Qué aportan a una relación sana las discusiones de pareja
En una relación de pareja sana es habitual tener discusiones, por supuesto teniendo claro que esto no es lo mismo que pelear a gritos o faltarse al respeto
Todo el mundo busca relaciones sanas y esto no siempre es sencillo de conseguir. Aprender a distinguir esas red flags o banderas rojas que nos avisan de que una persona no nos conviene es el primer paso, pero también hay que poner mucho de nuestra parte para que los problemas que puedan surgir no se conviertan en el principio del final del romance.
En muchas ocasiones, esto puede llevarnos a terapia de parejas, una manera de buscar soluciones gracias a la ayuda profesional, que nos guía en el camino adecuado para aprender a distinguir nuestras fortalezas de nuestras debilidades y a trabajar en equipo para poder salir fortalecidos de las situaciones de crisis.
Uno de los motivos que suele llevar a las parejas a este tipo de situación son las peleas constantes, una situación negativa que no ha de confundirse con las discusiones habituales, propias de cualquier tipo de relación y que pueden llegar a resultar saludables en la relación, siempre y cuando siempre se respete a la otra persona.
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Las discusiones en una relación de pareja sana
Aunque tengamos un concepto negativo de las discusiones, lo cierto es que son una herramienta ideal en pareja para poner sobre la mesa las diferencias, ayudando a ambas partes a buscar un acuerdo y crecer en el camino. En el día a día siempre puede haber discrepancias, y poder exponerlas es esencial en una pareja.
Evitar a toda costa los enfrentamientos en la pareja, de hecho, puede llegar a ser contraproducente, porque acumular esos desencuentros y evitar darles solución hará que en el futuro el desenlace sea peor.
Las discusiones en pareja son positivas porque ayudan a que las personas involucradas se conozcan mejor, sus puntos de vista y su manera de pensar, ayudan a ser más sinceros y a que resulte más sencillo exponer cuándo hay una disconformidad. Permiten detectar problemas y, de este modo, buscar soluciones, lo que hace que en la pareja la intimidad sea mayor y su relación, más fuerte.
Por supuesto, esto sucede cuando las discusiones se gestionan de un modo adecuado y cuando estas tienen solución y no ponen de manifiesto puntos de vista irreconciliables, lo que podría ser un problema y una señal de que la relación no funciona.
Para que una discusión de pareja resulte en el fortalecimiento de la relación, hay algunos tips que conviene poner en práctica. El primero de ellos es escuchar, esto ayuda a conocer el punto de vista de la otra persona, también hará que sea más sencillo exponer tu propio argumento porque llegar a un entendimiento es cosa de dos.
En este tipo de discusiones es importante seguir las normas típicas de todo tipo de conflicto, escuchar, usar la empatía, pero también no interrumpir, no insultar o no levantar el tono de voz; es imprescindible no faltar al respeto a la pareja. La finalidad de las discusiones es compartir sentimientos, llegar a un punto de entendimiento y esto hará que, de conseguirlo, la relación sala reforzada.
Todo el mundo busca relaciones sanas y esto no siempre es sencillo de conseguir. Aprender a distinguir esas red flags o banderas rojas que nos avisan de que una persona no nos conviene es el primer paso, pero también hay que poner mucho de nuestra parte para que los problemas que puedan surgir no se conviertan en el principio del final del romance.
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