasarnos con el consumo de cafeína y teína.

No hay duda de que todos estos consejos, tips y recomendaciones serán también los que ofrezca un especialista, por lo que siempre es recomendable consultar con nuestro médico y ponernos en sus expertas manos desde el principio. Es esencial que la persona embarazada se sienta arropada, segura y protegida, evitando situaciones de estrés añadido.