Consejos para cuidar y mejorar tu salud sexual

Todos los aspectos de nuestra vida son importantes y conviene cuidarlos, porque forman parte de un todo e influyen en nuestra salud. Igual que prestamos atención al físico, tratando de llevar una alimentación equilibrada, variada y deliciosa, también intentamos llevar una vida más activa, caminando siempre que podemos o haciendo ejercicio físico más específico para conseguir objetivos concretos.

La salud mental no puede quedar olvidada, aunque en ocasiones la dejamos en un segundo plano, pensando que es menos importante o que puede esperar. Lo cierto es que no. Así las cosas, parece claro que tampoco podemos dejar de lado la salud sexual, que influye a la hora de mantener el bienestar físico, mental y emocional.

El concepto salud sexual es bastante más amplio de lo que parece a simple vista, pues no solo hace referencia a la salud reproductiva o al disfrute en las experiencias, tanto en soledad como en compañía, también se refiere a que estas sean libres de riesgos. Existen algunos hábitos que podemos poner en práctica para mejorar nuestra salud sexual, así como algunos consejos que nos ayudarán a cuidarla.

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Hábitos y consejos para una mejor salud sexual

Lo señalábamos antes, pero conviene que no se entiendan como conceptos separados. El ejercicio físico y la alimentación adecuada nos ayudan a sentirnos bien y cuidan nuestra salud física y mental, pero también la sexual.

“Mantener una dieta equilibrada, rica en macronutrientes, micronutrientes y fibra, aportará los elementos esenciales para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo y ayudará a mantener en equilibrio nuestro sistema hormonal”, dejan claro en Clínic Barcelona. “El ejercicio físico contribuirá a reducir el estrés para conseguir un bienestar emocional que permitirá aumentar la libido”.

El consumo de alcohol y tabaco está asociado con problemas como la disfunción eréctil, por lo que podemos sumar esta recomendación a todas las que ya conocemos para evitar el abuso de ambas sustancias, incluso evitarlo por completo.

El apartado psicológico es importante, porque a menudo los problemas a nivel emocional nos afectan a otros niveles. “Una buena sexualidad se cimienta sobre una buena autoestima”, explican desde el Grupo HCB Hospitales. “Muchas disfunciones sexuales y problemas en esta área son, de hecho, producto de problemas a nivel emocional con la manera en la que nos autopercibimos”.

También sus expertos destacan la importancia de una buena comunicación con la pareja: “Es primordial saber expresar los propios deseos, gustos o límites que cada uno tenga en el marco de la relación”. Los niveles de estrés también pueden marcar la diferencia, usar técnicas de relajación o meditación como el mindfulness puede ayudarnos, así como reservar momentos concretos en nuestra ajetreada agenda. La falta de tiempo puede ser un problema real.

Forma parte de los cuidados relacionados con la salud sexual, acudir a nuestras citas médicas con especialistas del sector, tanto si notamos algo diferente que nos preocupa como si se trata de las citas periódicas recomendadas, tanto en el caso de las mujeres con el ginecólogo, como de los hombres con el urólogo. Este tipo de revisiones pueden suponer la diferencia entre tratar una dolencia a tiempo o no.

Protégete de enfermedades

Este consejo merece que nos detengamos más tiempo, pues practicar sexo seguro es la mejor manera de cuidar nuestra salud sexual.

“No podemos perder la percepción del riesgo que supone contraer una infección de transmisión sexual”, nos recuerda Miguel Ángel Llamas, biólogo molecular y especialista en enfermedades de transmisión sexual. También es miembro del consejo directivo de Empíreo, desde donde han desarrollado una aplicación para resolver dudas sobre este tema. “Algunas como la gonorrea, la sífilis o la clamidia, que están creciendo cada año en España, no dan la cara hasta que no están muy avanzadas y pueden tener consecuencias muy desagradables”.

El consejo más importante y que no conviene olvidar, es usar preservativo siempre, pero “principalmente cuando tenemos una vida sexual activa y con múltiples parejas. No se trata solo de prevenir embarazos no deseados, sino también de evitar el contagio por ETS”. Nos recuerda la importancia de la protección durante el sexo oral, que es mejor no compartir juguetes sexuales y que el porno no es ejemplo de nada. Que la píldora no previene contagios y la PrEP tampoco. “Es un método farmacológico útil para prevenir la infección por VIH, pero no para otras patologías”.

El conocimiento puede ser nuestra mejor herramienta, conocer las ETS puede ayudarnos a reconocer los síntomas y conseguir ayuda médica cuanto antes, hacerse pruebas de control de manera periódica puede aportarnos tranquilidad y también acelerar el inicio del tratamiento en caso de ser necesario. No siempre es sencillo controlar todos los riesgos, pero estar bien preparado nunca es mala idea.