Menopausia y ejercicio: así puedes entrenar pasados los 50 años

Conforme nos hacemos más mayores tendemos a pensar que ya es tarde para ponernos en forma, todo lo que no hayamos hecho hasta el momento ya no se puede recuperar. Por supuesto, estamos equivocadas porque nunca es tarde para comenzar a ponerse en forma, trabajar nuestro cuerpo y aprovechar todo lo que el ejercicio puede hacer por nosotras, sobre todo durante la menopausia.

Esta es una etapa de muchos cambios para las mujeres, no solo físicos, también emocionales. El ejercicio ayudará a reducir el riesgo de padecer determinadas enfermedades, como las cardiacas o la osteoporosis, porque fortalece los huesos, también mejora el estado de ánimo y previene el aumento de peso.

Por eso, casi cualquier tipo de entrenamiento es bienvenido, aunque algunos pueden aportar más beneficios que otros, por ejemplo, si apostamos por el yoga o el pilates, no solo estaremos trabajando y fortaleciendo nuestros músculos, también el equilibrio, lo que reduce el riesgo de caídas, siempre de mayor riesgo conforme cumplimos años.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

Los estiramientos son esenciales, porque mejora la flexibilidad, así como las actividades aeróbicas o de cardio, que pueden ayudarnos a eliminar el exceso de peso, como las caminatas a paso ligero, una buena sesión de natación en la piscina o unos minutos en bicicleta. Sin embargo, tendemos a olvidarnos de los ejercicios de fuerza, que son sin duda los que más beneficios aportan en esta etapa de la vida de las mujeres.

El entrenamiento de fuerza, tal y como recuerdan desde la Clínica Mayo, “puede ayudarte a reducir la grasa corporal, fortalecer los músculos y quemar calorías de manera más eficiente”. Este tipo de entrenamiento es clave para la salud ósea, para fortalecer las articulaciones y preservar la masa muscular.

Durante la menopausia, la mujer pierde la protección cardiovascular de los estrógenos, pero también se produce una aceleración de la pérdida de masa ósea y las articulaciones se vuelven más débiles, por eso conviene entrenar desarrollando una buena rutina que incorpore todos estos entrenamientos, donde también están incluidos los ejercicios con pesas, bandas elásticas o máquinas.

Algunos de los ejercicios más recomendados son caminar, bailar o hacer yoga, pero también sentadillas, flexiones de brazos o estocadas. Merece la pena señalar que, tanto a partir de los 50 como antes, cuidar el suelo pélvico es una estupenda idea.