10 trucos fáciles de la Universidad de Harvard para reducir el estrés en nuestra vida

El estrés es uno de los problemas más frecuentes a los que nos enfrentamos en la actualidad. Si bien todos sabemos que existe un estrés positivo y uno negativo, también somos conscientes de que es el negativo el que más nos influye, el que nos bloquea y hace que cada día se convierta en una batalla.

Esta situación hace que nuestros niveles de ansiedad sean mayores, afecta a nuestro sueño, a nuestro carácter y a nuestra salud, por eso encontrar solución se convierte en una prioridad y los expertos de Harvard lo saben.

Reduce el estrés en 10 fáciles trucos

Existen muchas formas de conseguir reducir el estrés y casi todas ellas implican hacer grandes cambios. Otra manera de ponerle freno hasta conseguir que esté a unos niveles relativos es hacer varios cambios pequeños que, sumados, se conviertan en una gran solución, como la que tendremos si ponemos estos 10 trucos en práctica.

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Poner el despertador unos minutos antes puede suponer un gran cambio, empezar el día unos diez o quince minutos antes (1) puede marcar la diferencia entre tener que ir corriendo a todas partes o tener un poco de tiempo para empezar la mañana con calma y con un poco de tiempo para ti misma.

La vida nos causa estrés, pero el trabajo es también una gran fuente de ansiedad, por lo que lo mejor es afrontar cada día con calma, priorizando lo que necesitamos tener antes y también dividiendo las tareas grandes en otras más pequeñas (2), de este modo parecerán más accesibles y no un reto inalcanzable.

Obtener resultados y finalizar proyectos es importante, pero no lo es más que tu salud, por lo que no olvides hacer pequeños descansos (3) de vez en cuando. Levántate de la silla, pasea un momento, levanta la mirada del móvil o de la pantalla del ordenador y mira por la ventana. Nunca es una pérdida de tiempo relajarse y respirar profundamente. Tampoco lo es dormir las ocho horas recomendadas (4), intenta tener una rutina, costándote y levantándote todos los días a la misma hora.

Los estimulantes no son buenos consejeros cuando ya estamos nerviosas o estresadas, por eso, durante los picos de estrés, no es la mejor idea tomar un café o fumar un cigarro (4). Si necesitas una pausa, tómatela, pero evita estimulantes que puedan alterarte. Igual que nos sucede con el café o el tabaco, en muchas ocasiones el cuerpo nos pide azúcar o carbohidratos refinados. Es mejor moderar su consumo (6) porque evita los picos de azúcar en sangre y así se reduce la ansiedad.

Quienes comen en la oficina deben evitar comer delante del ordenador (7), este es uno de los principios del mindful eating, que explica la importancia de disfrutar del momento también cuando comemos. Ayuda a desconectar y también a conectar con nosotros mismos. Otro truco ideal para reducir los niveles de estrés es reducir el ruido visual a nuestro alrededor, por ejemplo, ordenando el espacio de trabajo (8) o nuestra casa. Los espacios limpios y ordenados ayudan a calmar la mente.

Separar el tiempo de ocio y de trabajo es clave, no te lleves las cuestiones de trabajo a casa y evita mirar el correo o responder a mensajes fuera de tu horario laboral (9). Tanto en el trabajo como en otras facetas de la vida, aprende a relativizar y, sobre todo, a no tratar de controlar lo incontrolable (10), no puedes cambiar el comportamiento de otras personas.

Harvard nos invita a poner en práctica estos pequeños cambios que pueden suponer una gran diferencia.