Cómo el ejercicio físico mejora el sistema inmunitario

Desde la crisis sanitaria del COVID-19, como sociedad hemos buscado maneras de mejorar nuestro sistema inmunitario para combatir enfermedades y evitar infecciones. Tras tener tanto cuidado y por el uso de mascarillas, se ha teorizado con que nuestro cuerpo no ha estado expuesto y que, por tanto, nuestras defensas están más débiles.

Además, durante el verano nuestra protección disminuye debido al calor. El ritmo frenético de vida que llevamos, en muchas ocasiones, no nos permite cumplir con las horas de sueño recomendadas ni llevar una alimentación ideal. Esto provoca que nuestro sistema inmunitario se debilite.

Para protegernos de enfermedades e infecciones debemos tener un sistema inmunitario fuerte. Este es muy complejo, ya que, si reacciona de forma innecesaria, puede causar alergias y otros trastornos autoinmunes. Los científicos apoyan cinco hábitos para garantizar que tu sistema inmunológico esté controlado y tenga todo lo que necesita para funcionar de manera óptima.

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El primer hábito que recomiendan para mantenerse sano es hacer ejercicio regularmente. El deporte mejora la función inmune aumentando la circulación general. Esto facilita que los anticuerpos, glóbulos blancos y otras moléculas que combaten infecciones viajen más fácilmente a través de los órganos. Tan solo 30 minutos de actividad moderada son suficientes para estimular las defensas y mantener al cuerpo alerta.

Hacer ejercicio es imprescindible

El segundo, aunque es el más difícil y el que menos depende de nosotros, es minimizar el estrés. Durante un período de ansiedad, nuestro cuerpo responde con una reacción que suprime al sistema inmunológico, aumentando así la probabilidad de infección o enfermedad. Para evitar el estrés, dentro de una gran gama de consejos, es necesario realizar ejercicio físico. Es decir, el deporte nos ayuda a mejorar el sistema inmunitario en dos de sus cinco formas.

Los otros tres hábitos que debemos tener en cuenta, son mantener una dieta saludable rica en nutrientes y vitaminas. Hidratarnos, y más ahora con el aumento de las temperaturas, para que la actividad del cuerpo no se ralentice. Por último, dormir lo suficiente, puesto que se crean importantes moléculas que combaten las infecciones en estado de reposo.

Hay quien para mejorar su sistema inmunológico recurre a suplementos vitamínicos, aunque es importante tener cuidado y realizar estas ingestas con supervisión de un médico. Lo mejor para tener un cuerpo sano es llevar un estilo de vida saludable y estos cinco hábitos son claves para lograrlo.