Bullying en el colegio: qué hacer si tu hijo es el acosado

Todos tenemos muy claro que las situaciones de acoso no deberían darse, este es un comportamiento que debería ser erradicado de nuestra sociedad. No es fácil de asimilar para los adultos cuando se enfrentan al mobbing, por ejemplo, puede tener consecuencias físicas y psicológicas. Cuando los niños se enfrentan al bullying no es distinto.

De hecho, suelen ser situaciones todavía más descorazonadoras porque, en ocasiones, los padres ven cómo sus hijos se apagan y se encierran en sí mismos por padecer este tipo de acoso y se sienten impotentes ante la situación. Queremos protegerles, pero no siempre es fácil saber cómo hacerlo para que resulte efectivo.

Ante el bullying: detección

La actitud del niño será clave para que los adultos de su entorno noten que algo no va bien, en muchos casos los niños no quieren hablar o no se atreven a ello por miedo a las represalias que puedan tener, por eso la visión externa es tan importante, tanto desde las escuelas como en casa.

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“El niño víctima de acoso escolar sentirá las consecuencias emocionales del hostigamiento y agresión verbal o física”, explica el psicólogo Jaime Gordo Sánchez, experto en TopDoctors. “Se sentirá triste, nervioso, asustado y solitario, afectando a sus relaciones sociales. A causa de esta situación también pueden verse afectado su rendimiento escolar, y el niño no querrá acudir a la escuela. En algunos casos el afectado puede tener pensamientos de suicidio”.

¿Qué hacer si mi hijo es acosado?

En muchos casos es tan importante saber qué hacer como tener claro qué métodos no son efectivos. “A veces la desesperación nos lleva a tomar malas decisiones que pueden poner al niño en más riesgo de victimización”, explica la doctora Marcela Abufhele, psiquiatra infanto-juvenil de Clínica Alemana. “Enviar a un niño más indefenso a enfrentar a quien lo intimida, solo contribuye a victimizarlo más e, incluso, podría ponerlo en riesgo”.

“La confrontación solo debe darse cuando hay un adulto u otra persona que pueda guiar o mediar la interacción, de modo que resulte sanadora”, establece la psicóloga, poniendo en primer plano la importancia de la intervención de los adultos a la hora de afrontar el conflicto. Así, una vez que se es consciente de que nuestro hijo es acosado, “Los siguientes pasos incluyen acudir al colegio, hablar con los adultos a cargo del clima y convivencia escolar del establecimiento y buscar en conjunto soluciones”.

El apoyo de los padres es fundamental para que su hijo pueda sentirse seguro y desde Educo recomiendan algunos tips que se pueden seguir para ello como “escucharle y asegurarle que tiene derecho a sentirse seguro y feliz”, o estar a su lado y preguntarle cómo puedes apoyarle, reforzando su autoestima.

También es necesario que los padres apunten todo lo que cuentan sus hijos (con fechas y lugares), se pongan en contacto con el colegio y, en los casos más radicales, incluso acudir a comisaría, por ejemplo “si el bullying implica acoso sexual o agresiones físicas o con un arma”.

En muchos casos es necesario buscar ayuda profesional que ayuda al pequeño a afrontar la situación, entender lo que le pasa y superar el problema.