Mitos del metabolismo en los que has creído y no son ciertos

El metabolismo es la suma de todos los procesos químicos del cuerpo que cogen las calorías de los alimentos y las transforman en energía para nosotros. Este es un término muy frecuente cuando se habla de alimentación, vida saludable y, sobre todo, pérdida de peso.

A pesar de ello, también es un término en torno al que hay muchos mitos que no siempre son ciertos. Mitos que forman parte del conocimiento general, pero que al ser sometidos a un escrutinio ligeramente más científico dejan de parecer tan certeros o necesitan ciertos matices. ¿Se pierde peso comiendo picante? ¿Y bebiendo té?

Mitos del metabolismo que no son ciertos

Si eres de los que odia el picante, pero está dispuesto a hacer el sacrificio para acelerar el metabolismo, es mejor que no lo hagas. Es cierto que determinadas sustancias, como la capsaicina del picante o las que se encuentran en el té verde, hacen que nuestro metabolismo se acelere durante un breve periodo de tiempo, sin embargo, los efectos son tan nimios que no llegan a ser notables.

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Sucede algo similar con las comidas frías o con beber agua fría. El frío acelera el metabolismo porque se requiere más energía para regular la temperatura y eso hace que este se acelere. Una vez más, esto no supone un gasto calórico importante, como pasar a tomar siempre platos fríos.

Uno de los mitos que se encuentran a medio camino de la verdad y la ficción es el que dice que haciendo cinco comidas al día, en lugar de tres, hace que aumentemos el gasto energético por tener que digerirlas. El incremento del desgaste metabolismo es insignificante respecto al valor total. Sí que puede ayudarnos a calmar la ansiedad por comer y llegar a la siguiente ingesta con menos hambre, lo que hará que comamos más tranquilamente y paremos al saciarnos.

Las personas más delgadas no tienen necesariamente un metabolismo más rápido, mientras dormimos nuestro metabolismo también funciona, aunque sea más lento, algunos alimentos aceleran el metabolismo, pero no es un cambio significativo ni permanente.

Eso sí, si queremos acelerar el metabolismo, lo que podemos hacer es ejercicio, no solo porque genera músculo, que consume más energía, también porque una vez finalizado el entrenamiento seguiremos quemando calorías un tiempo después. Merece la pena señalar que, aprovechar estos minutos posteriores al ejercicio en los que continuamos consumiendo calorías para comer todo lo que queramos, no funciona. El aporte calórico seguirá siendo el mismo.