Celos enfermizos: las señales que ayudan a identificarlos

Pese a que son una emoción habitual y en ocasiones se trata de buscar un lado positivo, lo cierto es que los celos tienen asociadas connotaciones negativas. Esto es porque crean un enorme sufrimiento en quien los padece, pero también afecta a las personas que le rodean, además pueden llevar a terminar con una relación.

Si bien los celos en sí mismos no tendrían por qué ser malos, se puede aprender a encauzar esos sentimientos, cuando la persona que los experimenta distorsiona la realidad y tienen un comportamiento obsesivo, cuando estos celos son irracionales, dañinos y sin fundamento, se convierten en un problema.

“Los celos son un sentimiento que aparece en mayor o menor medida en todas las parejas y tienen su origen en el miedo a perder a la persona que amamos. Son normales y surgen como consecuencia del amor”, explican los expertos de El Prado Psicólogos. “Sin embargo, cuando los celos son desproporcionados en intensidad, aparecen de manera recurrente o son infundados, hablamos de celos patológicos. Este tipo de celos están más relacionados con la necesidad de control y la desconfianza que con el amor”.

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Señales de los celos enfermizos

“Los celos enfermizos rara vez se interpretan como enfermizos en un comienzo”, explican desde Psicólogos Online. “Parecen actos apasionados, interesantes y originados por el amor y aunque esto puede parecer tierno en un comienzo, no tiene nada de agradable en el largo plazo”.

Muchas de estas señales se han asociado durante mucho tiempo con el amor romántico y apasionado, como la primera que destacamos, cuando queremos que nuestra pareja esté siempre con nosotros. Estar siempre juntos puede esconder en realidad una falta de confianza, lo ideal es que cada uno tenga su espacio, quede con sus amigos y hagan actividades cada uno por su lado.

Si siempre sospechas lo peor de tu pareja, puede que se trate de celos enfermizos. Está bien interesarse por el otro, por lo que hace, pero no puede convertirse en un interrogatorio cada vez que sale con alguien y no está contigo. En la sociedad actual, uno de los problemas más frecuentes es la inmediatez, que no responda al momento.

Tampoco es buena señal revisar su teléfono móvil o rastrearle con alguna aplicación, querer controlar y exigir un cierto tipo de comportamiento. Puede estar sufriendo celos patológicos quien siente un miedo excesivo de perder a su pareja, una angustia tan grande que incluso hace que nos sintamos mal y nos genera ansiedad, quien imagina con frecuencia que su pareja le engaña, quien desconfía de los compañeros de trabajo de su pareja o revisa su ropa o la huele en busca de pistas que le confirme que le ha sido infiel.

Otras señales no son tan evidentes, por ejemplo, también se asocia con celos enfermizos criticar o humillar a tu pareja, ridiculizarla delante de otros o desaprobar sus gustos e intereses.

Cuando una persona tiene celos enfermizos se encuentra en un estado de hipervigilancia constante, vive presa de sus miedos e inseguridades y esto le impide ser feliz. Es igualmente insoportable para la otra persona, ser observado y controlado constantemente hace que cambie su comportamiento y no es raro que con el tiempo la relación se destruya.

La responsabilidad en estos casos recae en la persona que siente esos celos, será ella quien tenga que ponerse en manos de profesionales que le ayudan a desarrollar las herramientas que necesita para aprender a gestionar estas emociones. Esto puede servirle para salvar la relación, pero en caso de que resulte insalvable, por lo menos aprenderá como evitar que vuelva a suceder en el futuro, teniendo relaciones más sanas.