Tips para empezar el día con energía positiva

Pocas son las personas que pueden afirmar que nunca empezaron el día con el ‘pie izquierdo’, esa sensación de que las cosas no terminan de salir como esperamos y que todo el día sigue la misma dinámica, desde que nos levantamos. De la misma manera que las cosas se tuercen en cuanto despertamos y salimos de la cama, también podemos intentar que esto cambie comenzando el día con energía positiva.

Las emociones negativas generan más negatividad, por eso intentar que nuestro día empiece de una forma más positiva puede tener grandes beneficios. Desde detalles sencillos, como abrir la ventana para ventilar, hasta otros que requieren un poco de esfuerzo por nuestra parte, como preparar un desayuno energizante. Muchos son los tips que podemos seguir para empezar el día con energía y, sobre todo, que esta sea positiva.

Consejos para empezar el día en positivo

Así, nada mejor que empezar el día con la mejor de las energías y para lograrlo hay algunos hábitos que podemos cambar y otros que se pueden poner en práctica. Uno de los primeros es despertarse temprano, cuando suena el despertador, evitando postergar la alarma y alargar el momento. Puedes comenzar el día respirando profundamente y aprovechar esos segundos para ordenar tus pensamientos.

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Estirar nada más levantarte es uno de los placeres de la vida, no es mala idea sentarse al borde de la cama y poner en marcha el cuerpo al completo, de este modo dejas atrás el sueño de un modo más suave, activando el cuerpo y evitando dolores típicos que se producen por malas posturas. Estira la espalda, las piernas… y no te olvides del cuello.

Que lo primero que cojamos nada más levantarnos sea el móvil ya es mala señal. Lo mejor es atrasar el momento de revisar las noticias del día y las redes sociales, esto puede generarnos sentimientos y pensamientos negativos, por lo que conviene esperar un rato desde el momento de levantarnos hasta que suceda. Además de afectar a nuestras emociones, también se les considera ‘ladrones de tiempo’.

Una buena hidratación es esencial a lo largo de todo el día, pero comenzar la mañana bebiendo un vaso de agua puede aportarnos algunos beneficios. Este gesto de autocuidado activa el organismo, ayuda a eliminar toxinas y pone en marcha el sistema digestivo. Además, mejora el aspecto de la piel, regula la temperatura corporal y ayuda a distribuir el oxígeno por el cuerpo.

El desayuno no es la comida más importante del día, porque todas son igualmente relevantes, pero sí que es la primera, la que nos aportará la energía que necesitamos para enfrentarnos a los retos del día a día. Además, este tiempo que pasamos desayunando es ideal para relajarse, para planificar el día y para organizar nuestra mente.

Esto también podemos conseguirlo con una reconfortante ducha. No solo es un momento para nosotros mismos, también puede ayudarnos a sentirnos más activos, sobre todo si la comenzamos con agua templada y la finalizamos con agua ligeramente más fresca.

A veces nos cuesta un poco, pero hay actividades muy sencillas que pueden ayudarnos a cambiar nuestro estado de ánimo y que también son beneficiosas a largo plazo, como ventilar durante unos minutos, pero también hacer la cama. El desorden no es bueno para la mente y este sencillo gesto, que solo lleva unos minutos, puede marcar una gran diferencia. Además, al volver a casa, lo haremos a un espacio organizado y no con una tarea pendiente.

Pequeños tips que podemos poner en práctica desde primera hora de la mañana y que hacen que sintamos cómo la energía positiva nos acompaña a lo largo del día, ayudándonos a sentir que el día que nos espera será mejor que el anterior.