El metabolismo a lo largo del tiempo: así funciona según la edad

A lo largo de nuestra vida experimentamos muchos cambios, no solo en el exterior, también en el interior de nuestro cuerpo. Reaccionamos de manera diferente a las mismas situaciones, por ejemplo, conforme cumplimos años nos encontramos aumentando de peso haciendo lo mismo que en nuestros años de juventud.

Todos tenemos claro que esto es culpa del metabolismo, ¿no? Al cumplir años, los cambios metabólicos que experimenta nuestro cuerpo hacen que quememos calorías más lentamente. Sin embargo, estudios más recientes han llegado para poner nuestro mundo ‘patas arriba’ porque, al parecer, el metabolismo no es tan responsable de esto como pensábamos.

Todavía queda mucho por descubrir sobre el metabolismo, porque durante mucho tiempo se ha creído que dependía en gran parte de la edad, sin embargo, parece que este no es un factor tan importante. Los cambios metabólicos que experimentamos a lo largo de nuestra vida se producen de un modo muy diferente al que pensábamos.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

Esta es la conclusión a la que ha llegado Herman Pontzer, antropólogo evolutivo de la Universidad de Duke y uno de los investigadores de este estudio, que cuenta con más de 80 coautores. El equipo de científicos que participó en el proyecto analizaron el consumo de calorías en personas de diversos países, con edades comprendidas entre los 8 días de vida y 95 años, y los resultados fueron recogidos y publicados por la revista ‘Science’.

“Estaba claro que no sabíamos cómo influye el tamaño del cuerpo en el metabolismo ni cómo influye el envejecimiento”, afirmó Pontzer. El estudio analiza el gasto energético que se produce con nuestras funciones vitales básicas, con tareas diarias como caminar, trabajar…

El metabolismo cambia con la edad

Se puede afirmar que, efectivamente, el metabolismo cambia conforme pasa el tiempo, pero no de la manera que se pensaba hasta el momento. Hasta entonces se había pensado que los grandes cambios en la vida, como la adolescencia, los embarazos o la menopausia, influían en estos cambios, sin embargo, este estudio ha demostrado que esto no es así. El estudio llegó a la conclusión de que la tasa metabólica es bastante estable desde los 20 a los 60 años.

Descubrieron otros datos interesantes, por ejemplo, que la idea de que es durante la adolescencia cuando más calorías se consumen es errónea. Este estudio ha demostrado que no es así, de hecho son los bebés quienes lo hacen, algo lógico si pensamos en lo rápido que crecen y lo mucho que cambian, sin embargo, esto continúa siendo así incluso cuando se estabilizan. Los bebés de un año queman calorías el doble de rápido que un adulto.

Conforma crecemos, el metabolismo se ralentiza y de hecho va decreciendo hasta llegar a la veintena, cuando parece estabilizarse. Siempre se ha pensado que durante la adolescencia se consume una gran cantidad de energía, pero parece que esto no es debido al metabolismo, que decrece paulatinamente, sino a su actividad física e intelectual (el cerebro gasta mucha energía y es una época en la que se estudia y aprende mucho).

Entre los 20 y los 60 años se extendería un periodo de estabilidad metabólica, incluso durante el embarazo las necesidades calóricas no crecen por encima de lo esperado. Es a partir de esta edad cuando de nuevo se vuelven a experimentar cambios notables, de hecho, una persona de 90 años necesita un 26% menos de calorías que en su edad adulta. Las causas son muy variadas, pero la pérdida de masa muscular es clave, así como el trabajo que realizan nuestras células.

¿Podemos aumentar nuestro metabolismo?

El metabolismo depende de muchos factores, algunos de ellos no son modificables, como la edad o la genética, otros, en cambio, sí lo son y es sobre ellos sobre lo que conviene establecer cambios si queremos que nuestro metabolismo aumente.

“Es más interesante realizar cambios a nivel metabólico como el aumento de la actividad física de resistencia y el aumento del ejercicio de fuerza para aumentar la masa magra, que no tener en cuenta la edad de cada uno”, explica la dietista y nutricionista María Valero. “El seguimiento de una dieta hipocalórica, rica en frutas, verduras, proteínas de calidad, grasas saludables… es clave para mantener un peso adecuado y no aumentar peso de manera significativa”.

También podemos poner en práctica algunos trucos que aceleran nuestro metabolismo de manera momentánea, como añadir un poco de picante a nuestras comidas, tomar las manzanas con piel, beber agua fría o tomar té verde. Lo mejor es evitar el sedentarismo, llevar una alimentación equilibrada y adecuada a nosotros y dormir bien, para lo que podemos evitar las pantallas justo antes de acostarnos, mantener la habitación fresquita y a oscuras y adelantar la hora de la cena.