5 ejercicios de yoga para conseguir un vientre plano en casa

Es el mejor momento para olvidarse de las excusas y comenzar a llevar una vida más activa. El ejercicio físico tiene numerosos beneficios, tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente, y ambos son ideales en cualquier momento de nuestras vidas, por eso encontrar un entrenamiento que nos ayude a crear hábito puede marcar la diferencia.

Tendemos a marcarnos objetivos en momentos clave del año, cuando comienza, al llegar septiembre e incluso los lunes, pero lo cierto es que cualquier momento es bueno para comenzar a entrenar y los amantes del yoga lo saben.

Esta actividad es ideal para entrenar el cuerpo y despejar la mente, para mejorar nuestra flexibilidad y fuerza, para trabajar los músculos y tonificarlos y, con las asanas o posturas adecuadas, también para conseguir un vientre plano.

Ejercicios de yoga para un vientre plano

Durante la práctica de yoga se trabajan varias partes del cuerpo y esto incluye también la zona abdominal, que podemos entrenar para que se vea más tonificada, logrando un efecto vientre plano. Hay varios ejercicios que podemos añadir a nuestras rutinas si este es el resultado que queremos conseguir.

Comenzando por los básicos, llegamos a una postura que nunca falta, ni en las clases de yoga ni en las rutinas deportivas en general, la tabla o Kumbhakasana. Se realiza como una plancha tradicional, apoyando el peso del cuerpo sobre las palmas de las manos y las puntas de los pies y manteniendo la espalda recta, formando una línea con el cuerpo. Con este ejercicio trabajamos casi todo el cuerpo, pero también reforzamos la zona abdominal.

Otra de las posturas que no pueden faltar es la del barco o Navasana. Esta postura tiene una dificultad un poco mayor, porque necesita concentración y equilibrio. Sentados en el suelo, hay que flexionar las piernas y elevarlas hasta que las pantorrillas queden paralelas al suelo. Echando la espalda un poco hacia atrás para encontrar el equilibrio, elevar los brazos hasta alinearlos con las piernas. Quienes tengan un nivel más avanzado pueden hacerlo con las piernas extendidas.

La postura de la cobra o Bhujangasana es otra de las que no puede faltar en una rutina completa, siempre escuchando nuestro cuerpo y evitando hacernos daño. Tumbados bocabajo, colocamos las palmas de las manos apoyadas bajo los hombros y, en esta posición, extendemos los brazos elevando el cuerpo. En esta posición se permanece varias respiraciones y después se regresa a la inicial.

Utkatasana o postura de la silla es otra de las que se recomienda que forme parte de una rutina para un vientre plano. En este caso se parte de una posición de pie, con los pies ligeramente separados, se flexionan las piernas y se adopta una postura similar a la que tendríamos al ir a sentarnos en una silla, pero no tan profunda. En esta postura y con la espalda siempre recta, se estiran los brazos y se mantiene por varias respiraciones.

La última de las posturas recomendadas es la del arco o Dhanurasana, con la que además de un vientre plano, también se afina la cintura. Acostados bocabajo, se flexionan las piernas y se extienden los brazos hasta agarrar los tobillos. Al levantar la cabeza, el cuerpo formará una especie de arco, de ahí su nombre.

Ejercicios que podemos incluir en nuestras rutinas si, además de sentirnos mejor y más activos, queremos fortalecer la zona abdominal y presumir de vientre plano.